
El pitido inicial es como retirar el tapón de una presa gigante llena de agua. Como un torrente cayendo por el desagüe, el Ajax de Amsterdam arranca la eliminatoria de octavos ante el Real Madrid, en el Johan Cruyff Arena, dispuesto a regar de ímpetu y fútbol ofensivo cada metro del campo. Su gran virtud como colectivo es incondicional porque de otro modo, entendiendo el partido desde otro punto de vista, son mucho peor equipo. Ser ellos mismos es el único camino, honorífico además con su identidad histórica y de un gran impacto por el rival y la competición que tocaba. Ese grupo de jugadores, liderados por Erik ten Hag, pone contra las cuerdas al campeón de Europa, que no logra sacudirse la embestida hasta entrada la segunda mitad. Hasta llegar al resultado final, un solo equipo hace y deshace, dicta y ordena, lo que va pasando.
El planteamiento es tan sencillo como ambicioso, consistente en presionar con la misma energía con la que se trata la pelota. Los holandeses mandan a sus once futbolistas al campo del Real Madrid, con un ánimo de máximos; cada pase, cada cambio de ritmo, cada balón dividido les pertenece. El dominio es íntegro, lo es tanto desde el ritmo como desde la posición pero es en la salida de balón del Real Madrid y en los emparejamientos en la medular, en el tres contra tres del mediocampo, donde se gesta la sacudida. Ten Hag no engaña, como el algodón, preparando a su equipo para que los diez futbolistas de campo actúen de la misma forma, dándole valor trascendental a cada disputa. Todo eso asusta a un Real Madrid que queda completamente penalizado por la intensidad y el acierto en cada toque del conjunto neerlandés. La sucesión de balones divididos y duelos individuales que gana el Ajax es lo que crea el contexto propicio para recuperar donde quieren.
El Ajax de Ámsterdam realizó 45 minutos de fútbol total en el Johan Cruyff Arena
En la alineación, una posibilidad que se consuma, cuando Tadic pasa a ser el ‘9’, más falso que puro, y Neres ocupa el carril izquierdo, quedando Dolberg como alternativa en el banquillo. Los movimientos de Dusan y la verticalidad y liquidez de los extremos, creando superioridades a un toque, se suma a una presión que deja a los blancos sin una sola línea de pase clara. Como la idea defensiva del Ajax es hacer marcas individuales sobre los receptores del pase de Ramos, Nacho o Carvajal, Kroos, Modric, Casemiro, e incluso Bale cuando trata de sacar a su equipo, reciben de espaldas y con un marcador hambriento para robar. Ese triple emparejamiento marca el ritmo del robo y obliga al Real Madrid a cambiar su primera decisión en salida. Un pase corto es una invitación al precipicio, lo que provoca un balón largo o una conducción del primer hombre, para dividir, que no se da. Además, como no hay una sola conexión que funcione en los primeros pases, el Ajax corta de raíz la posibilidad del cambio de orientación. Nadie en el Real Madrid, salvo Ramos o Courtois, juega de cara a la jugada. Dominio total.
Una de las grandes características que ha llevado al conjunto blanco a dominar el continente es tener la sensación de que controla emocionalmente la situación, compartida por el grueso de la plantilla que ha producido cada triunfo desde 2014. Así, Carvajal, Ramos, Kroos, Modric, Casemiro, Benzema o Marcelo estaban cuerpos por delante en la interpretación de los tiempos, como si estuviera programada la victoria parcial en el tramo de partido más trascendental. Y todo esto, en los primeros 45 minutos, se desvanece, hasta tal punto que toda acción técnica y cualquier decisión a tomar está condicionada a nivel mental por la puesta en escena de su oponente, que apaga las luces de todos los jugadores, a excepción de un Sergio Ramos que, errores técnicos a un lado, sofoca cada grito de la grada, cada ocasión manifiesta y cada acercamiento holandés. El central madridista es el encargado de sostener la mirada y seguir jugando la partida sin tener una sola carta buena sobre la mesa.
Solari cambió la posición de Modric, situándolo de mediapunta, para escapar de la presión
El 0-0 es el gran aval blanco para seguir compitiendo con lo que hay. El Ajax no ha cedido la iniciativa en el juego ni un solo momento pero no obtiene la recompensa que de algún modo legitima su extrema propuesta a 90 minutos. Con esas, Solari ajusta. El partido se estaba decidiendo en el tres contra tres de la medular, donde De Jong, van de Beek y Schöne no dejaban ni respirar a los centrocampistas merengues. De ese modo, Solari manda a Modric a la mediapunta y sitúa en paralelo a Casemiro y Kroos. Amenazando con el croata los lados de De Jong, la presión del Ajax no es tan persistente, pues Luka ya no está posicionado en campo propio en salida y genera una distracción que hace mascullar a su par. Aunque el Madrid no traduce eso en dominio a través del pase, al menos puede sentarse a descansar un poco. El paso de los minutos, además, juega en su favor, y es ahí donde puede transformar el escenario en una oportunidad de asestar lo que a la postre termina siendo la primera galopada de Vinícius en el partido.
La noche del brasileño en la primera mitad seguramente no merezca más valoración, o diferente, que la de sus compañeros, pero es cierto que pareció el único que podía salir de su marca. Ocurre que en su actual naturaleza, el extremo izquierdo del Real Madrid tiene dentro el cambio de ritmo tras el primer regate, un rasgo de su fútbol que ayer podía penalizar lo que necesitaba su equipo: salir de la primera marca y encontrar a un compañero cercano para deshacer las marcas individuales y encontrar espacios vacíos en banda contraria. Entre esta circunstancia y que sus compañeros estaban parados ante semejante ritmo del rival en la presión, esto no sucedió. Pero a la primera que recibió en el último tercio del campo, salió de tres jugadores en su jugada más característica y cedió a Benzema para explicar que el Madrid, muchas veces, es difícil de explicar. El encuentro ya no volvería a lo que se vio en la primera mitad y la figura de Marco Asensio, que realizó más disparos que pases, acentuó el colmillo con el que el conjunto blanco se marchó de la capital holandesa.
Xisco_Rincon 14 febrero, 2019
Bien explicado, he leído y escuchado en varios sitios ayer que el Ajax monopolizó la posesión, pero no es así, en realidad fue 50/50. Todo estuvo igualado, bueno el Madrid tuvo más tiros a puerta, excepto, como dice le texto, la recuperación de balones, donde el Ajax fue netamente superior. El Ajax Ganó la partida en la recuperación del balón.
Explicar el resultado se explica que a pesar de recuperar el balón, y manejarlo en zona mucho más peligrosa que el Madrid, al Ajax le falto mucho punch, queda explicado perfectamente si vemos que el primer disparo entre los tres palos (al palo de hecho) no llegó para el Ajax hasta el minuto 25, y no estoy convencido que fuera del todo claro el disparo. Tanto dominio debió concretarse en muchas más ocasiones, desde mi punto de vista. En cambio, para el Madrid, si podía salir (que fueron pocas veces) , yo personalmente veía peligro… Ya en la segunda parte esto se acentuó, el Ajax presionó los 90 minutos de forma muy ordenada, no había tanto desgaste físico como se cree, pero el movimiento de Solari permitió más salidas del Madrid, y la impresión que tuve en la primera parte se confirmó, el Ajax presionaba arriba, pero si esta presión falla… la ocasión de gol sería manifiesta, de ahí los dos goles pese al dominio holandés.
La gente tiene mucha ilusión puesta en este Ajax para la vuelta, pero este partido va a pesar seguro, si en tu campo y llevando tu juego al máximo has perdido, en el Santiago Bernabeu… tengo muchas dudas… además el Madrid ya está en sobreaviso. Creo que este resultado va a pesar mucho en la vuelta.