Fiiiuuuuuummm. Como un avión de combate, o una guadaña veloz, Iván Córdoba pasa como un borrón azul y negro en la cabeza. Siempre en lucha, siempre corriendo, siempre robando balones con maestría y velocidad. Quizá no fue reconocido unánimemente como tal por los vaivenes de su club, pero el colombiano fue uno de los mejores. Llegó con veintitrés años en Enero del 2000 al club lombardo y se convirtió en estandarte de la institución gracias a su don de mando, su increíble talento defensivo y su férrea lealtad que lo llevó a rechazar incluso al Real Madrid. Compartió zaga con grandes referentes del puesto de central y cuando se retiró en 2012 dejó huérfano al club. Atrás dejó una plantilla envejecida y maltrecha que en poco tiempo perdió calidad y jerarquía hasta el punto no sólo de abandonar los puestos de prestigio de la Serie A sino que se convirtió en un equipo más. Había que hacer algo.
Córdoba es leyenda del Inter de Milán; Murillo va tras sus pasos.
El Inter se ha reforzado bienPara esta temporada, el equipo neroazzurro no ha escatimado en gastos y a mitad de Julio ya se han hecho un equipo con el que debería poder aspirar, por lo menos, a volver a la Copa de Europa. Uno de los nuevos hombres del Inter es Jeison Murillo y su estampa trae enseguida a la memoria a aquel borrón azul y negro que también era colombiano. Al igual que Córdoba, Murillo se enfundará la elástica integrista con veintitrés primaveras en su haber. Es joven. Y también muy rápido. La apuesta de los italianos es nostálgica y no exenta de riesgo. La historia de Murillo apenas tiene un par de líneas escritas, menos de las que tenía el hombre con el que lo van a comparar durante el resto de su carrera en el Meazza cuando llegó a Milán; pero sin duda son suficientemente llamativas para haberse ganado el traspaso.
Jeison Murillo, se ha curtido en segundaA los dieciocho años, el Udinese que todo lo ve y todo lo escucha en el fútbol sudamericano, decidió apostar por él. No era el primer colombiano en llegar al club de Friuli. Para ese entonces, 2010, Cristian Zapata era el líder de la zaga del equipo y Juan Guillermo Cuadrado ya empezaba a hacer diabluras en Italia con los colores blanco y negro. El mismo verano que Murillo firmó por el club bianconeri, Pablo Armero y Luis Fernando Muriel harían lo mismo. El delantero, un año mayor, venía del mismo club que Murillo, el Deportivo Cali, una de las canteras más prolíficas del país. A diferencia de Jeison, Muriel sí había debutado profesionalmente, marcando nueve goles en diez partidos de liga, y seguiría jugando a ese nivel cuando, como es normal en Udinese, su nuevo club decidió enviarlos a ambos a Granada a que se foguearan. Muriel jugó con el primer equipo, que terminó ascendiendo, y Murillo lo hizo en el Granada B. Algo tuvo que haber gustado a los andaluces porque, tras el ascenso, Muriel partió a Italia, pero Jeison se quedó en España, cedido un año en Cádiz y otro en Las Palmas, donde se hizo un nombre en la división de plata. Sólo bastaron seis meses jugando con los grandes para que el Granada se hicieran con él en propiedad y dos temporadas después, Murillo finalmente llegó a la primera plantilla albiroja en primera división.
Cuatro años en España fueron suficientes para que el Inter se fijara.
Como él, su ascenso en el primer equipo fue muy rápido. De ser el nuevo pasó en un abrir y cerrar de ojos a ser uno de los mejores futbolistas de la plantilla y a ser considerado como uno de los defensores más prometedores del fútbol español. Héroe en muchas tardes para el club nazarí, Murillo destacó por ser siempre el primero en llegar a anticipar y el primero en llegar a corregir. Hace todo con velocidad, pero eso no lo hace perder el temple. Su carácter le hizo parecer más experimentado de lo que realmente es y eso le valió alguna que otra mala foto en una liga en la que juegan fenómenos. Aun así, su paso por el fútbol español no pudo estar más lleno de luces y un traspaso a un club grande estuvo siempre en el horizonte. Si llegó en buen momento es algo que tendrá que demostrar. Por lo pronto ya supo ganarse la condición de indiscutible en una selección Colombia que venía necesitando de centrales de su clase desde que Córdoba y Yepes dejaron de ser pareja. Ha llenado el hueco de Iván de un modo u otro. El Inter pagaría porque así fuera.
@DavidLeonRon 16 julio, 2015
Viene de dejar un aroma fabuloso en la Copa América. En España demostró que tenía cosas desde hace tiempo. Falta la duda del salto a un grande, a uno complejo como el Inter además.
A priori mezclará con un veterano como Miranda, no está mal.