«El eterno resplandor de una mente sin recuerdos» es una película fantástica que ganó el Oscar a mejor guión original en 2005. El filme cuenta la historia de Joel, un hombre solitario y melancólico, interpretado por el siempre risueño Jim Carrey, Clementine, una de esas típicas ‘manic pixie dream girl’ de las comedias románticas americanas, cuyo papel correspondió a Kate Winslet, y una máquina fabulosa capaz de borrar memorias seleccionadas en poco tiempo. Después de una tortuosa relación, Clementine, primero, y Joel, después, decidieron usar el artefacto con la mala o buena fortuna de que sus caminos se cruzaran nuevamente y que el amor, inexorable, volviese a surgir, casi que gritando al mundo que el destino es inequívoco.
La llegada de Fernando Torres al AC Milan se antoja un poco eso. Él, el ‘manic pixie dream guy’ que ha sido torturado por tragos amargos de una relación que debía ser de cuento de hadas, la suya con el fútbol y la historia; y el Milan el club que aparece solitario y a la deriva, aunque en realidad se trate de una institución de espíritu alegre y a la cual, salvo en su papel actual, se la puede identificar fácilmente con ello. El fichaje es la máquina que se encargará de eliminar los malos recuerdos para que, una vez hecho el reset, el Milan y Torres se encuentren y la historia, inexorable, se escriba, casi que gritando al mundo que el destino es inequívoco.
SharkGutierrez 2 septiembre, 2014
Un Milan contragolpeador, a tenor de los fichajes como éste o el de Bonaventura. Igual es pronto, pero tiene su sentido. Darle metros a Torres -sin ser el de 2008- le puede incluso beneficiar más que perjudicar. Yo creo que esto más bien es Larry Crowne. Un oficinista que se ve desprovisto de todo (Torres) y, estudiando con una madurez que casi roza el medio siglo, se vuelve a enamorar…pero de su profesora (Milán). La lucha por ser alguien quién un día fue: un imprescindible.