No sabemos si esta pregunta tendrá respuesta en algún momento de la temporada si con ella nos referimos a un jugador o jugadores concretos que hagan suyo el equipo de manera proverbial. No es que el campeón italiano no disponga de futbolistas de calidad que puedan explicar la progresión de la Juve 2016-2017, sino más bien el hecho de que la plantilla turinesa se define desde la horizontalidad de su propuesta, concepto que vuelve a estar muy presente en el arranque de temporada del equipo de Massimiliano Allegri. Reconocible por su particular ‘BBBC’ defensiva, por la calidad de Paulo Dybala, la llegada de Higuaín, el sentido del juego de Khedira o el salto de calidad de Dani Alves, la Juve sigue siendo de todos y de ninguno.
Teniendo en cuenta que la ‘Vecchia’ no busca dominar el juego a través de la pelota, sino desde la capacidad para despersonalizar los encuentros en base a su consistencia, calidad individual y poderío físico, todo lo que hace con balón no tiene rutinas de control y continuidad, sino de reacción a lo que sucede cuando toma una decisión. Se adapta si el rival le fuerza, no pierde compostura si el desacierto es total, espera su oportunidad y, sobre todo, lo hace generando nuevamente mucho por fuera. Allegri, que hoy convoca a Claudio Marchisio por primera vez desde su grave lesión, hombre que contextualmente y por omisión se convirtió en pieza clave, vuelve a darle una importancia secundaria a su centro del campo cuando tiene el cuero, siempre muy físico y a la espera de que su apuesta veraniega termine de asentarse para intentar proponer un toque diferente.
El mediocampo juventino no tiene mucho el balón
La marcha de Paul Pogba, independientemente del impacto continuado que el francés tenía en el juego de su equipo, obligó a la Juve a recomponer su medular con la llegada de Miralem Pjanic. El bosnio, que ha disputado sus minutos entre el mediocentro y el interior -dependiendo del tipo de presión del rival-, pasa por ser el argumento novedoso para explicar el comportamiento de su mediocampo. Pero Allegri, de momento, se lo está saltando, principalmente por los rasgos de un sistema y de unos compañeros muy agarrados a la mencionada horizontalidad y vigor físico. El técnico de Livorno ha repartido los minutos del pivote entre el ex de la Roma, Lemina y Hernanes, con Khedira y Asamoah completando la rotación en los interiores. Dichos de seguido, no hay excesiva novedad: el mediocampo responde más que cuestiona. Sus labores no se explican por el inicio ni la elaboración.
Para intentar discutir o modificar el planteamiento general, el que se está saltando a Allegri en este caso, no por desobediencia sino por meras señas de identidad, es Daniel Alves. Presto el carril central para la incorporación al área y el apoyo, la figura del brasileño está gozando de muchísimo protagonismo. Al ser la salida de balón más exterior, desde donde se crea la superioridad en mediocampo, y que las virtudes asociativas del aún formidable lateral siguen vigentes, el escenario da para que Alves marque un ritmo diferente. Así, la Juve más controladora se debe principalmente a todo el fútbol del ex del Barcelona. Dado que la plantilla es profundísima y de calidad en todas las posiciones, fomentando una competitividad que no cede terreno en un día a día de mucha superioridad, Allegri está variando el uso de los carriles. Pero cuando juega Alves, nadie la toca tanto como él.
Dybala viene pidiendo alguna idea que lo potencia y acompañe
La tercera figura, junto a Pjanic y Alves, que más puede transformar el juego de la Juve es su mayor talento, Paulo Dybala, al que si bien se ve favorecido de una referencia tan profunda e insistente como Higuaín, sigue teniendo que hacer demasiadas cosas y sin socios claros para marcar diferencias. Allegri le ha dado la libertad que le permite tener tanta gente fija a su alrededor, pero la poca definición de su equipo con la pelota, le obliga a hacer jugadas y apoyos en solitario que restan continuidad a sus acciones. Para paliar esta soledad debería de entrar la evolución de Pjanic y la salud de Marchisio. Si a su sobrada fiabilidad competitiva, la Juve logra darle ligereza a su ataque organizado, con esos cuatro hombres generando y Khedira y el ‘Pipita’ aportando profundidad, Allegri habrá ganado un registro para lo importante. Queda mucho para comprobarlo.
Foto: Valerio Pennicino/Getty Images
Andrés 15 octubre, 2016
Pues yo tengo que decir que en mi opinión personal, el plus de esta plantilla esta temporada se llama Dani Alves,no Higuaín.Si Alves logra mantener el nivel durante la temporada, de seguro es el mejor centrocampista de la Juve.
Y claro, yo hablo en clave Champions,no en Calcio, donde la Juve salvo milagro,tiene el titulo asegurado por el simple hecho que su plantilla está muy muy por encima imcluso de la segunda.Aquí es donde honestamente, yo no veo,por lo menos no al nivel que la mayoría,que Higuaín pueda ser un gran"plus" para la Juve.Y que a mi no me gusta hablar de precios de futbolistas, no me gusta enserio(!)y mucho menos el Ecos,pero es que a Higuaín se le ha fichado con un"ruido" que al parecer es un jugador capaz de ganar una para Champions para la Juve, cuando estamos hablando de un futbolista que no solo es que no decidió para el Madrid una sola eliminatoria de Champions,sino que por ejemplo ante Dortmund en 2013 y Lyon en esos octavos de 2009,"evitó" que sucediera.Y se que suena algo cruel todo esto con el Pipita.pero es una sensación que me da desde su fichaje, que el Pipita no es un gran plus como tanto se dice.Para mi el gran plus es Dani Alves(siempre y cuando se mantenga regular) y Dybala,el cual por cierto ya, a día de hoy me parece el mejor futbolista de la Juventus