Como resultado, equipos instalados en campo rival sin la calidad ni el talento para perder la pelota como se debe. O sea, una exposición dramática común en transición defensiva que ha definido nuestra Liga. En lo individual, conductores finos como Di María, Muniain, Diego o Isco exprimieron los largos pasillos para hacerse grandes. En lo colectivo, el Mallorca de Caparrós y el Atlético de Simeone siguieron el ejemplo que ofreció el Levante UD desde agosto: Defensa organizada como estandarte del sistema y a transitar en ataque, bien a modo de contragolpe o como inicio de un posicional ventajoso. España, hoy, es un chollo para conjuntos de este palo.
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Leves pinceladas entre el sudor y la frente
@migquintana 31 mayo, 2012
Recuerdo aquel 38Ecos en el que pregunté si era una casualidad que la Europa League se la estuvieran jugando Mendilibar -su fútbol es diferente-, Caparros, Simeone y Juan Ignacio Martínez. Desde luego que no lo era.
Y ojo que de la Liga Adelante pueden venir dos equipos que hagan de la transición ofensiva un cuchillo bien afilado: el Deportivo de Oltra y, sobre todo, si asciende, el Celta de Paco Herrera. Diría que, aún contando la diferencia de calidad, no hay más de cinco equipos en la Liga que generen tanto peligro a la contra como esos Oubiña, De Lucas, Orellana, Alex López, Iago Aspas… y Hugo Mallo más Roberto Lago, qué como laterales son tan importantes en esta labor como lo son Schmelzer y Piszczek en el Dortmund.