Rápidamente. Oscar y Willian rotaban tras haber competido y viajado con la selección brasileña, así que Mourinho alineó a Ramires, Hazard y Schürrle por detrás de Torres. El madrileño se lesionó en el calentamiento. El Tottenham sabía que el Chelsea dependía en exceso de Hazard para ganarle metros al campo, con lo que buscó controlar el partido con un ritmo bajo, con Adebayor como mediocentro enmascarado en ¾ de campo, intentando acabar las jugadas y no perdiéndola en la salida donde Dawson cubriendo metros no resulta demasiado favorable. El Chelsea esperó a interceptar o que el Tottenham la perdiera, para con ello abrir así la lata. No pudo en el 3’. Sí lo consiguió en el arranque de la segunda parte. Samuel Eto’o no perdonó.
Entre medias nos pareció interesante el problema que tiene el Chelsea cuando no logra activar a Frank Lampard en movimiento. Con Azpilicueta sujeto, Eto’o de 9 y Schürrle y Ramires como acompañantes, el Chelsea sólo podía profundizar con el belga jugando por fuera. Es decir, que Eden regateara. Si se iba por dentro, cerraba el campo y Lampard, su hombre gol, no podía subir línea con el juego basculado y profundo por un costado. Eden recibía el 3vs1 y nadie en apoyo le liberaba. Al no tener un gran delantero para el juego directo que la baje y espere a instalar al equipo o se ofrezca en apoyo largo, el Chelsea jugó sin amenaza y sin continuidad ofensiva. En la primera parte jugó mal.
Jonah Michael 9 marzo, 2014
Llevar a este Chelsea al liderato de la Premier es una auténtica proeza, como el genio portugués acabe alzándose con el campeonato, será para que todos nos arrodillemos y demos gracias por haber vivido en la misma época que este genio. Sí, esta claro que el contexto ha ayudado -con un Machester United muy debilitado, y que parece transitar en una competición paralela-, pero no se puede restar méritos a un equipo que tiene a Samuel Eto'o y Fernando Torres como referentes en punta, o lo que es lo mismo, tiene a dos 9s que únicamente garantizan un gol cada cinco partidos.