Corría la tercera jornada de la Champions y el Arsenal FC la afrontaba casi al límite. Sus derrotas frente al Olympiakos y el Dinamo de Zagreg obligaban a los ingleses a batir a quienes llegaban al Emirates con el cartel de equipo más en forma de Europa. Y lo logró. Lo logró porque jugó mejor al fútbol durante 60 de los 90 minutos del encuentro.
Douglas volvió a regatearLa primera media hora fue la bávara. Wenger propuso un repliegue más observador que agresivo y eso dotó a Xabi Alonso de mucha libertad. El vasco se sintió cómodo y se aposentó en una posición bastante adelantada, cimentando un dominio táctico ciertamente rotundo. Sin embargo, el único recurso ofensivo que sacaba fruto del mismo era el uno para uno de Douglas Costa contra Bellerín, y aunque el éxito del brasileño se veía acompañado por la supremacía de Lewandowski y Müller en la zona de remate, ganar un partido de Champions a base de centros laterales en el año 2015 resulta muy complicado. El Arsenal salió vivo.
Alexis Sánchez y Theo Walcott voltearon la balanza del juego.
La pizarra cambió a partir de un ajuste ofensivo de Wenger: rebasado el primer tercio del envite, rompió su 4-2-3-1 original y formó una doble punta con Alexis Sánchez y Theo Walcott. A partir de ello, los gunners descosieron al Bayern Múnich haciendo gala de contraataques de alto nivel. Los pases de Özil, Cazorla y Ramsey, desde la izquierda, el centro y la derecha respectivamente, eran buenísimos, y tanto el punta chileno como el inglés gozaban de superioridad individual contra los zagueros de Guardiola. El duelo mantenido entre Alexis y Boateng en la izquierda pareció especialmente desequilibrado hacia el lado local.
Pep Guardiola ajustó y buscó solucionesGuardiola movió ficha tras el descanso buscando recuperar el control que se le había escapado -pese a que mantenía la posesión-. Para empezar, Thiago y Vidal cambiaron sus perfiles de partida; quedando el brasileño en la zurda de Alonso y Vidal en su diestra. El objetivo pareció doble. En pos de defender mejor, fijó al más posicional, que es Thiago, al lado del mediocentro de Donosti, ganando así un hombre más por detrás del balón que sumase contra los contraataques gunners. Y para atacar de un modo más eficaz, pidió a Vidal que se abriera a la banda derecha de tal manera que Müller, tras 45 minutos como extremo, incrementase tanto su juego entre líneas como su presencia en el área. Todo tenía mucho sentido. Pero no ruló.
Özil desempeñó un papel muy importante en defensa posicional.
Por último, cabe resaltar la actuación defensiva de Özil a partir de la lesión de Ramsey. El galés fue suplido por Oxlade-Chamberlein, que aunque haya jugado incluso en dobles pivotes, atesora alma de atacante, lo cual en teoría debilitaba la estructura del Arsenal. Y fue Mesut quien interpretó, de forma sorpresiva, que cuando el joven inglés se abría o subía demasiado, él tenía que pegarse a Coquelin y dibujar una medular de tres hombres junto al propio Francis y Santi Cazorla, ofreciendo ese plus de sostén al esquema de Wenger. El gol que anotara para rubricar la noche fue el broche de oro que mereció su oscuro pero crucial aporte. Como su equipo, Özil firmó un partido de hombre mayor. El Arsenal FC sobrevivió al primer match-ball europeo.
@miguelalarconfd 21 octubre, 2015
Que cambio de madurez mostro ayer el Arsenal. Primero lo de Ozil es de jugador maduro porque la estrella de hace unos años de blanco no hubiera defendido asi.
Y por otro lado me parece increíble lo de Cech. Cada centro alto en la primera parte se veia una tranquilidad en los centrales del Arsenal que solo muestran algunos porteros. Me recordo a esos momentos imperiales de Courtois contra el Madrid cuando el Atleti todavia parecia que se sentia inferior y los blancos cargaban de centros el area, Estaban Godin y Miranda que repelian todo, es cierto, pero tambien habia una torre para los momentos especiales.
Por eso creo que lo de Cech es proyecto europeo de mentalidad para los gunners