Somos románticos del balompié. Si no fuese así, poca explicación tendría el movimiento al unísono que protagonizamos casi todos, a finales del pasado mes de enero, cuando nos enteramos de que dos futbolistas absolutamente dominantes en ediciones recientes de la UEFA Champions League se marchaban a jugar al fútbol turco. El movimiento, por supuesto, fue un aspaviento que acabó con las palmas de nuestras manos sobre nuestras cabezas. Bueno, quizá exagero, pero el que, simplemente, frunciese el ceño, ya está montado ineludiblemente en el mismo carro. Probablemente la causa sea el desprecio por lo lejano, fruto de una desconexión del día a día ajeno que provoca que nuestra valoración por lo que para nosotros es tangible, cercano, sea, habitualmente, más generosa. Así que no es mala idea indagar dónde se han marchado Wesley Sneijder y Didier Drogba, y después decidir si esas manos que sujetaron nuestras sienes durante algunos segundos del mercado invernal, estaban en buen lugar.
Para empezar, la institución. El Galatasaray ha ganado 18 ligas, 14 copas, y en el año 2000 fue campeón de la Copa de la UEFA y de la Supercopa de Europa. Estamos hablando del club más laureado de Turquía que, además, está apostando fuerte por subir un escalón e igualarse, en la medida de lo posible, en el panorama internacional. Varios acontecimientos sirven como ejemplo. El primero de ellos, hace poco más de dos lustros, con la salida a bolsa del club. Los inicios fueron titubeantes, pero en el año 2010 experimentó un crecimiento del 162% con respecto a 2009 en sus acciones. Lógicamente y por el contexto global, en los últimos dos años esas acciones han sufrido un bajón importante, pero aún así, se sitúan en un valor medio de 40.9, muy por encima de los 3.9 del año 2004. El incremento de su valor fue probablemente motivado por el acuerdo de patrocinio que el club firmó en 2008 con la empresa de telecomunicaciones Turk Telekom, y la posterior inauguración de su nuevo y flamante estadio: el Turk Telekom Arena.
La gestión de Ünal Aysal y la dirección de Fatih Terim han renovado con éxito a la institución.
En lo deportivo hay que comenzar el análisis en la temporada 2010/2011, donde una lamentable actuación dejó al Galatasaray en un inesperado octavo puesto que significaba la no participaciónCon Fatih Terim, el Galatasaray pasó del octavo puesto a ganar el título de Liga en competiciones europeas. La situación provocó un fuerte conflicto interno entre varios miembros de la junta directiva, que acabó con un giro en la dirección del club. Unas elecciones históricas, puesto que Ünal Aysal acabó ganándolas con el número de votos más alto jamás registrado en la historia de los leones. Su primera decisión fue encomendar la remodelación deportiva a un mito viviente de la hinchada: Fatih Terim. Con Terim, el club ganó cuatro ligas, tres copas y una UEFA, y el éxito fue inmediato, porque el año pasado ganaron, de nuevo, el campeonato. Ünal Aysal es visto como un ejemplo de gestión y promotor de la ilusión, puesto que a la decisión de hacer regresar a Terim se han ido uniendo otras como la llegada de una estrella del campeonato local como Burak Yilmaz, y, sobre todo, gracias a las recientes adquisiciones de Sneijder y Drogba. Hay que decir, por tanto, que ambos llegan a un club con estabilidad económica, con un nuevo estadio que convierte cada partido como local en un escenario bellísimo, a punto de disputar unos octavos de final de la UEFA Champions League en un cruce frente a un rival “eliminable” como el Schalke 04, y con un rendimiento deportivo eficaz en el último año y medio.
Queda por tanto, conocer, la estructura futbolística del Galatasaray. La principal duda es cómo encajarán ambos, y si hay que albergar esperanzas de verles, otra vez, a su máximo nivel. El Galatasaray de Terim se asentó, al poco tiempo de comenzar la temporada pasada (al principio lo habitual era un 4-1-4-1) en un 4-4-2 que ha sido variado muy poco desde entonces. La premisa es clara, ocupar bien los espacios, incluso replegando bastante en ocasiones para que los robos signifiquen espacio a espaldas del equipo rival, y aprovecharlos gracias a unos puntas cortados por un mismo patrón: muy buenos en desmarques largos, y que además de finalizar ofrecen ayuda al equipo con rupturas dentro-fuera. Además, la producción exterior en el ataque posicional siempre ha sido vital debido a la falta de ese futbolista decisivo entre líneas, aprovechando también que el rango de remate de los puntas en el centro lateral es muy amplio, por lo que un establecimiento en campo rival también le es beneficioso.
Se puede resumir diciendo que el Galatasaray es un equipo versátil según las necesidades, (en esa variedad está su riqueza), y a ese repliegue bajo y despliegue inmediato se unen muchas fases donde es capazDesde la valentía de Muslera, el equipo es capaz de buscar el robo a buena altura de robar a buena altura. Esto último es a causa de varios factores. El primero, Muslera. No hay que esconder su peligro a fallar en balones fáciles de vez en cuando, pero también es valiente, atento, y agresivo para limpiar la espalda de la defensa en balones filtrados. Además es muy reactivo en el uno contra uno, por lo tanto equilibra bien una línea de presión alta. Los laterales, Eboue o Sabri en el derecho, y asentado últimamente Riera en el izquierdo, se benefician de un robo alto y continuación rápida por su naturaleza ofensiva, y además les exime de defensa cerca del área donde no tienen una técnica depurada. La pareja de centrales termina de definir esta versatilidad. El joven Kaya es menos eficaz en espacios grandes, pero tiene pausa y criterio para decidir dentro del área. Justo lo contrario que el camerunés Danny Nounkeu, mucho más impetuoso, lo que le hace fallar en espacios cortos pero que le convierte un estandarte en situaciones de campo abierto y cruces laterales. Probablemente esta línea sea la más débil, porque en transición puede sufrir ante un buen lanzador y en posicional hay poca calidad.
Resulta, por tanto, absolutamente imprescindible en el buen funcionamiento del equipo la solvencia de la línea de centrocampistas, tanto con balón como sumando en el robo. Teniendo esto en cuenta como premisa básica y el análisis de la aptitud de la defensa, se pueden empezar a contextualizar las llegadas de Drogba y Sneijder..El doble pivote del Galatasaray formado por Melo y Selçuk Inan es inamovible El doble pivote me resulta inamovible. La utilidad de Felipe Melo en el modelo es vital porque o roba, o para el juego, y no es futbolista en absoluto con mala técnica para meter la pierna, el cuerpo, ganar pugnas aéreas o anticipar. Además abarca bastante terreno y al lanzador rival le es molesto encontrar posiciones francas para activar a sus delanteros. A mi me resulta impensable que él salga del once, a pesar de no ser muy imaginativo con el balón en los pies, y base su aportación en pases sencillos con situaciones favorables o un buen disparo. Para construir, ya está Selçuk Inan. Quizá uno de los futbolistas más infravalorados de toda la Liga de Campeones. Localiza la zona de recepción, se asocia bien, bate línea con relativa facilidad si suelta el balón raso y lo hace con suficiencia de crack si la redonda vuela. Indiscutiblemente Selçuk Inan es uno de los futbolista de toda la Champions con mejor pie para golpear. Habiendo descrito en profundidad el doble pivote, insisto, a mi me resulta inamovible. En las bandas, y por no extendernos demasiado, destacaría tres nombres: Altintop, Emre Çolak y Amrabat. Altintop ofrece coberturas, roba, comprende la posición y tiene una virtud clave: el golpeo. Lanza bien al espacio y puede centrar sin tener que desbordar. Emre Çolak es una de las pequeñas joyas que tiene escondido el equipo. Juega en banda aunque por condiciones suma mucho por dentro. Técnicamente notable, guarda la pelota, y, como Altintop, suma cuando golpea con su bota izquierda. Tres lanzadores de cuatro para disparar a los puntas tras el robo. Amrabat es distinto, pero tremendamente útil. Es el jugador de banda con más desborde, por lo que es un recurso clave ante defensas cerradas. Además, sale hacia ambos perfiles y es capaz de centrar con eficacia en cualquiera de ellos.
Viendo la estructura y lo que aporta cada una de las piezas de medio campo, parece poco lógico que Terim la varíe para acoplar a Sneijer o a Drogba, y supongo que será con los puntas con los que se jueguen el puesto: Burak Yilmaz, Umut Bulut y Elmander. Burak Yilmaz es el más completo, y el de más nivel. Es un diablo al espacio, rompe de maravilla y se perfila con grandeza para definir, pero a ese registro suma otro clave: su facilidad para el remate en situaciones de ataque posicional. Va genial de cabeza y es agresivo para atacar el balón tras centro lateral. Umut Bulut tiene más ‘intangibles’. También del corte delantero de ruptura, su virtud es la perseverancia e ímpetu, y una cualidad importante: no se lo piensa nunca. Si le encuentras, es más que probable que la acción acabe en disparo. Elmander es el menos goleador, pero a la par, el más altruista. No escatima en esfuerzos, no solo para intentar sumar en el robo, si no también para alejarse mucho en sus desmarques de la zona de remate para aportar al equipo segundos y que progrese. Es el mejor de todos interpretando cuándo hacer rupturas desde el centro hacia la banda. En definitiva, el Galatasaray tiene tres delanteros bastante útiles.
Fatih Terim tiene ahora el objetivo de acoplar a Sneijder y Drogba en tiempo récord.
Es el momento de valorar las inclusiones de Sneijder y Drogba. De Sneijder ya hemos podido, aunque sea durante muy pocos minutos, medir su impacto. El partido contra el Besiktas está marcadoLa aclimatación de Drogba puede resultar más complicada que la de Wesley Sneijder por la expulsión de Felipe Melo (le obligó a jugar en banda) y es poco esclarecedor, pero sus minutos frente al Bursaspor dejan más cosas. Sneijder es un futbolista absolutamente diferente a lo que tiene Terim y va a enriquecer muchísimo el juego del equipo. Su influencia en tres cuartos beneficiará la producción exterior (tanto a extremos como a laterales), ayudará a Selçuk Inan, que muchas veces se encuentra en situaciones incómodas, sin líneas de pase abiertas, o éstas son muy lejanas con el consiguiente riesgo de intercepción, y multiplacará las opciones del punta, que tendrá un pasador de primer nivel más cerca de su espalda. Todo esto, por supuesto, sin sumar los propios números que dará Sneijder gracias a su golpeo y determinación. El caso de Drogba me parece mucho más delicado. El equipo tiene tres delanteros que, sin ser cracks, son muy, muy útiles, y, el factor principal: la actual vara de medir a Drogba es la Copa de África que acaba de disputar, y hay que decir que ha sido muy pobre. Si Drogba recupera el dominio físico (en la CAN le ganaban disputas que hace un año hubiese superado con mucha facilidad) y la chispa cuando reciba, será indiscutible, por supuesto, pero personalmente soy escéptico en cuanto a que eso suceda.
Después del razonamiento, la verdad, aún me quedan dudas sobre si mis manos estaban bien sobre mi sien o se tenían que haber quedado en su sitio. Con Drogba soy escéptico por sus últimas actuaciones, con Sneijder, ilusionado porque me da la sensación de que encaja al dedillo en el equipo, sumando una serie de recursos que le van a dar un salto de calidad enorme al Galatasaray, pero no sé hasta que punto ambos van a encontrar una competitividad suficiente como para pensar en éxitos europeos a corto plazo. Por supuesto, el equipo es dominante en Turquía y ambos, el tiempo que estén, van a sumar, con una alta probabilidad, títulos locales, pero la falta de talento defensivo obliga a Ünal Aysal a darle al equipo nivel en esa zona para que se codee de verdad en Champions League. El factor determinante es Fatih Terim, un buen entrenador que ha adaptado todas las piezas de manera magistral y está obteniendo un fabuloso rendimiento de su plantilla. Por suerte, nos queda poco para medir todos y cada uno de estos factores, porque vuelve la madre de nuestra adorada familia: la Copa de Europa.
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Fichajes de nieve
Abel Rojas 8 febrero, 2013
Varias cosas:
– A principios de temporada le pedí a De la Peña que me diese el nombre de tres jugadores que no fuesen mainstream a los que él veía con opciones de liarla en la Champions. Uno de ellos fue Yilmaz. Le presté atención y, como casi siempre -que es lo mejor que puede decirse de un analista-, estaba en lo cierto. Ojo, hay jugador.
– Felipe Melo. Entiendo que 2010 matase a Felipe Melo. Entre la experiencia en la Juventus y su Mundial de Sudáfrica, en el que fue vilipendiado como ningún otro brasileño, hayan destruido su imagen. Su en ocasiones violento comportamiento tampoco ha ayudado. Pero Felipe Melo es un futbolista para competir en la Copa de Europa. Un mediocentro de mucho nivel. Si se ilusiona, aquí hay una pieza para hacer cosas importantes.
– Riera como lateral izquierdo. Lo comenté con Arroyo y Marc antes de un 38 Ecos un día. Nos pareció a los tres un movimiento ganador.
No sé. Tengo la impresión de que si los dos cracks llegan medio bien, aquí va a haber un hueso. Pero hueso para todos, vamos.