Europa llevaba seis años viendo reinar a un conjunto inglés, así que la final de la edición de 1983 de la Copa de Europa venía con morbo añadido. En el Olímpico de Atenas, Juventus y Hamburgo se veían las caras con el máximo título continental en juego. El cuadro alemán se hacía con la copa gracias a un solitario gol de Felix Magath, suficiente para tumbar a la prestigiosa Juve de Trappatoni y el gran crack francés, Michel Platini.
En 1992, en el estadio de da Luz, el Werder Bremen, entrenado por Otto Rehhagel, se hacía con la primera y única Recopa de Europa de su palmarés al imponerse por dos goles a cero al Mónaco francés, entrenado por entonces por un todavía poco conocido Arsene Wenger y con futbolistas de la talla de George Weah o Youri Djorkaeff, grandes estrellas en los años venideros. Los tantos germanos fueron obra del veterano Klaus Allofs y Wynton Rufer.
Vilariño 8 junio, 2014
La lección táctica de Happel a Trapattoni en esa final es crema. Lars Bastrup, la clave para destrozar el sistema italiano. Marco Tardelli acaba jugando sólo prácticamente.