El Chile-Alemania de la Confederaciones no fue un partido típico de esta competición. Ambas selecciones mostraron ser equipos hechos tanto por sello como por sistema, y se tomaron el encuentro con la seriedad de quien quiere demostrarse cosas a sí mismo. Y más allá de la notable calidad de lo presenciado, lo que llama la atención es la fidelidad que se profesa esta Alemania del siglo XXI.
De sobra se sabe que la personalidad de Chile radica en un espíritu combativo que, en fútbol, se cristaliza en una presión numerosa, ordenada y asfixiante. Y aunque se esté en el mes de junio y disputando un torneo que no es ni la Copa América ni un Mundial, los de Pizzi expusieron cada credencial suyo. Ante ese grado de intensidad, lo normal es ser dominado y cometer un montón de pérdidas de balón, pero la selección campeona del mundo, pese a presentar un equipo «B», supo convivir contra la exigencia roja. El eje compuesto por el mediocentro Rudy y Stindl entre líneas, con Can vigorizando la propuesta ofreciéndose todo el rato, no sirvió para girar la presión chilena y crear peligro pero sí para dotar a la posesión de una estabilidad mínima que siempre hace falta para que el partido no se vaya de control como les gusta a Arturo Vidal y Alexis Sánchez.
Mentalmente, Alemania es una selección de nivel superior al resto.
Este militarismo con el que Alemania sigue su modernista hoja de ruta resulta difícil de comprender. Sí se entiende en España, que sólo ganó de este modo y no sólo eso, sino que se convirtió, quizá, en la mejor selección de la historia, pero, ¿por qué Alemania, que ni ganó tantísimo, ni alcanzó ese nivel, y que ya triunfó a lo grande en virtud a otras normas, se mantiene tan fiel a esta nueva concepción futbolística? ¿De dónde saca la confianza para hacer este juego contra la infernal Chile incluso sin el concurso de varios de sus jugadores principales? Hay algo distinto en el fútbol alemán que, al menos en lo referido a selecciones, le hace superior. Su adaptación a cada tiempo no pide sucesos que reafirmen una fe. Sencillamente, confían en ser capaces de hacer aquello que toque en cada momento y lo acatan con un profesionalismo único en el concierto internacional.
Foto: Alexander Hassenstein/Bongarts/Getty Images
Felipe 23 junio, 2017
Pareciera que los jugadores de Alemania aun siendo tan jovenes, nacen con grandeza en las venas.Y es tal cual, y claro, que con calidad todo es mucho mas facil ¿eh? Que el equipo B de Alemania ayer perfectamente pudo ganarle a la A de Chile, que para mi tambien es TOP 5 de selecciones en este momento.
Y es que vamos, el otro año hay Mundial y mi apuesta para las semifinales es la de siempre: Llegarán Alemania y otros 3, como siempre