Desde lo simple, la victoria, lo más importante, hasta un cómo diferente, el Rayo Vallecano se fue al parón navideño con buenas noticias. De un lado, aunque tras tres derrotas, no pasó tanto tiempo entre su primer triunfo en la categoría y el segundo, y por el otro, supo competir utilizando un sistema, el de tres centrales y dos carrileros, que se está empleando continuamente en el campeonato español y que, además, se está entendiendo, por parte de quienes no lo tienen como su plan principal, que la mejor manera de hacerle frente es copiarlo. Son muchos los ejemplos que existen en los que se comprueba que ante un dibujo así, toca poner la hoja de calco. Aunque Paco López formó su 4-4-2, el Rayo sacó partido de ello.
Michel utilizó un 3-4-3 ante el levante de Paco López
La lectura que sacó Michel, de igual forma, abre las puertas a una posible continuidad de dicho sistema tanto como las puede cerrar para recuperar línea de cuatro, si bien, dadas las características de sus hombres exteriores, el tema puede que encaje mucho más de lo que podría pensarse en un principio. De atrás hacia adelante, se suman varias cuestiones que pueden permitir al Rayo potenciar determinadas piezas y solucionar las dificultades defensivas que estaba encontrando su plan con balón y su debilidad en área propia. Una de los principales problemas de los franjirrojos era lo lejos que estaban las piezas tanto en los momentos ofensivos como en los defensivos, así como cierta incapacidad en determinadas zonas para ganar los duelos individuales.
Empezando por el principio, atrás gana una pieza fija en el área, un rasgo intrínseco al sistema, que posibilita corregir errores o sumar efectivos ante un centro lateral o un envío frontal. De la mano, sus laterales más utilizados, Advíncula y Alex Moreno, no siendo certezas defensivas, con problemas para recuperar posición o medir los espacios en defensa, quedan liberados para lo que mejor saben, acudir al espacio y generar situaciones de peligro a gran altura. Eso se tradujo en las estadísticas, pues el conjunto de Michel tiró más que nunca esta temporada (18 tiros) por los 12 que promedia en esta Liga. Y es que la capacidad que tuvo para traducir en disparo su gran aval estadístico, el regate, seguramente tenga un valor relevante a la hora de sacar conclusiones.
«El sistema dependerá de los contrarios a los que nos enfrentemos. El Levante ha cambiado de sistema y nosotros también. Para Álex es mejor tener tres atrás pero a lo mejor para otros no. Ha salido bien porque hemos hecho muchas cosas bien con este sistema. pero con otros también lo hemos hecho. El jugador tiene que creer en ganar su duelo y ya está».
El Rayo es el equipo de las grandes ligas que más regatea, con casi 14 regates por encuentro, pero su capacidad para generar ocasiones de gol no es consecuente. Dando más libertad a sus hombres de banda, fijándolos más arriba, y cerrando a Embarba y García, para ganar juego interior, permite al Rayo ser el equipo que quiere en ataque, consiguiendo acercarse a quien quiere ser en defensa. Si la principal dificultad rayista ha sido ordenarse y encontrar equilibrio, este dibujo mata varios pájaros de un tiro de cara a la segunda vuelta.
AArroyer 28 diciembre, 2018
Me parece que vamos a ver este sistema más de una y de dos veces, tanto de inicio como siendo ajuste empezado el partido. No creo que el Rayo pierda identidad con él, para mí, gana más que pierde, por su fragilidad defensiva y por las particularidades de sus laterales, que son más bien desordenados.