Entre Casemiro y un regateador

Quizás estemos ante el momento de mayor diferencia competitiva entre Real Madrid y Atlético desde que Simeone entrena al cuadro colchonero, al menos por las sensaciones de fiabilidad transmitidas por ambos a lo largo de la temporada, incluso más que en la primera temporada, cuando aquel Atlético de Falcao, Arda y Adrián recién comenzaba a erguirse. Sin embargo, y como banco de pruebas sobre lo que ajustar, la Supercopa de España presentó una oportunidad en la que ambos tuvieron motivos, no muy contundentes eso sí, para templar partidos exigentes y cerrados, un partido que tiene visos de poder reproducirse en las formas en el día de hoy, sobre todo porque el Atlético no navega entre mares de confianza sobre los que mandar oleadas de presión adelantada y ritmo alto, un momento del juego, por otro lado, que sí podría darse en el planteamiento visitante.

Casemiro viene brillando incluso ante presiones

Históricamente, el Atlético ha sacado un gran rédito tanto de su presión adelantada como de su defensa en campo contrario cuando ha enfrentado al Real Madrid, provocando no pocos errores en la entrega de los zagueros, laterales o centrocampistas. Sin ir más lejos, logró dos en la final de la Supercopa. En ese escenario, el Cholo siempre ha posicionado a sus jugadores de tal forma que el mediocentro blanco, Carlos Henrique Casemiro, quedara mal orientado y con el suficiente tiempo para creer que no sería encimado, una trampa en la que el Atlético insistía, sobre todo en el Santiago Bernabéu, donde paradójicamente el conjunto blanco ha pecado de tibieza y desconcentración. Y es con el brasileño donde se alza la previa, en su vertiente más táctica, del derbi madrileño.

De entrada, Casemiro goza en estos momentos de un nivel e inspiración técnicas como pocos momentos en su carrera. Aunque siempre ha tenido un buen desplazamiento de balón cuando tenía tiempo para maniobrar, el brasileño se atreve ahora con acciones más instintivas, arriesgadas e individuales, lo que, de continuar así hoy para librar presiones o acosos, llevaría a los rojiblancos a tener que defender más abajo durante mucho tiempo si los blancos se instalan en campo contrario. Es aquí donde surge la gran pregunta del plan y el once inicial del actual líder del campeonato. Zinedine Zidane tratará de encontrar el equilibrio pero viene echando en falta, como se vio ante el Atlético o ante el Valladolid, una falta tanto de amenaza como de profundidad sobre la última línea del rival.

Al ataque blanco le viene faltando mucha agresividad sobre la última línea del rival

Sabida la no convocatoria de Rodrygo, Hazard o Bale, al Real Madrid no le sale de manera natural el once más equilibrado, haciendo que su técnico tenga que decidir por los cinco centrocampistas o la figura de Lucas Vázquez o Vinicius Jr. Por lo visto en el derbi previo y la fluidez del ataque blanco, cabría esperar que el ataque madridista se apoyara en un especialista del regate, sobre todo porque la defensa organizada del Atlético se mueve de más y sus robos de balón no implican un contragolpe claramente amenazante. Si bien Valverde se encarga de estirar por dentro, la circulación viene necesitando mucha más ruptura, agresividad y desborde desde que no está Eden Hazard.