Aunque los goles fueron de novela negra, con Beto firmando ejemplares en la noche de los libros, el Zenit de San Petersburgo dejó una más que notable actuación en su despedida de la UEFA Europa League. Villas-Boas echó el guante sobre Emery a raíz de la lesión de Pareja, y aunque las necesidades por marcar y dominar siempre dieron posibilidades a los runners sevillistas de resolver el entuerto, los rusos cayeron con honor. Fue un muy buen partido.
El Zenit tuvo que corregir las intenciones de su arranque
Hasta la aparatosa lesión del central argentino, el Zenit salió con una intención demasiado arriesgada para abordar una remontada de «1-0″. Saliendo con la pelota rasa en un 2-4-3-1, con Smolnikov y Criscito embocando todo el carril, A. Villas-Boas sí supo corregirVillas-Boas se estaba exponiendo a que Vitolo y Aleix tuvieran la primera gran ocasión del choque. Si uno observa la acción que precipita el penalty sobre Vitolo, verá que el propio Smolnikov lanza un desmarque por delante de Hulk, que recibe por dentro en apoyo, de poco sentido y enorme riesgo, abriendo una vía facilísima para transitar. Si ya de por sí el Sevilla tiene activada la contra estén donde estén sus extremos y mediapunta, como se vio en varias fases del choque, disponer así a los hombres de fuera resultaba una ayuda excesiva. La lesión de Pareja transformó todo.
Emery, que había salido con Krychowiak y M’Bia alineados y Banega detrás de Bacca, reconstruyó así: el polaco junto a Carriço, Ever con el camerunés e Iborra de pertiga. Villas-Boas, entendiendo el agujero defensivo que supone la libertad de Hulk y las subidas de Smolnikov, equilibró el campo con decisiones determinantes. Shatov, el ’10’, se clavó en la derecha por delante de Smolnikov, y no al revés, con el ruso adelantando al brasileño; Danny bajó el peldaño que subió Witsel y se dejó vencer a la derecha para recibir un primer pase seguro. Y Hulk tomó galones en centro-izquierda, en la zona de Banega. El Zenit empezó a dominar con garantías. El talentoso portugués comenzó a juntarse con el ‘7’, dinamizando las zonas menos activas, encontrando buenos movimientos de ruptura de los hombres que aclaraban la sociedad de sus cracks para después ofrecerse con utilidad.
Beto demostró porqué es un portero tan particular
Con los contragolpes sevillistas dados por sentado, con Vitolo en estado de gracia -determinante de nuevo en los dos goles-, y Aleix amenazando la lentitud de Lombaerts para caer a la banda y sostener durante 30 metros cada esprintada del galgo tarraconense, el Zenit subrayó más su buen ritmo de partido en la segunda mitad, de nuevo con Hulk partiendo desde la derecha y aglutinando atenciones con su diagonal. En ese momento, Beto no quiso ser menos y se inventó dos goles que, en sentido estricto, no eran tiros reales a puerta, sino más bien aquellos disparos que uno dibujaba con la barra espaciadora en el PC Fútbol 5.0. Su particular sentido de la ubicación respondió como si fueran disparos a bocajarro, de esos inapelables. Rondón completó un doblete y el Sevilla se vio en el tiempo extra. Tras un paradón inmenso de Beto a tiro de Hulk, Emery chasqueó los dedos, llamó a Kevin y mató a la contra.
Iñigo 24 abril, 2015
Hay dos situaciones bastante claras, una con 0-1 y otra con 1-1 , en la que un pase atras de Bacca es gol y eliminatoria acabada. En vez de eso, tira a puerta con un angulo imposible.
El Zenit permitio demasiadas contras claras como para no encajar dos goles. Y meritos para meter cuatro no hizo.