Un zapatazo inapelable de Juan Guillermo Cuadrado decidió el encuentro más importante de la jornada en la Serie A, un Juventus-Inter que bien pudo ser uno de fase de grupos de la UEFA Champions League en su primera mitad, y en cuya segunda respondió más al desarrollo que da victoria tras victoria a la Juventus dominadora del fútbol italiano. Y es que aunque el Inter de Pioli se fue arriba y probó a Buffon, no pasaron demasiadas cosas. Sigue sin emerger el equipo que ponga nerviosa a la Vecchia Signora.
Es precisamente el sistema nervioso del campeón italiano el que perdura sobre todas las cosas, su constante vital como equipo, desde Conte hasta Allegri. Y el que volvió a permanecer para derrotar a un Inter de Milan que tenía las armas, a través de Icardi, Joao Mario y Perisic, para golpear la estructura bianconera, que saltó al césped con Cuadrado por derecha, Mandzukic por izquierda, como viene siendo habitual en el último mes, y Pjanic junto a Khedira, sin mediocentro puro. Los de Allegri, mediante la calidad de Dybala en el apoyo -rango de actuación en constante crecimiento-, la posición de Cuadrado -nunca ganaba línea de fondo- y la incorporación de Mandzukic al área, daban forma a la salida de balón y a la creación de ocasiones. Siempre con todo bajo control, la verticalidad del colombiano, el impetu de Sandro en izquierda y la teórica superioridad de Pipa y croata sobre Medel y Murillo, fueron las ideas que la Juve puso sobre la mesa para marcar el 1-0, su garantía de victoria.
La Juve replicó un partido que engrandece su estatus
En el ritmo alto, el Inter igualó fuerzas. Su transición defensa-ataque sí inquietó la zona del mediocentro, donde ni Pjanic ni Khedira mostraron solidez para frenar la salida de Joao Mario, siempre la primera fase del ataque, enlazando con Icardi y Perisic, los de más calidad, más cercanos a la portería local. El portugués pasa por un gran momento como mediapunta de Pioli y aunque no tuvo en Candreva el último socio necesario para dominar, pudo sumarse al gran trabajo de Gagliardini en la medular para contener el juego interior de los de Allegri y así transitar y hacer del choque uno repleto de alternativas. La Juve, siempre certera en el golpe piscológico y en manejar los detalles, coló el 1-0 a balón parado y en el minuto 44.
Así, en la segunda mitad decidió replegar, guardar fuerzas atrás y tratar esa fase del partido con cierto descaro defensivo, sin mayor intención que esperar y evidenciar la falta de creatividad en su rival, que por empuje exterior y elementos ofensivos -Éder, Palacio- jugó en campo rival y rodeó a Buffon sin la suficiente intimidación. Muchas veces, como en esta ocasión, no elogiar profundamente y con muchos adjetivos a la Juve es la mejor manera de hacerlo. Su partido ante el Inter ejemplifica lo que es como equipo, su dominio táctico y psicológico ante diversos escenarios. Su condición de campeón.
Foto: Valerio Pennicino/Getty Images
Andrés 6 febrero, 2017
Y esperando el regreso de Alves, que me parece todo un plus en clave Champions.
Pues de seguro es opinion particular mia, pero viendo las dudas que a día de hoy dan los favoritos, que creo que poco se ha visto antes que tantos candidatos a la Orejona lleguen a Febrero con tantas dudas en su juego, me atrevo a decir que cuidadito con la Juve, tapada y calladita