Diego Pablo Simeone y Joan Francesc Ferrer ‘Rubi’ despidieron el 2018 con distinto sabor de boca. El Atlético de Madrid se impuso por la mínima al RCD Espanyol en un partido en el que ocurrieron muchas cosas, y casi todas ellas, a excepción del 1-0, fueron de color blanquiazul. Si bien es cierto que, después de este tropiez, el cuadro catalán suma ya seis derrotas seguidas en LaLiga, este partido, y sobre todo los primeros 45’ del mismo, invitan a un optimismo moderado en la parroquia periquita. Una vez aguantó el chaparrón de los primeros minutos, en los que el Atlético presionó arriba y de manera muy intensa, el cuadro catalán dio muestras de una buena mejoría grupal en comparación con sus últimos partidos.
Borja Iglesias fue el gran nombre propio del primer tiempo
Armado en su 4-4-2, con Koke -por izquierda- y Correa -derecha- escoltando a Thomas y Rodrigo, Simeone orquestó de inicio una fuerte presión en campo rival sobre los primeros pases del RCD Espanyol. Lanzando a los dos puntas sobre los dos centrales rivales, cerrando el envío hacia fuera con los volantes y apretando por dentro con el doble pivote, el Atlético de Madrid se empleó a fondo por recuperar el esférico lo más cerca posible del área de Diego López. Una tesitura para la que el Espanyol tardó en encontrar respuesta. Colocando a Granero y Darder, como interiores, en paralelo a Duarte -que fue quien hizo de pivote ante la suplencia de Marc Roca-, y acercando al balón a Sergio García y Baptistao, Rubi adivinó de esta forma una manera súper práctica para escapar de la presión, reajustando ciertos roles y posiciones dentro del esquema. Jugando a muy pocos toques, dándole mucho ritmo a la circulación y, sobre todo, ganando tiempo a costa del espacio, el Espanyol respondió a la agresividad rojiblanca atacando de una forma vertical.
Con Baptistao y Sergio García picando entre líneas, recibiendo a los lados del pivote cuando los volantes acudían a la presión, el Espanyol consiguió superar las líneas del rival mediante envíos muy directos sobre los tres carriles. Fue, justo en ese tramo del encuentro, cuando Borja Iglesias se erigió como la mejor individualidad de los primeros 45’. Distanciándose de los centrales para recibir por detrás del doble pivote, dividiendo así las vigilancias defensivas, y machando a campo abierto a Godín y Savic, gestionando bien las transiciones tras cruzar la divisoria en inferioridad numérica, el ‘7’ blanquiazul comprometió en varias ocasiones la (débil) transición defensiva del Atlético de Madrid. Los locales no gozaron en la primera parte de posesiones de mucha calidad, aun juntando por dentro a Koke -que iba hacia el carril central, limpiándole así la banda a Saúl-, Griezmann y Correa, y sus pérdidas, algunas en zona intermedia, comprometieron la estructura.
El Atlético volvió a proteger su ventaja desde los espacios
Ya en la segunda mitad, con el marcador a favor, el Atlético volvió a proteger su ventaja desde los espacios y no con la pelota. Organizado en bloque bajo, con Montero como lateral izquierdo, Koke por derecha, Vitolo por el otro costado y Gelson arriba, al lado de Griezmann, el conjunto rojiblanco cedió toda iniciativa (30-70% de posesión) con el fin de castigar con espacios. Pero el dominio, esta vez con el esférico, volvió a corresponder al Espanyol. Con Piatti por izquierda, en el uno para uno con Arias, Rubi decidió orientar a su lateral izquierdo -primero Dìdac, después Pedrosa- hacia el vértice del área, mientras pobló el centro del campo con Melendo, Granero y Darder en busca de una superioridad que, con el Atlético defendiendo tan abajo, no terminó de ser manifiesta en ningún momento. Atacando en posicional, con el pie derecho de Rosales para cargar la zona de remate, el RCD Espanyol se acercó varias veces al área de Oblak, pero apenas lo intimidó. El Atlético de Madrid se llevó los puntos, sigue invicto como local en esta Liga (7V/2E) pero este 1-0, analizando en perspectiva, no trae ninguna nueva noticia a lo ya bien conocido a estas alturas de la temporada.
Faetón 23 diciembre, 2018
@Carlos, @Andres Madrid
Tenia la impresion de que mis objeciones a vuestros habituales comentarios tenian un razonamiento detras, mas alla de que éste se pueda compartir o no.
Pero bueno, todo llega a su fin. Hace unos días a Carlos le sorprendía "la mediocridad en la mentalidad de algunos colchoneros" .
Ahora leo a @Andres Madrid y los ratos incómodos que confiesa pasar…
En mi opinion el Atleti se encuentra en una crisis de crecimiento. Creo firmemente que lograr consolidarse entre los 16 mejores, debiera ser su objetivo. Que para completar ese proceso Simeone es la llave y no el problema. Desde el máximo respeto a otras opiniones.
Y que si nos centramos solo en el desarrollo de la presente temporada, si en septiembre-octubre-noviembre-diciembre señalamos al Cholo como una rémora deberiamos aplicar el mismo criterio al Ancelotti de la primera temporada en el Madrid o al Luis Enrique de la primera temporada en el Barca: dos equipos que rompen a jugar en enero y levantan la orejona.
Pero, cuando lo que uno interpreta como argumentos, otros lo califican de mediocridad y de imposibilidad de establecer un debate, me queda claro que efectivamente algo no encaja.
Un abrazo a todo el Equipo de Ecos.