Today is gonna be the day that they gonna throw it back to you… suena en la distancia y se confunde con un Mel Gibson albiazul que nos cuenta que puede que nos quiten la vida, pero nunca nos quitarán la libertad. George Weah corre como una pantera en San Siro y pensamos que estamos viendo Jurassic Park hasta que aparece Ronaldo y nos damos cuenta de que el futuro ya está aquí. Es la década de 1990 y los extremos están tirados en el mismo lugar que los pantalones bota de campana porque lo que se lleva son las parejas de delanteros: y bailan Bebeto con Romario y Raúl con Zamorano, piezas de colección para nuestra memoria que hoy recuerda con añoranza cuando el ‘7’ y el ‘9’ tiraban una pared en la boca del área y en Sudamerica un tipo grandote se subía al alambrado luego de abrazar a un pitufo al que le sacaba medio metro. ¿Veinte años no son nada?
Las parejas de delanteros han caído en desuso en la última década
Como el cassette de Peter Quill en Guardianes de la Galaxia, el Mónaco de Leonardo Jardim presionó los botones de la nostalgia la temporada 2016-2017 con su 4-4-2 anacrónico. Radamel Falcao y Kylian Mbappé salieron de caza como Romario y Ronaldo en 1997. El veterano y el novel formaron un idilio carismático y ganador que contrastaba con todo lo que hacía el resto de equipos de la Champions League. Sin extremos y con doble delantero, se plantaron en semifinales jugando como se jugó en otra época: los dos puntas se repartían el espacio y el trabajo sobre la defensa, uno más móvil que otro, mientras eran los laterales los de la profundidad y la amplitud, y dos mediocampistas por detrás de ellos armaban juego.
Fast-forward cinco meses y tres de las seis piezas nombradas ya no están en el Principado. Reemplazarlas no era fácil, pero el club rojiblanco lo ha intentado como mejor ha podido y como mejor sabe: con jugadores cuyo talento debería corresponder al de clubes con mayores aspiraciones, pero bien sea porque es muy pronto o muy tarde, Mónaco se ha convertido en su casa: así llegó, por un lado, Youri Tielemans, y, por otro, Stevan Jovetić. El montenegrino, tras seis meses liberadores con el Sevilla, llegó al Louis II con la misión de reemplazar a Mbappé y completar el dúo de atacantes con el depredador colombiano. ¿Quién iba a decir en 2015 que Falcao y Jovetić formarían una delantera más que ilusionante? Las lesiones habían marchitado el imperial fútbol de ambos jugadores, pero después del curso anterior, las alarmas se han disparado, sobre todo en el caso de Radamel: son de los mejores del mundo.
A ojos de 2017, el encaje de Falcao y Jovetić no es inmediato
Y van a jugar juntos. Unir dos talentos de esta naturaleza siempre es una noticia de impacto, aunque no deja de existir un halo de duda sobre su rendimiento. El fútbol contemporáneo mira con recelo que dos delanteros tengan que repartirse el espacio de uno solo. El año anterior, la velocidad y los anchos movimientos de Mbappé daban sentido a la relación… con Jovetić se habla de otra cosa. El ex Inter de Milán es un mediapunta que carril central y frontal del área. Sus caídas a bandas son testimoniales y su movilidad en cuanto al juego, como la de Falcao, está basada en apoyos hacia el mediocampo. ¿Son compatibles? ¿Pueden jugar juntos y no entorpecerse? La experiencia de Falcao García con Teófilo Gutiérrez, un jugador de características similares a las de Jovetić, en Colombia siempre ha sido positiva, aunque de más no está decir que el fútbol de selecciones responde a unas condiciones muy determinadas. La Champions League es otra historia y ahí es donde deben marcar diferencias. En su partido de presentación, el fin de semana ante el Strasbourg, dieron muestras de que se pueden entender: compartieron los mismos lugares dando vueltas como una pareja de baile. Jugaron como hacían los delanteros cuando en la radio se escuchaba Oasis.
danityla 20 septiembre, 2017
Precioso.
Falcao está en plan top 3 delanteros del momento. Cuando ha estado bien ha sido el mejor en el área y ahora se esfuerza en recuperar un nivel que no debió perder nunca.
Aún espero poder jugar una final de CL con él en mi equipo.