El partido tiene su miga. Dortmund y Manchester City cargan con una responsabilidad especial en esta Champions. Caer en la primera fase fue (y sigue siendo) un mazazo para la credibilidad de Mancini y Jurgen Klopp. El debut en la presente edición tampoco contribuyó a reforzarles. A los ingleses les tocó vivir el despertar del Real Madrid en el Santiago Bernabéu, y aunque eso es mucho toro, las sensaciones no fueron las mejores. El Borussia, por su parte, venció por la mínima y casi sobre la hora a un Ajax que, a priori, apunta a comparsa entre tanto gigante. A nadie escapa la importancia del choque de esta noche. Presión máxima y un momento ideal para calibrar de qué pasta están hechos estos dos conjuntos ya multicampeones en sus países. La prueba del algodón.
Venimos comentando desde tiempo atrás la evolución táctica con la que Mancini pretende dotar al City de una variante diferente. Una de las peculiaridadesEl 3-2-3-2 no es mala solución para enfrentar al Dortmund de la disposición alternativa es la doble altura (central-carrilero) a la hora de defender exteriormente. Ante el Real Madrid vimos como los de Mourinho desequilibraron en base a la superioridad por fuera de Cristiano contra el lateral (ejemplificado en el terrible sufrimiento de Maicon) y la incapacidad blue de defender la llegada de Marcelo. Los germanos no gozan de futbolistas así, pero localizan su poder en las bandas. Kuba, Piszczek y el terrible Reus (hoy es tarde para que Gotze juegue por dentro) exigirá al cuadro citizen el soporte estratégico que no tuvo en nuestro país. Claro que esto no deja de ser una medida reactiva que, a buen seguro, Klopp acogería con agrado en la charla previa.
El Dortmund no genera dudas en el aspecto estructural. El 4-2-3-1 es fijo e inamovible. En su caso, la chinita en el zapato siempre va relacionada con el comportamiento del equipo en grandes escenarios.Este Dortmund debe ser fiel a sí mismo por 1ª vez en Europa Desde el comienzo de este ciclo victorioso, el Borussia ha basado su transición defensiva en una presión adelantadísima y eminentemente física y emocional. Un plan que costaba trasladar a Europa, donde manejar los sentimientos cuesta el triple. En el Etihad es obligatorio no regalar metros. Sin robo adelantado no hay contragolpes y excitación, patrones que definen a este colectivo. Si reculan y los locales terminan aposentando su doble mediapunta (en el supuesto de que Mancini opte por ella) en la frontal, los pivotes alemanes sufrirán. Ni Kehl ni, muy especialmente, Gundogan son ese tipo de jugadores. Ilkay debe estar habilitado para lanzar.
El Dortmund no puede vivir en campo propio todo el partido
Habrá otros detalles muy jugosos: ver a Hummels en un nuevo partido de élite en Copa de Europa ante la pierna dura y fuerte de Tévez o Agüero, seguir midiendo a Kompany más allá de las islas o comprobar si el Kun por fin decide comparecer en la Champions League. Pero el morbo está en los banquillos. La cita es de riesgo y la valentía no aflora tan fácil. City, Kun, Dortmund, Klopp… a examen. Lo de Mancini es más serio. Su castigada reputación no soportaría otro fracaso internacional. Test de personalidad.
@migquintana 3 octubre, 2012
El arranque del Borussia Dortmund esta temporada ha sido bastante mediocre. El año pasado incluso tenía menos puntos en Bundesliga pero, como comentaba @Sergio_Santome en un artículo de su blog, la situación es considerablemente diferente y el empeoramiento del juego bastante preocupante. Una de las claves yo la sitúo en la medular. A mí Gundogan me parece que tiene un potencial muy notable, pero a día de hoy, de ayer y seguramente de mañana es uno de los jugadores menos sólidos que te puedes encontrar en cualquier centro del campo que aspire a estar en octavos de final, sea lo difícil que sea el grupo.
La noticia más positiva es la banda polaca, que suena a película de serie B, que de jugar Clichy puede encontrar un filón en su propensión constante al fallo. Piszczek y Kuba no son geniales, pero sí muy exigentes. Más allá de eso y de la calidad que atesora el Dortmund de Klopp, no hay demasiados argumentos para pensar que el Dortmund puede derrotar al Manchester City cuando, por lo general, pienso que es un equipo que se le daría bastante bien debido a su estructura.
Partido importante para Mancini y para Klopp. Curiosamente, más allá de estilos, son entrenadores diametralmente opuestos en cuanto a sus facetas como entrenador. Se acusa a Mancini de tener un equipo plano y poco ambicioso, pero su dirección de campo con varias alternativas gana partidos. En cambio, el mayor problema de Jurgen es que carece de un plan B, lo que ha lastrado su rendimiento en Europa pese a tener un conjunto asentadísimo en una idea que ya ha demostrado ser ganadora. Suena a reválida…
P.D: Gotze por dentro está naufragando one more time. El hombre es Reus, David.