Desde el lejano 19 de diciembre, fecha en la que el Deportivo se situó sexto tras ganar 2-0 al Eibar, Víctor Sánchez del Amo no sabe lo que es comenzar con buen pie la semana. El madrileño ya ni siquiera recuerda lo bien que pueden llegar a saber esos lunes que aún conservan el regusto dulce de la victoria. Esos lunes que se invierten en mirar hacia adelante y no hacia atrás. Esos lunes tan plácidos en los que el único problema es recordar al entorno del club que sólo hay un objetivo para esta temporada: la permanencia.
El Deportivo ha merecido más de una victoriaDesde aquella decimocuarta jornada, momento en el que el Deportivo era una de las grandes revelaciones del campeonato y Víctor SdA uno de los técnicos más elogiados, por no decir el que más, el equipo gallego acumula un balance de muchos empates (7) y bastantes derrotas (5). Y aunque en las últimas semanas sí que es cierto que el equipo ha empeorado, dejando un partido muy negativo en Bilbao, no se puede decir que estos resultados se correspondan con su nivel futbolístico. Éste se ha ido resintiendo poco a poco como consecuencia de la mala dinámica, pero no ha sido la causa de la misma. Y aun así, uno se para a repasar una serie de encuentros (Betis, Rayo, Valencia y Villarreal), al que bien se podría sumar el del Málaga de este sábado, y no se explica muy bien por qué el Dépor no ha ganado, al menos, un par.
Son muchos los detalles que pueden explicar esta situación.
Dicho esto, un equipo no se pasa casi tres meses sin conocer la victoria por pura casualidad, con lo que procede sumarse a la gran pregunta del momento en la Liga: ¿qué le pasa al Dépor de Víctor?
– La explicación de Víctor. «La victoria se nos está resistiendo a pesar de que el equipo la merece, pero la justicia en el fútbol la marca la efectividad en ataque y defensa, y eso es lo que nos penaliza», decía el madrileño hace unas semanas. En general, el discurso del técnico deportivista incide en un aspecto concreto: el manejo de los detalles. Ese intangible tan difícil de ponderar, esa virtud que convierte a un buen equipo en uno mejor y a uno grande en uno histórico. Ese «algo» que, como comenta Víctor, está provocando que el Dépor empate partidos que por juego y volumen de ocasiones debería ganar. Es el gol final del Valencia, los córners del Málaga o los fallos de cara a puerta ante el Betis.
– La explicación de Pedro & Lucas. Aunque los gallegos hayan sido superiores a sus rivales en Riazor, sí que es cierto que su nivel de juego ha empeorado. Por un lado, Mosquera ya no tiene la misma presencia ni el mismo impacto en los partidos. Sigue siendo muy importante, sin duda, pero ha pasado de parecer dominante ordenando a todos con sus pases a, simplemente, ser ordenado en su juego. Esto ha provocado que el Dépor defienda peor y ataque menos. Un problema que, quizás, ha derivado en que a Lucas le haya pasado algo parecido. Si antes intervenía 30 veces, ahora «sólo» lo hace 20. Es muchísimo, pero la diferencia se nota. Sobre todo en el juego de Luis Alberto o Fayçal Fajr.
– La explicación de Berizzo. Hace poco más de doce meses, el «Toto» dijo públicamente que entendía un posible despido. El Celta llevaba muchos partidos sin ganar. Jugaba bien, pero no ganaba. Y no ganar, a la larga, también te hace jugar peor. Es como un círculo vicioso en el que no ganar te lleva a jugar peor, lo que a su vez te aleja más del propio triunfo. Una circunstancia esta que parece que viene haciendo estragos al equipo gallego durante las últimas fechas, sobre todo a partir de la lesión de Sidnei. Sin el central brasileño, el Dépor ha pasado de empatar a perder porque ahora está quedando malparado tras pérdida y ya nadie está corrigiendo esta situación. Ni siquiera Arribas, que sin Sidnei parece la mitad. Sea como fuere, el hecho resultante es la obvia perdida de confianza que está experimentando el vestuario gallego y que, quizás, también explica por qué Víctor ha dejado de ser el entrenador más camaleónico del fútbol español.
La sensación es que una victoria lo cambiaría todo.
Para responder una cuestión tan complicada seguramente no baste con una única explicación. Incluso sumando las tres comentadas podamos cometer el descuido de quedarnos cortos. El fútbol es muy complejo. Eso sí, la medicina siempre es la misma: ganar. Una victoria siempre lo cambia todo, lo cura todo, como bien demostró el Celta de Berizzo en 2015. Hasta entonces, Víctor SdA repetirá «el mismo discurso» y seguirá buscando soluciones, como el 4-1-4-1 con Mosquera, Borges y Bergantiños que viene probando en los últimas días. Y esto no es que suene mal, pero ganar suena mejor.
Antonio 7 marzo, 2016
Quintana, teniendo en cuenta lo que comentas del hecho de que Lucas ha bajado el rendimiento (para mi, de esperar, sólo faltaba saber el cuándo, porque estaba a un nivel muy alto), y la ausencia de Sidnei y su impacto en Arribas, me viene a la cabeza uno de tus comentarios sobre el Levante pre-mercado invernal… Les falta de calidad o impacto en las dos áreas.
No comparo uno con otro, por supuesto, pero creo que es el mismo síntoma que ahora tiene el Deportivo. No juega ni bien ni mal, últimamente, y a falta de impacto en las áreas, decae…
Por supuesto, comparto al cien por cien la parte que mencionas de la espiral que decía el Toto, de que cuando varias veces seguidas pierdes (o empatas en exceso), acabas jugando peor, y acabas volviendo a perder… Pero bueno, a ver si Víctor encuentra la solución y vuelve ese Depor que nos gusta a todos!