La selección española sub-21 derrotó ayer al combinado italiano en Roma tras imponerse por bastante en el juego aunque, en términos objetivos, la diferencia fuera de un solo gol. Dicha circunstancia, que no es aislada sino continua, lleva a la reflexión sobre el poder goleador de la cantera nacional a lo largo de esta última década.
Con la inclusión de los dos nuevos cachorros del Athletic Club en la rueda de futuribles para la Absoluta, España vuelve a contar con una generación en la que, en todas las posiciones, suma chavales con potencial para acabar como titulares en un club que aspire a ganar la Champions: Kepa, Bellerín, Yeray, Gayà, Merino, Denis, Deulofeu o Asensio están en esa escala, y qué decir acerca de Saúl, Vallejo o Llorente, con quienes la sorpresa sería que no lograsen asentarse en la máxima competición. Sin embargo, sobre Mayoral, Bautista o Munir, como ocurriera con Morata, Alcácer y Rodrigo antes, o con Adrián en la generación previa, no hay esa expectativa.
Hay ejemplos que contrastan que el problema no está en el físico.
Intentar inferir una explicación no resulta fácil. Antaño, esquivando al excepcional Torres, fue verdad que los atacantes españoles partían de una inferioridad física con respecto a otras escuelas que limitaba su impacto, sobre todo porque ninguno conseguía marcar grandes diferencias por velocidad, pero la aparición de chicos como Deulofeu, Jesé, Mina o Morata, que son auténticas bestias físicas, desautorizan el veredicto de que ahí resida el problema. Quizá se trate de una mera cuestión de enfoque: se ha puesto tanto la lupa en el control del juego que, como contraprestación, no se está terminando de desarrollar como se podría el repertorio de aquellas promesas provistas del instinto depredador. Seguiremos vigilando…
Foto: LLUIS GENE/AFP/Getty Images
Rafa Peinado 28 marzo, 2017
¿Por qué metes en ese saco a Mayoral? No es crítica por meterlo, ni mucho menos, pero me gustaría saber el porqué y lo que piensas (y penáis el resto) sobre él. Está en el mismo saco que jugadores que le sacan al menos 2 años, y las sensaciones que dejó con la sub19 y con el Castilla son inmejorables. Con la sub19, siendo un año menor que el resto cuajó un torneo brillante, de 9 con movimientos muy interesantes y gol. Su temporada pasada con el Castilla, siendo aún juvenil, es buenísima también, y en un contexto totalmente distinto: jugó en banda izquierda casi siempre, en campos pequeños y muchas veces en muy mal estado y ante rivales veteranos, aguerridos y que le sacaban kilos, centímetros y muchos años. En definitiva, ¿por qué no le veis futuro de 9 titular de la Absoluta en 2-3 años como sí a Vallejo, Yeray, Asensio o Llorente?
Por otro lado también me gustaría saber vuestra opinión sobre los tres centrales jovenes. Es una posición que está produciendo aparentemente jugadores de más nivel que la del 9, pero desde Piqué no sale ningún central de Champions. Amat-Nacho-Bartra-Iñigo, al menos alguno de los tres se le intuía ese futuro, como antes a los Victor Ruiz, Botía y compañía. Son distintos los casos de Vallejo, Yeray y Meré a los de sus predecesores en las dos generaciones anteriores? Y en relación a estos tres, ¿a cual le veis más potencial central de equipo Champions?