A pesar de vivir la era del centrocampista pasador, de la era dorada del jugador que representa el orden y el dominio en sus equipos, no son muchos los organizadores puros que se diferencian de otros por su condición de cerebro. El debate por seleccionar y ubicar a grandísimos jugadores dentro de una tipología tan selecta como exigente sería tan profundo como apasionante y seguramente subjetivo. Y no es un tema de calidad, sino de diccionario. En la selección española, Julen Lopetegui dispone de una lista de centrocampistas absolutamente extraordinaria, con verdaderas leyendas del balón entre ellos, pero puede que ninguno responda al término organizador o cerebro como el madrileño Dani Parejo.
Expresar a qué se debe dicha condición con un simple dar el pase que toca deja algo vendido a un centrocampista que precisamente no deja vendido a nadie. La labor de un organizador puro es procesar con una mirada y un pestañeo lo que pasa cuando da un pase, las consecuencias que tiene, valorando continuamente el coste de oportunidad de cada acción. El talento para el pase es igual de importante que la noción del juego, una cuestión que en Parejo llegó de la mano de Ernesto Valverde. El de Coslada siempre tuvo una capacidad innata para entregar el balón en condiciones fantásticas pero elaborar jugadas dentro de un sistema se gana en base a la experiencia. Quizás por eso pueda ir a Rusia.
«Cuando estás solo de seis muchos jugadores se te meten a la espalda. Pero, al final, en eso consiste el juego de posición. En que cuando estés atacando también tengas que estar defendiendo: eso es la vigilancia. Hay que estar muy cerca del rival porque cualquier ataque puede acabar en un despeje. Si estás bien colocado tienes una probabilidad muy alta de que te llegue el balón a ti, que conlleva seguir atacando, o si no te llega a ti, de estar cerca y poder apretar esa pérdida, robar, hacer falta… Es una de las facetas más importantes del juego».
Y seguramente, también, con la progresión que ha llevado de la mano de Marcelino, Dani Parejo pueda ser hoy pivote de un 4-4-2 y responsabilizarse, con un aplomo y una seguridad dignas de su puesto, del proyecto valencianista y de su posible concurso con Lopetegui. Según estadísticas de ‘Fútbol Avanzado’, el mediocentro del Valencia es el organizador de la Liga que más porcentajes de pases da sobre el total de su equipo, con un 17,5%, una cifra muy elevada para un equipo que ha confiado en Parejo como elemento solitario en su esquema de juego. Parejo no tiene a su alrededor pasadores, sino mucho talento y de muchos tipos. Él activa a los Moreno, Guedes o los laterales.
Ha dado más asistencias que en ninguna otra temporada en su carrera, roba más balones que nunca, pierde menos que nunca y da siempre el pase correcto, el que ordena a sus compañeros y los posiciona en el lugar adecuado: bate líneas, maneja uno o dos toques en campo contrario, conduce en el propio para dividir la posible presión, tiene pase largo y es agresivo con la pelota cuando el rival queda malparado. Como los de su perfil, nunca falta ni sobra nada cuando tiene la pelota en el pie.
Foto: JOSE JORDAN/AFP/Getty Images
AArroyer 25 marzo, 2018
¿Cómo veis vosotr@s el debate del organizador/cerebro?
Quizás sea algo muy subjetivo, pero definir a un organizador puro, desde el pase, únicamente desde el pase, porque hay jugadores que organizan con su movilidad y su presencia (Isco), pero desde el pase, creo que sólo Parejo me parece un cerebro. Aunque sea inferior a los demás.
Me parece un debate muy apasionante.