
Roma. De todos los barrios de la antigua capital del universo, Trastevere destaca por encima del resto gracias a su ambiente bohemio y romántico, sus elocuentes y estrechas callejuelas y la vibrante vida nocturna, cualidades esas que inspiraron no sólo la vena cinematográfica de Woody Allen sino también al hijo más preciado de la ciudad en lo que va del tercer milenio. Francesco Totti, bohemio futbolista y esteta del balón, se crió en el barrio Portra Metronia, pero es hijo y musa de Trastevere. Numen sublime de poetas, pintores y otros artistas, Totti heredó en sus botas una historia digna de una filogenia, que tiene decenas de padres y que ha sido interpretada por un arcoiris de actores de todos lados.
Francesco Totti es un héroe en la cultura popular romana
El fútbol italiano se ha preciado siempre de su vanguardismo e innovación táctica. El grado de verdad o no en la elucubración histórica de este mito no es importante. Sería mentir negar que de la península itálica han salido al mundo futbolístico muchas doctrinas que, debido a su éxito, han marcado hitos en la evolución táctica de este deporte. Hablar de la historia de la táctica sin tocar, por ejemplo, el «método» de Vittorio Pozzo o la ‘zona mista’ de Giovanni Trapattoni sería obviar fenómenos trascendentales en dicho recuento. Incluso en sus horas bajas, el Calcio ha logrado mover los hilos del inexorable escrutinio táctico. En 1994, Mario Zagallo, entrenador de la selección brasileña que ganó el mundial de 1970, dijo que el futuro del fútbol sería el 4-6-0. Más de una década después, una crisis de lesiones en la delantera obligó a Luciano Spalletti a jugar con Francesco Totti, un trequartista de los de toda la vida, como hombre más adelantado, reviviendo la teoría de Zagallo de un fútbol sin delantero centro. La idea no era nueva, pero en ese momento causó un gran impacto. Los centrales se quedaban sin una referencia en el frente de ataque y las cualidades asociativas de Totti generaban superioridad en el mediocampo sin que ello significase perder amenaza de gol. De hecho, bajo ese sistema Totti se coronaría bota de oro esa temporada. Tenía treinta años y, aunque su mejor momento ya había pasado, la conversión definitiva a delantero plantó la semilla que lo mantendría vigente por casi una década más.
Desde 2007 hasta hoy, cinco entrenadores y una multitud de delanteros han pasado por la Roma y, al final, el estandarte, goleador y estrella ofensiva siempre ha sido el mismo jovenzuelo que Boskov hizo debutar con dieciséis años en 1993. Durante todos estos años, Totti ha logrado consolidarse como punta y sólo ha vuelto a su antiguo rol de número ’10’ esporádicamente. El regreso al primer plano táctico del concepto de ‘Falso 9′, tan común en las viejas escuelas rioplatenses y centroeuropeas, parece haber convencido a sus entrenadores de que ese es el rol ideal para el gran fantasista italiano. Por lo menos así piensa Rudi Garcia, quién sin paliativos se entregó al fútbol del buque insignia del club y construyó un equipo que explota las inmensas cualidades de Totti y lo ayuda a no exponer los defectos que ha traído la edad. Hace un par de semanas, con treinta y ocho años recién cumplidos, Totti se convirtió en el goleador más veterano en la historia de la Champions. Lo hizo jugando como titular y referente de uno de los equipos que más ilusión han generado en el último año, y ante todo un coloso de la Premier League. Jugando como ‘Falso 9′, Rudi ha logrado que Totti se mantenga vigente y que sea positivo cuando hace un par de años su poder en la Roma parecía contraproducente. Una fantasía.
De mediapunta a delantero. Totti se consolidó como punta desde la 2006-2007
Aunque el mercado veraniego fue movido para el club giallorosi, Garcia ha optado por un proyecto continuista a nivel táctico en su segundo año al frente de la Roma. El fútbol que juega el equipo capitalino es bastante simple y está sustentado en un 4-3-3 que toma muchos riesgos y busca de forma constante generar situaciones en la que el poderío individual de sus jugadores más adelantados sea capaz de generar ocasiones de gol a favor, con el potente regate de Gervinho como recurso más acentuado. Desde el primer pase los centrales se abren mucho, los laterales vuelan y los interiores ocupan posiciones muy ofensivas. Aunque la forma de jugar de la Roma les otorga la posesión del balón en la mayoría de los encuentros, su aproximación al juego dista mucho de la de un equipo de posesión al uso y se acerca más a una visión más clásica. La Roma pretende dominar los partidos a través de la creación de ocasiones de gol. En ese escenario, ¿por qué no jugar con un delantero centro rematador que facilite situaciones de gol? La jerarquía de Totti tiene mucho que ver con su elección como atacante central; sin embargo, también hay mucho en su fútbol que potencia el planteamiento de Garcia y legitima su titularidad.
Totti es un vagabundo. Como Michel Platini hace treinta años, Francesco deambula por el campo con total libertad. El fútbol de Totti es fantasía errante en el Olímpico que convierte pelotas anodinas en el bien más preciado por los suyos: oportunidades de gol. En el papel, y por algunos momentos, Totti aparece como el delantero centro del equipo (foto de la izquierda), el hombre más adelantado del onceno; sin embargo, todo es una pantomima que dura muy poco. Tan pronto como el balón rueda, Totti comienza a vagar por el campo buscando contactar el esférico. Salvo en partidos de alta tensión, como por ejemplo ante el Manchester City (Foto) en el que Totti mantuvo la posición mucho más tiempo y estuvo más fijo arriba, Francesco tiene permiso para ir a cualquier parte que quiera. En un equipo que es todo energía, la visión del emperador moderno con las medias bajas y la camisa por fuera, con ese andar desgarbado y de apariencia perezosa, choca. A su lado pasan todos como abejas en temporada y él, tranquilo camina para acercarse a la pelota (Foto). Esa, cerca a la pelota, es la mejor forma de describir la posición de Totti. Si su equipo la tiene – o la va a tener -, Francesco estará cerca para pedirla. Si no, descansará como un islote (Foto) por delante de todos.
Totti juega con absoluta libertad la mayoría de los partidos
El fútbol de la Roma se concentra en la creación de ocasiones de gol y Totti, como extensión individual del colectivo – o viceversa -, basa su fútbol en esa misma máxima. Todo su movimiento es para encontrar espacio y tiempo para poder inventar: pases mágicos marca de la casa (foto de arriba a la izquierda), conducciones cortas para dividir, remate fortísimos y muy bien colocados, e incluso para conseguir faltas que transforma en medio gol gracias a su gran precisión en la pelota quieta. Lo cierto es que más allá de que tanto interiores como extremos revoloteen en la zona de definición mientras el espera recibir y asistir (foto de arriba a la derecha), normalmente un equipo que desea tener un gran caudal ofensivo se beneficia de tener un especialista en el remate fijo en ese sector, mas para la Roma, la capacidad creativa de Totti resulta igual de rentable. Francesco es capaz de ingeniar jugadas de gol donde antes no había nada (Secuencia Completa). Su visión de juego sigue intacta y su pie derecho, aunque ha perdido virtuosismo, sigue siendo uno de los mejores del panorama mundial. En un buen partido, Totti es capaz de dejar varias veces a sus compañeros delante del portero y con delanteros tan rápidos como Gervinho, Iturbe y compañía esa es una ventaja que da muchos puntos a lo largo de la temporada. Además, claro, están los goles que marca él. No por nada ha promediado la veintena de goles creados entre asistencias y anotaciones propias en las últimas temporadas.
A nivel conceptual, lo que hace Totti en el campo no distingue entre transición ofensiva y ataque posicional. Como técnicamente es capaz de filtrar un pase de gol desde su propio campo, si ve ocasión de hacerlo se aventura. Es por esa razón que a diferencia de otros ‘Falso 9′ modernos, para Totti es una situación normal ir a recibir por detrás de la línea divisoria (Foto). En salida desde atrás se acerca al poseedor del balón (foto de la derecha) de la misma forma que lo hace en ataque estático. Normalmente ofrece apoyos cortos a quien conduce el balón, pero ocasionalmente también se muestra como receptor de juego directo (foto de abajo a la izquierda), sustentado en su juego de espaldas (Foto), típico de los mediapuntas de su época. A pesar de todo, ni siquiera en su plenitud Totti podía convertir todos los balones que tocaba en oro. En otoño de 2014, por su puesto que hay matices en su juego ya que no siempre puede filtrar asistencias o hacerse hueco para rematar en cada recepción. Dependiendo de la zona del campo y de como defienda el rival, Totti habrá recibido de cara o de espaldas a portería rival. Si se da la primera de las opciones y no hay posibilidad de crear, la conducta típica de Totti, prueba de que con los años ha perdido calidad y paletas en su golpeo, es la de abrir el balón a la derecha (foto de abajo a la derecha). Ese pase ya no es ejecutado con la precisión y seguridad de antaño y va a una velocidad mucho más lenta por lo que es susceptible de ser interceptado. Si por el contrario la recepción es de espaldas a portería, normalmente con el ataque ya situado en campo rival, Totti opta por jugar en corto y moverse (Secuencia Completa) hasta que aparece la oportunidad que buscaba y se ha abierto un resquicio en la defensa (Foto). Aquí sí juega con más aplomo, pasa indistintamente a todos lados e incluso se atreve a abrir su posición para rellenar el espacio que han dejado en las bandas los extremos . También hay que decir que aunque el desmarque de apoyo monopoliza su juego, y ha perdido velocidad, Totti no abandona del todo los movimientos de ruptura (Secuencia Completa)
El don de Totti para inventar goles es vital para su equipo
A nivel defensivo, el aporte de Totti se reduce a practicar una leve sombra sus rivales. Tanto interiores como extremos corren todos los kilómetros que Totti no. Francesco juega como en el patio del colegio, sin ataduras ni obligaciones de ningún tipo y con la sola voluntad de crear goles. Esta temporada ya lleva nueve y mientras no detenga su producción Rudi lo dejará seguir errando por el césped del Olímpico.
Kundera 10 diciembre, 2014
Otro artículo de este tipo que termino disfrutando bastante ^^.
Totti es de mis futbolistas favoritos y me agrada mucho la idea de que haya dejado de ser ¿nocivo? para su club. Hubo una época en la que estaba bastante mal y la Roma andaba peor, pero parece que ha encauzado su fútbol y que está volviendo a ser productivo. Está jugando de falso 9 muy claramente. Baja hasta donde quiere y tal y los extremos e interiores ocupan la posición de remate con mucha asiduidad mientras el asiste. Sigue siendo un virtuoso, pero creo que técnicamente ha empeorado claramente en estos años. Además pareciera que siente menos seguridad en muchos gestos, entonces ha reducido su repertorio y la calidad de sus envíos ha sido reemplazada por ejecuciones de menor impacto a cambio de precisión.
Así y todo, es una máquina de inventar ocasiones de gol. Cuando está fino se atreve con cosas del pasado y todo, pero a sus 38 años tampoco hay que exigir ^^. Sigue viendo huecos donde ningún otro en su equipo y al menos un mano a mano te deja por partido. Se agota, pero ahí está. Marca diferencias incluso en Champions. Jugadorazo.