La Sub-21 de Celades se está caracterizando por esa sensación de que la suma de individualidades justifica más y mejor sus grandes resultados que el equipo que componen entre ellas. No en vano, la virtud colectiva más obvia hasta ahora ha sido su enorme pegada. Estos credenciales representan razones suficientes como para que España obtenga el título, pero también es cierto que lo de alcanzar un juego más coral supone una asignatura pendiente. Como prueba del déficit, la pareja formada por Héctor Bellerín y Gerard Deulofeu.
El atacante catalán ha brillado este curso en San Siro a partir de una libertad de movimiento más amplia de lo habitual en su carrera, pero en el esquema de la Selección ocupa un rol más posicional quizá con el ánimo de compensar el total margen de maniobra que sí se le ofrece a Marco Asensio en el otro sector. En cualquier caso, la movilidad de Deulofeu en el Milan era algo difícil de extrapolar a un sistema que no perteneciera a la Serie A italiana, donde el crack, desde tiempo inmemoriales, se ha movido en busca del balón para recibirlo en cualquier circunstancia y marcar la diferencia desde ahí, en lugar de para, como en España o Alemania, recibirlo en buenas condiciones y equilibrar el sistema ofensivo. Sea como fuere, el hecho es que Gerard está siendo un extremo relativamente clásico que, en lo táctico, no está trabajando de ningún modo para liberar el espacio a un lateral derecho que es todo velocidad y precisa de que se le cree el pasillo, como es el ya mencionado Héctor Bellerín. De ahí la impresión de atasco que expide un sector que, por calidad y experiencia, debería ser decisivo en favor de un conjunto Sub-21.
Álvaro Odriozola apunta a ser un futbolista muy, muy especial.
Este tema saca a colación un posible debate que podría emerger a la largo de la próxima temporada en el seno de la Real Sociedad. La irregularidad de Carlos Vela no ha parecido por el momento algo que le haya restado peso en el sistema principal del buen equipo de Eusebio, la banda derecha ha sido suya en propiedad, lo cual ha evitado incluso la reflexión sobre si podría ser ese el sitio para una explosión definitiva del canterano Mikel Oyarzabal. El punta vasco destaca por su capacidad para mantener la precisión en jugadas de ritmo alto y por la inteligencia de sus movimientos -tratándose de un futbolista agresivo, domina muy bien los apoyos entre líneas-, y es ese juego sin balón el que se prestaría como un recurso interesante de cara a compatibilizarlo con el huracán futbolístico que simboliza Álvaro Odriozola como lateral. El recién renovado es uno de esos cracks con verdadera iniciativa, de los que tocan pelota muchísimas veces e intentan crear algo en cada una de esas participaciones, y buscar desarrollar una sociedad entre él y un hombre con talento para producir desde los desmarques es una idea que, como poco, da para echar la imaginación a volar tanto en clave Sub-21 como en clave Real Sociedad.
Foto: MIGUEL RIOPA/AFP/Getty Images
Coronel 24 junio, 2017
@Abel Rojas
Una pregunta: ¿Y no sería mejor colocar a Marco Asensio en el sector derecho y a Deulofeu en el izquierdo, ambos a pierna cambiada? Yo pienso que seria mejor en todos los sentidos. Asensio con su zurda buscando el centro y poniendo su fútbol, algo más liberado… Deulofeo lo veo mejor en la izquierda, como más impredecible. Y luego el lateral derecho, en este caso Héctor Bellerín, tendría más espacio para aparecer por el carril derecho. (Yo pienso que ambos a pierna cambiada, se aprovecharian mejor las bandas y la subida de los laterales)
Por otro lado decirte que Odriozola me gusta mucho, es un jugador muy rápido y de grandes fundamentos, pues se le ve muy vivo con el balón en los pies y se asocia bien, tiene dotes. Apunta muy alto, la verdad. Y sobre Bellerín, decirte que no me convence tanto. No digo que no me guste, pero a día de hoy prefiero a Odriozola de largo. Y mi pregunta es… ¿No ves a Bellerin algo sobrevalorado? Es un jugador que está en muchas agendas y bajo mi punto de vista hay mejores opciones en el lateral derecho por calidad.
Gran articulo.