Por las sensaciones transmitidas, el Real Madrid está acariciando un punto de inflexión. Más allá de aspirar al equilibrio o el dominio amplio de los partidos, su ritmo de juego ha encontrado en determinadas piezas la manera de construir un hilo conductor basado en la energía que transmite su juego, una circunstancia que consta como novedad hasta hace pocas fechas. Entre esos indicadores, el impacto visual que jugadores como Benzema, Ramos o Modric están dejando está ayudando a que todo sea mucho más definido y creíble. Aunque el juego necesite aún de muchas más certezas, el panorama es muy diferente: el Real Madrid suma más gente por delante del balón cuando cambia de ritmo y está encontrando una frecuencia ofensiva mucho más constante que, mismamente, hace un mes.
El Girona volvió a mostrar su capacidad contragolpeadora
Enfrente, un conjunto, el Girona de Eusebio, que está labrando en esta edición de la Copa del Rey una transición ofensiva de calidad y peligro. Su capacidad para salir, con mecanismos colectivos y velocidad individual, ha condicionado el sistema defensivo de sus tres últimos rivales, Alavés, Atlético y Real Madrid, en la competición del KO en España. Con un 5-3-2 clásico, adelantándose en el marcador, el conjunto catalán dejó claro cuál sería su manera de colar un gol en el Santiago Bernabéu. El Real, que no está precisamente acorazado por puertas blindadas como consecuencia de su juego, encontró dificultad para taponar algunas salidas, y en ese escenario, con marcador en contra, debe medirse con nota su respuesta ante la adversidad.
Sobre todo por sumar fluidez y unidad a la hora de encontrar las debilidades que mostró el Girona en fase defensiva. Su lado diestro, el conformado por Jonas Ramalho y Anthony Lozano, dejaba un espacio amplísimo para la recepción en aclarado de Vinicius Jr. La línea de tres de los de Eusebio se movía demasiado hacia el balón, encontrando la primera superioridad, que dio todos los focos a un Vinicius incondicional en la arrancada, sin la presencia de un Marcelo muy tímido en la primera mitad, y un Ceballos silencioso pero extraordinario en su posicionamiento y toque, uno de los hombres de la noche y una de las respuestas que está encontrando el conjunto blanco para mitigar y despejar las dudas de su fase ofensiva. Si los extremos muy abiertos estaban condicionando determinadas libertades individuales y provocando rigidez extra, los interiores parecen los más capacitados para situar el bloque blanco más cerca de la frontal que de la medular. Modric y Ceballos están jugando muy arriba, y están sumando control y segundos con balón y agresividad en sus conexiones.
El Madrid acumuló más gente por delante de balón
Así, el Girona no podía generar ventajas defensivas desde la posición. El Madrid encontraba mucha facilidad para trasladar la pelota entre las bandas. Generando atracción en un lado y siendo siempre muy vertical con la pelota, los espacios aparecieron en el costado contrario. Dio la sensación de que, a pesar de que Eusebio pretendía tener superioridad en la última línea, controlando las incorporaciones exteriores con cinco hombres atrás, el Madrid atacaba muchas veces al espacio, pudiendo tener rematadores en área, con el extremo y el interior del lado contrarios cerrando las jugadas, y sumando a Odriozola, que en todo momento pudo romper en los últimos 15 metros de campo, en superioridad sobre su par. Dando continuidad al partido frente al Sevilla, el Real Madrid cambió la rigidez por la flexibilidad, asumiendo e integrando la verticalidad con la pelota que siempre se le ha intuido a su entrenador.
Povedano 25 enero, 2019
Doy la razón a todo. Me sorprendió mucho cómo una defensa de 5 podía jugar tan adelantada durante todo el partido, con las constantes amenazas de Vinicius por un lado y Odriozola por el otro, sobre todo cuando hubo tramos en los que el Girona iba ganando o empatando.
También me pareció muy curiosa la movilidad de Lucas Vázquez. Lleva meses muy impreciso, pero ayer apareció hasta por banda izquierda. Estoy deseando ver a Bale o Asensio partir desde la derecha en el mismo rol que Lucas ayer, pero a pierna cambiada. Con ese recurso y sumándole alguien más voraz en el área al Girona le hubiera caído ayer media docena.