Jordi Alba, el hombre que siempre estuvo ahí | Ecos del Balón

Jordi Alba, el hombre que siempre estuvo ahí


La llegada de Luis Enrique a Can Barça inició un proceso de cambio que paulatinamente fue sustituyendo los principios más propios del juego de posición por un estilo más basado en la inspiración cuyos pros y contras han sido ya analizados en decenas de ocasiones. Sin embargo, proceder de una versión tan radical del juego de posición como fue el Barcelona de Guardiola, Tito y, aunque menos eficaz, el Tata Martino, llevó a que durante estos tres años siempre hubiera varios elementos ligados a esa cultura táctica de la que el equipo se iba desprendiendo poco a poco. Y así fue hasta que, hace algo más de un mes, el entrenador asturiano decidió mudarse del 4-3-3 al 3-4-3. O sea, así fue hasta que desapareció la unión entre Leo Messi y Jordi Alba.

El pase de Messi a Jordi Alba era la constante del FC Barcelona.

Su doble particularidad estribaba en que siempre se hacía la misma acción y en que se trataba de un movimiento muy vinculado al éxito, pues era muy complicado de defender. Por supuesto, se hace referencia a esos momentos en los que Messi aglutinaba la posesión en el sector derecho del ataque azulgrana, imantaba hacia sí la atracción de la defensa y Jordi Alba, desde segunda o incluso tercera línea, acudía a la espalda del lateral o el central diestro del adversario sin que nadie le viera ni pudiera seguirle. Durante meses, no existió un automatismo que le reportase al Barcelona más beneficios tácticos que este. En primer lugar, porque facilitaba la ganancia de la línea de fondo y de ese pase atrás que tantos, tantos goles ha significado para Messi y Suárez; pero en segunda y todavía más resolutiva instancia, implicaba el mecanismo de activación más sencillo que tenía su transición ataque-defensa para resultar fiable.

Jordi Alba era clave para que Busquets pudiera presionar arriba.

Saber, desde que ter Stegen tocaba el balón, que iba a existir un pase que Messi podría emitir en cualquier momento y que, fuera cual fuera la situación del juego, iba a provocar una subida de ritmo permitía al Barcelona tomarse con calma algunos ratos de posesión a pesar de que la idea de su técnico radicase en un ataque de alta velocidad con la intención de no dar tiempo al rival para que se reorganizase y, así, que la mortífera MSN aprovechase los espacios aún no cerrados. Pero cuando Messi decidía que la acción iba a ser en principio más sosegada porque su destino sería el desmarque de Alba, el Barça se reunía a su alrededor, se daba segundos para sumar jugadores en el campo del enemigo y obtenía así la primera ventaja imprescindible de cara a ejecutar una presión alta efectiva.

El siguiente paso consistía en girar a la zaga del contrario. El envío de Leo forzaba a darse la vuelta a todos los jugadores del rival, pues iba dirigido a una zona hacia la que nadie miraba, desencadenando que, en el momento del posible despeje -el escenario menos positivo para el Barça-, todos los rivales anduvieran de mirando en una dirección opuesta a la del despeje frontal mientras que los azulgranas, con Busquets a la cabeza, veían de cara la totalidad de la secuencia. Las opciones de dominar la segunda jugada y, por lo tanto, defender menos veces e hilar ataques consecutivos contra sistemas ya removidos previamente, crecían de modo exponencial, proporcionando un principio de equilibrio que, por ejemplo, ante el talento del Real Madrid, podría ser necesario. Más si cabe, cuando la improvisación no se verá inspirada por la magia de Neymar JR. Y más aún, cuando el extremo izquierdo del esquema, se llame como se llame, va a tener muchos problemas para suponer una ventaja en espacios abiertos contra el, hoy por hoy, tiránico Dani Carvajal.

 
 

Foto: David Ramos/Getty Images


5 comentarios

  • Larios84 23 abril, 2017

    Se supone que hoy el contexto no invita mucho a esa jugada arquetípica del primer Barça de Lucho, pero no es descartable esa jugada, lo que no se si renta más con André Gomes en esa posición de extremo izquierdo o con su compañero Alcácer. Quiero decir, con Paco la entrada de Alba debería ser más exterior, con lo que implicaría una entrada radiante y un pase al corazón del área para los Suárez, Andrés y quizás Paco. O bien que Alba sujetará algo a Dani al colocarse más exteriormente y fueran Andre o Alcácer quienes se la jugará frente a Nacho, en ese contexto, gana en altura el luso, pero la astucia de Alcácer podría penalizar más al madrileño.

    Aún así por ahí también andará Modric ayudando y quizás Asensio o Lucas Vázquez, veremos a ver…

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  • James McArthur 23 abril, 2017

    La baja de Neymar creo que plantea algunas incógnitas irresolubles en clave culé.

    – Neymar: Si el Barça intenta aprovechar este extraño vacío legal al que parecen querer apelar, podrían perder el partido por alineación indebida, lo cual, según cuál haya sido el resultado real, podría crear un clima insorportable. No creo que el Barça se la juegue así.
    – Arda parecía el suplente más lógico del brasileño (a principio de temporada); pero bueno, viene de lesión, sin ritmo, y de completar otro año absolutamente intrascendente.
    – Rafinha: Para mí, el suplente que ha mostrado mejores sensaciones este año, lesionado.
    – Paco Alcácer: Que supongo que será el elegido, al menos se ha mostrado fino y rápido en los últimos partidos. Me alegro, por él y por el equipo, pero no es un tipo que vaya a "rellenar la banda", sino que tenderá a caer al área.

    A Iniesta… en esta web parece que lo ven mejor de lo que lo veo yo. Lo veo físicamente justísimo, y de inspiración tampoco anda nada sobrado. Alba es un llegador, y un "matador" (pase de la muerte, disparo en llegada); pero no es un tipo para generar juego por la izquierda. La verdad, sin las cabalgadas de Neymar, se me antoja un sector bastante fácil de defender para Carvajal. Y con Casemiro barriendo el centro… buf. Lo dicho, la ausencia de Neymar hace al ataque del Barça bastante débil…

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  • MigQuintana 23 abril, 2017

    @Larios84

    Es verdad que sobre la teoría con Paco tendría que ser más exterior, pero en realidad cuando Alcácer ha jugado en banda le hemos visto muy fijo a banda. Como si hubiera nacido en el juego posicional. Y aun así, aunque se soltara, al final Neymar también se suelta mucho y Jordi Alba sigue realizando esa jugada. De hecho, los primeros instantes del Barça ante la Juve me encantaron por el impacto de Alba.

    @James McArthur

    Yo a Iniesta también le veo muy cortito. Muy, muy cortito. Aunque también te digo que los grandes partidos de Andrés son normalmente en el Bernabéu. Es el que mejor maneja los nervios del Real Madrid. El que más daño hace a su sistema nervioso. Sea como fuere, hoy va a estar muy, muy exprimido.

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  • esperanto3423 23 abril, 2017

    Dentro de que objetivamente es mala noticia para el Barsa la ausencia de Neymar creo que se puede sacar algo positivo, la posibilidad de recuperar viejas virtudes. Desde que esto es el barsa de la MSN el equipo es mas vertical, depende más de la calidad individual de sus delanteros que el juega posicional y el control del balón. Sin neymar parte de lo que justifica ese nuevo estilo se pierde y el barsa puede intentar parecerse más a lo que antes daba tan buen resultado. Yo sustituiría a Neymar por un centrocampista más, puede ser arda, denis suarez o incluso André Gomes, cualqueira de los tres puede retener el balón y darle algo más de pausa al juego. Tratar de defender y mandar a partir de la posición, sin afanes porque le llegue a la delantera.

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  • esperanto3423 23 abril, 2017

    Otra opción interesante, aunque seguramente muy improbable por extraña, un 3-4-3 con sergi y alba de carrileros, convirtiéndose en una linea defensiva de 5 cuando toque defender cerca de nuestro propio arco, con iniesta tomando el lugar de neymar en el ataque, esa linea de 5 podría permitir contener mejor al madrid en los momentos del partidos donde ellos ataquen.

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