Ante los ojos de la Liga española, una de esas duplas que pueden calar hondo. Gerard Moreno y Karl Toko Ekambi enumeran muchas de las características que han definido el ataque del Villarreal del 4-4-2 clásico con el que crearon escuela. El último de ellos, el que comandó Marcelino García Toral con Roberto Soldado y Cedric Bakambú. Si bien la pareja actual guarda similitudes pero también diferencias, se hace fácil asociar ambas duplas por el mero hecho de que el submarino recupere una estructura de dos puntas que tantas señas de identidad les reporta. Sea en rombo, como le gustó a Calleja en el primer semestre, o con la medular en línea, tan característica en sus mejores años, la doble punta, por las características de sus integrantes, da para ilusionar a los suyos.
Gerard Moreno deberá ser el estandarte amarillo
Será importante por tanto comprobar qué configuración será la elegida por Javi Calleja, pues el rombo no parece el dibujo más propicio para una coyuntura en la que ya no está Rodrigo Hernández, un mediocentro con mucha facilidad para batir líneas o para filtrar balones a un mediapunta, y en la que sí consta Gerard Moreno, un segundo punta que gestiona los ataques por detrás de un ‘9’ y que podría encontrar dificultades para encontrarse con la pelota en apoyo si la misión es compartida con un ’10’. Porque el Gerard que hoy llega al estadio de La Cerámica es un futbolista al que el colectivo debe mirar y potenciar. Su fútbol puede adaptarse a futbolistas más específicos pero su momento deportivo, siendo, libra por libra, uno de los mejores jugadores de la pasada liga, está para asumir el liderazgo táctico del proyecto.
Moreno se ha descubierto como un jugador tremendamente productivo en situaciones de inferioridad, tanto individual como colectiva. Poco le ha importado recibir lejísimos de portería y que a su alrededor tampoco tuviera la profundidad que se le presuponía al sistema espanyolista. Gerard recibía, iba echando ingredientes por el camino, un poco sal, levadura y agua, para inventarse ataques que, además, finalizaba él mismo. Un recetario demoledor para sumar y mezclar calidad en el juego, capacidad de supervivencia y repertorio en el área para sumar cifras. Sea con espacios o tocando en la frontal, Gerard está para todo. Es un fenómeno.
Ekambi no es el clásico ‘9’ de movimiento al espacio
A su lado, aquí se introduce el matiz, no tendrá un ‘Bakambú’, en el sentido más frontal, vertical y puro de la comparación. Cedric fue para Calleja una oportunidad para jugar al espacio con mucha continuidad; recuperar rápido y lanzar o tocar desde atrás y batir líneas con rapidez para conectar con Fornals y ponerla a la espalda de la zaga. Po su parte, Toko Ekambi es un jugador de grandes posibilidades en el cambio de ritmo o en el desmarque más determinante, pero es un jugador que necesita contactar mucho con la pelota, que fabrica jugadas propias en los costados, una razón que no entraba en el fútbol de Bakambú. No es casualidad que el Villarreal haya intentado y podido juntar a dos jugadores así. Si Calleja da con la tecla y los jugadores se entienden,
Javier Cordero 25 julio, 2018
Si el Villarreal lo dejó ir en su día creo que fue por tema de velocidad de piernas, por aquel entonces era un equipo que jugaba con una marcha que Gerard físicamente no podía estar a la altura. Ahora por lo que parece se tiene un equipo que puede permitirse parar un poco más y ahí el ex del Espanyol no solo puede distribuir como si fuera un centrocampista más, ahora le pueden favorecer la llegada y el remate. Es más afín a la versión 2018 que a la de hace 2-3 años