El fútbol de hoy demanda a los grandes equipos, los que salen a dominar en todos los campos por las exigencias de un guion cuyo final desemboca en la consecución de ligas y Copas de Europa, involucrar en todas las fases a todos los futbolistas, desde el portero al delantero, sumando por ejemplo un plus con el balón el primero o presionando y ofreciendo toques fuera del área el segundo. Por supuesto, también a ambos laterales, figuras que han tenido un peso indiscutible en los títulos más relevantes de los últimos años. Jugadores como Dani Alves, Marcelo Vieira, Philip Lahm, Filipe Luis, Dani Carvajal o Jordi Alba han tenido un papel preponderante y diferencial en los sistemas tácticos de los mejores equipos del mundo. Y como la competencia interna es un axioma básico de toda gran plantilla, cualquier movimiento que acometan dichos clubes no será mediano. Los laterales están siendo fundamentales en los éxitos del Real Madrid y en ese contexto llega Álvaro Odriozola.
Del lateral moderno se solicita que en cualquier momento pueda vestirse de lo que requiera la jugada. Si el balón y el juego necesita que el lateral rompa al espacio o suba metros para encarar en aclarado como un extremo, deberá hacerlo. Si el mediocentro le busca en salida para desahogar y salir por fuera para cruzar la divisoria sin dificultades, como haría un centrocampista, el lateral deberá hacerlo. Y si una contra rival necesita de un lateral que cierre el segundo palo regresando en velocidad para evitar un gol o saber defender un uno contra uno en banda con tal de ayudar a que su equipo se ubique y se fortalezca en el área… deberá hacerlo. Lopetegui y el Real Madrid, entrenador y club que se entienden por hablar el idioma de los equipos protagonistas, con mucho pasador y sistemas basados en crear superioridades con la pelota para atacar y recuperar en campo contrario, necesitan a laterales, en presente o en potencial, como el lateral vasco.
Odriozola encarna al lateral presente y ofensivo de hoy día
Por lo visto en su andadura en San Sebastián y en su rol con las diferentes selecciones nacionales, sub-21 y absoluta, Odriozola es uno de esos laterales que está habituado a comenzar y finalizar muy arriba todas sus acciones. Y además, como matiz más importante con respecto a sus compañeros Marcelo y Carvajal, todo lo hace principalmente por fuera. Álvaro se caracteriza por recibir siempre muy abierto y por profundizar siempre por el exterior; rara vez incurre por zonas interiores cuando cambia de ritmo, ni tiene los recursos individuales para venirse por dentro y generar una jugada de la nada. Su fútbol es más definible que el de Marcelo y más ‘extremo’ -por posición- que el de Carvajal.
Por tanto, Lopetegui puede buscar y hallar en él un futbolista insistente en su subida, de un primer paso formidable para sacar ventaja en pocos metros o para desbordar y profundizar con su rapidez de piernas y su escurridizo cambio de dirección en el último momento. A nivel ofensivo, Odriozola sabe arrancar, y de qué manera, para desbordar a su par. Y eso, ya solo por imantar una ayuda del rival para que no le ganen línea de fondo, supone una ventaja nada desdeñable. En el dos contra dos, su mayor virtud es entender la pared y distanciarse o juntarse de su compañero para ofrecerle un apoyo o limpiarle una marca con una ruptura hacia portería. El exdefensor txuriurdin encarna esa figura de lateral muy abierto en posiciones muy ofensivas para facilitar el demoledor cambio de orientación del que dispone el equipo blanco como permanente punto de desahogo.
En defensa, Odriozola no marca tantas diferencias
En salida de balón, esa amplitud y ese posible cambio de ritmo suenan más diferenciales en transición que en posicional, donde no es un recurso que elude por sí mismo constantes presiones. No es un déficit en comparación con sus compañeros, pues las virtudes individuales de su alrededor son difícilmente igualables. Y es en la salida en tromba o en cabalgada donde puede ser un motor muy agradecido para contrarrestar pérdidas defectuosas del oponente. Si por algo destaca Odriozola es por ser un lateral muy profundo. Velocidad, amplitud y profundidad en el uno contra uno son sus mejores avales.
A nivel defensivo deben constar dos cosas. Una, consecuente de su vocación ofensiva, pues para sacarle el mayor jugo, compensa ubicarle arriba, marcando diferencias con su par en velocidad y ruptura o desborde, lo que genera espacios a su espalda. El otro tiene que ver con situaciones defensivas más estáticas. En el lado fuerte muestra dificultades para el quite, medirse en el choque o solucionar por técnica defensiva -yendo al suelo- o anticipándose por agresividad, mientras que como elemento defensivo en el lado débil encuentra problemas para enfrentar jugadores agresivos y físicos que cargan el área. Entre todo esto, queda por aclarar cómo se adaptará al contexto que maneja el Real Madrid día a día y lo que ello supone a nivel táctico y psicológico. Un reto para un jugador que cuenta con virtudes destacadísimas que le ayudarán por el camino.
Andrés Madrid 23 julio, 2018
A mí no me preocupa tanto lo de que no defienda nada bien. Al fin y al cabo puede mejorar un poco, y aunque de seguro nunca llegue a destacar defendiendo, es como lo de Marcelo: Si marca diferencias ofensivas buscas la forma de compensar su dejadez defensiva.
En lo que si tengo más dudas es en : Cuánto pueden convivir 1 Carvajal, que ya es TOP 2 de la posición, y Odriozola, que tiene gran proyección? Sobre todo por el tema de que solo se llevan 3 años de diferencia de edad