La cabeza del martillo | Ecos del Balón

La cabeza del martillo


Todo fichaje es fruto de las circunstancias, sobre todo si firma en enero. Es más excepción que norma que los equipos se muevan para dar con proyectos a largo plazo, y eso que recientemente hemos asistido a un Emre Can + Erling Braut Haaland por parte del Borussia Dortmund que bien podría haber sido el verano entero del club alemán. Es éste un mercado al que se acude para resolver con cierta inmediatez lo que no ha funcionado a nivel colectivo desde agosto o lo que se ha roto en forma de lesión en una posición concreta. Por eso sólo desde este prisma podemos empezar a entender por qué el Fútbol Club Barcelona ha fichado a un delantero que está mucho más cerca de ser un especialista que un delantero completo y sensible con la pelota en una época en la que al último hombre se le ha involucrado en más procesos que nunca antes de marcar un gol, que no deja de seguir siendo su responsabilidad.

Y todo fichaje siempre debe ser analizado en función del contexto al que llega. Y en el Barça actual hay una clara dependencia de un delantero centro. Como hemos comentado desde que legó Setién, el juego del Barça está tratando de atender, juntos y por separado, a las necesidades del técnico por un lado y a las de Messi por otro. Y ambos están de acuerdo en que con un ‘9’ profundo van a estar más cómodos. La profundidad desde la última línea, así como la contención, fijación y distracción de los centrales del rival vienen siendo tarea y labor de jugadores que no son especialistas y que no castigan de la misma forma, por más que la lectura y desmarques de Griezmann y Vidal sean de enorme talento. No es lo mismo. Y Martin Braithwaite es uno de esos delanteros que desentraña el mundo del desmarque y la profundidad con una enorme habilidad y conciencia tanto de la posición como del juego en su conjunto.

Braithwaite tiene mucha calidad en el desmarque hacia el arco

Aunque el análisis del jugador no cobra tanta importancia por llevar dos temporadas en la Liga española, hay que apuntar que el jugador danés es uno absolutamente relacionado con el espacio que hay entre el portero y el último defensa. Habría que olvidarse por tanto de su papel en el Leganés, pues su equipo defendía muy abajo y su humildad y sacrificio defensivo, sumado a atacar desde muy abajo, más que un delantero lo ha convertido en una liebre para sacar al equipo y hacer esfuerzos larguísimos, en ida y vuelta. Ese contexto no valdría en Can Barça salvo por su tremendo carácter defensivo para la presión o el esfuerzo en caso de ser utilizado en una banda, que lo será en algunos momentos.

Braithwaite llega al Barcelona para ser la cabeza de un martillo. Si pensamos en el balance de peso que tiene un martillo, o por ejemplo una raqueta, dependiendo de donde haya más peso, si en la cabeza o en el mango, se obtiene un % mayor de control o de potencia. Si es en el mango, se pierde potencia y se gana control, si hay más peso en la cabeza o parte posterior, se obtiene más potencia al golpear. El Barcelona es un equipo claramente descompensado, con mucho más peso tanto en el mango como en el cuerpo, y muy poca potencia en la cabeza de su sistema. Los movimientos de Griezmann o Vidal surgen para agilizar las jugadas pero cuando descubren un espacio entendido como «profundidad», a la espalda de la zaga, no disponen de las piernas y la agresividad para finalizar jugadas, sino para recoger sedal y tirar del equipo.

Su labor, compensar un martillo de por sí descompensado

Con el danés, el Barcelona no sólo aumenta la flexibilidad posicional de sus atacantes, siendo delantero centro o banda, sino también abrir mucho más espacio entre líneas con desmarques incesantes por los tres pasillos, influenciando las correcciones de los centrales y sobre todo amenazando a espaldas para ser siempre útil aunque él no reciba el balón. Su mayor reto será encontrar, y está por ver que así sea visto su fichaje, una continuidad en el apoyo, con buenas descargas y alguna que otra pared de calidad, pues ésa no es su mayor virtud, ni mucho menos, pero lo que no cabe duda es que llegado el minuto 65 o 70, el partido va a cobrar otro sentido para el Barcelona cuando Braithwaite estire y profundice con buenos caballos de potencia, si no ha logrado antes también ser receptor de juego directo ante presiones muy altas. Juegue cuanto juegue, va a darle cosas al Barça, a Setién y a Messi que no tenían.


3 comentarios

  • Faetón 1 marzo, 2020

    @Arroyer
    Otra pedazo comparación te has vuelto a sacar de la manga, y van ya…
    Levantarse un domingo por la mañana y poder leer algo así, un auténtico lujazo. ¡Gracias Ecos!

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  • Faetón 1 marzo, 2020

    Hablando ya del fondo del artículo, esta sí que es la oportunidad de su vida para el bueno de Martin, quien además no es excesivamente mayor. De piernas y hambre trae el depósito lleno, veremos a ver si con el transcurso de las jornadas Setién le va concediendo más minutos, y se apropia durante una-dos temporadas ese rol suplente de Luis Suárez que el uruguayo reclamaba recientemente en una entrevista.

    Extraña algo la política de ventas del Leganés, no tanto por lo ingresado sino por la situación crítica por la que pasa el equipo. Imagino que la presión de los propios futbolistas habrá sido decisiva, y bien invertido, ese dinero puede servir para edificar en verano unos cimientos más sólidos.

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  • AdrianBlanco_ 1 marzo, 2020

    El fichaje de Braithwaite tiene mucho sentido desde diferentes prismas y en distintos escenarios. Pero hay uno que hoy, si el Real Madrid decidiese presionar muy arriba al FC Barcelona, podría tener un gran impacto en el Santiago Bernabéu. Y es el que nace del desplazamiento largo de Ter Stegen y la ruptura de Braithwaite. Ojo.

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