Quique Setién es uno de los entrenadores españoles más suscritos a la cultura del juego de posición y posesión. La idea que impregna su filosofía es que una colocación óptima y prediseñada de los jugadores favorecerá la fluidez de la circulación y por ende el nivel global del equipo, y para ello es clave que sus hombres asimilen que, a menudo, lo mejor que se puede hacer para jugar a la pelota consiste en alejarse -o quedarse lejos- de ella. Si lo aplican, aunque así tarden más en recibirla, lo harán en condiciones más ventajosas.
A causa de esto, la UD Las Palmas de Quique Setién alcanzó una de sus regularidades más asentadas cuando el extremo El Zhar formó parte de su alineación tipo. Dentro del caos organizado que simbolizaban Roque Mesa, Vicente y Viera, que recibían un extra de libertad porque eran capaces de administrarla con equilibrio, tener un hombre fijo y siempre disponible en un mismo lugar significaba un alivio para la memoria del conjunto que volvía más fácil jugar bien. Y eso es lo que persigue el nuevo técnico del Real Betis con la contratación de Cristian Tello.
Setién querrá desatar al Tello de la Fiorentina, no al del Porto.
Cristian Tello ha mostrado dos versiones bastante distintas desde que se marchó de España. Primero probó fortuna en Portugal y vestido con la azul del FC Porto frecuentó zonas interiores como si fuese, tácticamente, algo mucho más global que el especialista que se presentó en el Camp Nou con un repertorio reducido a dos jugadas: el recorte largo hacia fuera para desbordar por velocidad hacia línea de fondo o el desmarque a la espalda del lateral-central derecho para definir en mano a mano contra el portero. Pero en fútbol, eso de que quien mucho abarca poco aprieta también se cumple, y no por hacer más cosas fue necesariamente más jugador.
Para Setién, el Tello interesante de verdad será el que se ha visto en su reciente etapa en Florencia. Tanto en banda izquierda como en banda derecha -versatilidad que será jugosa para el Betis-, el chico ha recuperado los principios del juego de posición esperando el balón en lugares más fijos y lejanos, sin un hambre desmedido por cogerlo cuanto antes. Como plus con respecto a sus primeros años en el Barça prevalece su mejoría técnica, que se percibe tanto en el control del cuero como en el chut de media y larga distancia o los centros al área, lo cual le transforma en un hombre más imprevisible cuando encara a su adversario, volviendo su jugada arquetípica, la salida en largo hacia la línea de fondo, un recurso aún más eficaz.
Tras descubrir fuera de la Liga quién es su yo definitivo como jugador, Tello ha regresado a España preparado para ser una pieza muy fiable al servicio del plan de Quique Setién en este nuevo Betis.
Foto: Gabriele Maltinti/Getty Images
AArroyer 9 julio, 2017
Como todo lo que está haciendo el Betis, fichaje que potencialmente suena francamente bien. Setién necesitaba determinados perfiles y los está completando de cara a su modelo de juego. Yo también pienso que el mejor Tello que puede encontrarse el Villamarín es el del primer Barça: abierto, con uno contra uno y buen disparo.