El tetracampeón cayó ante la Roma en un duelo que se inclinó del lado local por mera insistencia. La Juve aceptó un tipo de encuentro que se le volvió en su contra tras comprobar que su plan de ataque era impropio para un bloque tan retrasado. Nunca comprometió la salida local, volvió a la defensa de cinco a consecuencia de sus bajas en mediocampo y se mostró del todo inoperante cuando inició desde atrás. En cuanto a ritmo y profundidad, la Vecchia ni compareció.
El inicio de los de Garcia fue impetuoso, un adjetivo que repercutió en la altura defensiva juventina de los primeros diez minutos. Dybala y Mario, aún por casarLa Juve derivó el juego giallorosso hacia los costados y desde muy temprano aceptó abonarse al despeje del centro lateral, así como sobrepoblar el área y la frontal para esperar su momento. La Roma giró al campeón una y otra vez, lo que permitió recuperar la pelota con Nainggolan y Keita. Lo más reseñable de cara a futuro para los juventinos ocurrió precisamente ahí, cuando intentaba salir tras ser dominado.
La altura de sus laterales será más importante aún si cabe
Tévez no volverá. Y Morata partió desde el banco, lo que dejo a Allegri con su mejor opción, Pogba, siempre rodeado, y una dupla formada por Dybala y Mandzukic que casan más bien poco. Si el argentino tratará mientras progrese con el paso de los meses de interpretar el rol del Apache, Mandzukic no puede ser la profundidad ni el juego directo, por lo que recuperar la pelota a 50 metros del arco contrario no resulta buen negocio. Sostenerla y asociarse hasta que aparezca Lichsteiner, el hombre más vertical de los que parten desde atrás y por fuera, no parece una opción con Mario de hombre boya.
Su salida desde atrás y su ataque organizado se resumirá en centrales que rara vez sacan provecho de su conducción o su calidad en el pase, y un Padoin que es más tirita que parche del imprescindible Marchisio. Imaginar cómo profundizará la Juventus esta temporada si Morata no dispone de un papel preponderante será complejo de comprobar si no es a través de Sandro y Lichsteiner. También Khedira podría hacer las veces de Vidal en sus desmarques desde atrás y sus diagonales hacia las bandas. Todo ello dependerá de cómo saque la pelota jugada y la interacción de muchos jugadores nuevos. Asentar a Cuadrado sería un buen remedio, si bien implica un dibujo diferente. Massimiliano tiene que formar otro equipo.
@Javi15195 31 agosto, 2015
Segundo año consecutivo en el que la Juve debe evolucionar en su proyecto por causas mayor. Para añadir más inconvenientes, no ha podido contar con piezas importantes en este inicio. Entrando en detalle, la Juventus sí tiene hilo del que tirar para empezar el ataque, más allá de que sean métodos válidos para las ideas de Allegri. Pocos centrales en Italia producen tantas ventajas con balón como los Bonucci, Chiellini y Barzagli. Y si no quieren comprometerse porque no encuentran el enlace en el mediocampo, siempre tendrán a Mandzukic para saltarse el peligro y conectar con pocos pases y sin riesgo.
Basando mi hipótesis en el dibujo 4-3-1-2, la Juve es un equipo que se junta más en torno al balón y da más uso al pase corto. En principio, son varios los futbolistas que pueden tener más dificultades para sobrellevarlo: un Pogba como interior puro (sin arrimarse tanto a la cal), Mandzukic, Pereyra… Suponiendo que 16 o 17 equipos del Calcio van a esperar atrás a la Juve, mucho van a tener que producir para que los laterales tengan metros para correr. Ahora mismo Lichtsteiner, Evra, Asamoah o Alex son y han sido muchas veces las vías de escape de la Juve para abrir cerrojos. Otro año más, el suizo y su compi del otro lado van a ser un arma importantísima para los bianconeri. Hay que darles vía libre.