En 2007, once años después de su refundación, la historia del joven BATE Borisov cambió por completo al coincidir dos circunstancias sin ninguna conexión: la llegada de Michel Platini a la presidencia de la UEFA y la marcha al Dinamo Minsk de Igor Kriushenko, su por entonces entrenador. La elección del primero, supuso un cambio de rumbo en la Champions League en busca de una «mayor diversidad» y, por lo tanto, de la «universalidad». Para ello, el francés reestructuró sus fases de clasificación hasta lograr que, como campeón de una liga menor, un club como el BATE se fuera haciendo un hueco entre la élite europea. Aunque fuera una cuota mínima, el cambio era muy relevante. Pero faltaba algo más. Una cosa era tener un camino menos complicado y otro muy distinto era llegar. Es ahí, precisamente, donde entra el juego el otro nombre propio que consiguió dar a conocer al club bielorruso: Viktor Goncharenko.
Goncharenko llevó tres veces a la Champions al BATE Borisov.
Viktor parecía destinado a ocupar ese banquillo desde que llegara a Borisov en 1998. Y es que una complicado lesión de ligamentos le obligó a retirarse del fútbol cuando sólo tenía 25 años, propiciandoCon 31 años fue el técnico más joven en la UCL indirectamente así un precoz paso de los terrenos de juego a los despachos. Éste sería casi instantáneo. Automático. Comenzó a formarse, se involucró en el fútbol base del BATE, tomó el control de su filial un par de años más tarde, se convirtió en el primer ayudante de Kriushenko, le sustituyó momentáneamente por unos problemas de corazón y, finalmente, se hizo oficialmente con el cargo de primer entrenador el 13 de noviembre del 2007. Parecía el destino. A buen seguro doloroso al principio, pero también triunfal con el paso de las temporadas. Porque Goncharenko no sólo ganó las cinco ligas que disputó como técnico del BATE, sino que, además, también llevó al conjunto bielorruso a disputar tres Champions Leagues. Un hito histórico para el club, para Bielorrusia y, en especial, para él, puesto que en todo un Santiago Bernabéu se convirtió con 31 años en el entrenador más joven de la historia de la Champions League.
Esta ¿des?afortunada juventud, su autoritaria forma de manejar a sus futbolistas y su muy conservadora manera de entender el fútbol, le convirtieron en santo y seña de un BATE Borisov que, poco a poco, dejó de ser un total desconocido para el gran público. El debut ante el Real Madrid, el empate ante la Juventus y la sorprendente goleada ante un Bayern Munich a la postre campeón, tienen su joven rostro como principal protagonista. Pero, desde hace casi un año, las siguientes hazañas deberán recaer sobre otro nombre propio: Alyaksandr Yermakovich. Diferente en lo sonoro, similar en lo emotivo.
Ahora, con Yermakovich, el BATE vuelve a la gran competición.
Su nombramiento no sorprendió a nadie. Centrocampista histórico del club, capitán del BATE en su debut en la UCL y, desde entonces, ayudante del propio Viktor Goncharenko, Yermakovich parecía ideal para minimizar el trauma de perder a una figura tan importante dentro de la entidad. Y es que sus carreras, aunque a un ritmo diferente, fueron paralelas desde que en 1998 ambos llegaran a Borisov. Ahora, con el primero en Krasnodar, sus destinos se separaron, pero el objetivo para el BATE sigue siendo el mismo: dominar Bielorrusia para seguir haciéndose camino en Europa. Y al primer intento, Yermakovich lo consiguió tras eliminar al Skënderbeu Korçë albano, al Debrecen húngaro y al Slovan Bratislava eslovaco. ¿Será capaz de dar un paso más y llegar a octavos de final? El futuro dirá. Por lo pronto hoy el técnico bielorruso vivirá un día histórico ante el Athletic: el BATE, por primera vez, jugará la Champions en Borisov. Que la disfruten.
trocko79 30 septiembre, 2014
El cambio en la fase de clasificacion y fase de grupos de la Champions que hizo Platini es todo un acierto. Es justo que los campeones de ligas menores tengan acceso a la liga de campeones con mas facilidades que los terceros o cuartos de ligas mas potentes, asi esas ligas menores pueden crecer y mandar a sus campeones a competir con los gigantes europeos