Puede sonar extraño enfrentarse al Manchester United y considerarlo como un posible salvoconducto. Recibir a los red devils tras encajar siete días antes un 6-0 en el Etihad no parece que deba considerarse ninguna oportunidad, pero el fútbol tiene tantas posibilidades y recovecos psicológicos que todo es posible. Y en esta ocasión la idea tiene tanta validez como cualquier otra: el Manchester United puede haber sido un perfecto salvoconducto para el delicado momento que atraviesa el Tottenham de Andre Villas-Boas.
Imaginemos que tras la debacle ante el City, el Tottenham, actualmente sin plan fiable con la pelota, hubiera tenido que amasar cuota de balón y buscar el gol desde la creación de espacios. Enfrentar un rival de perfil más modesto, que jugando fuera de casa muy probablemente hubiera entregado el balón, no es, en contextos muy determinados, lo más apetecible o conveniente. Y vino el United, un equipo que con Moyes sale desde atrás, la toca muchas veces, se abre mucho por fuera, sube a sus laterales desde el primer movimiento… y ayer estaba sin Robin van Persie, lesionado durante varias semanas ya. Es el United… pero era una oportunidad.
El United quiere la pelota y no estaba RVP. AVB lo tuvo en cuenta
Villas-Boas mató dos pájaros de un tiro: en medio de una pequeña catarsis cambió su plan por completo que, “casualmente”, resultaba ser el más propicio para enfrentar al otro equipo de Manchester. Dos extremos, Lennon y Chadli, Paulinho de mediapuntaPaulinho hizo de mediapunta con Sandro-Dembelé en el doble pivote. El técnico portugués se está viendo en una encrucijada similar a la de Unai Emery hace poco, como comentaba el compañero RdGarca en los comentarios de un artículo reciente: tiene mediapuntas creativos, el “elemento Rakitic” (Paulinho), un llegador que desde el doble pivote deja demasiado expuesto al mediocentro y todo esto dentro de un insuficiente trabajo colectivo. No hay un plan claro… pero ante el contexto, por obligación y necesidad, Villas-Boas optó ayer por el plan de Unai, protección por detrás de pelota y juego simplificado: repliegue más juego de bandas.
En general así fue el partido. El United con su 4-4-2, elaborando con muchos pases pero algo faltos de profundidad hasta que Rooney daba un paso; el jugador que en todo momento quedaba por encima de los otros 21. El Tottenham esperando su momento, quizás esperando el mismo momento que dinamitó Jesús Navas a los 14 segundos, el cual varió las coordenadas del encuentro ante los Pellegrini boys. O no, pues Holtby, Lamela y Paulinho de box to box parecían decirnos otra cosa.
Rooney sigue hablando otro lenguaje cuando toca la pelota
Llegado al 17’ todo transcurrió así, como el agua clara, hasta que Walker marcó de falta directa. Con 1-0, hay que ser honestos, el United ejerció como el United, mostrando la otra cara que hace que los de Moyes no sean ningún salvoconducto. Dos jugadas de valor gol, casi consecutivas, de Soldado y Lennon, a punto estuvieron de poner mayor ventaja en el marcador. Fallaron ambos y al minuto siguiente, Kyle Walker cometió un error terriblemente impuntual. Ahí estaba Rooney, para dar un paso y poner el empate.
En una absoluta genialidad, más bien un arrebato de genialidad, pues Sandro lo hizo todo al ritmo de trance, llegó el 2-1. Tras dos recortes y sin levantar la vista, el brasileño cruzó un misil de estos que en una realización Premier alcanzan una trascendencia bellísima. Qué golazo. Y la reacción de White Hart Lane fue la misma que tras el 1-0: ser una caldera. Sintió el público que su equipo no estaba siendo peor ni agredido y empujó a los suyos a creérselo. De nuevo el United silenció el norte de Londres. Lloris cometió penalty sobre Welbeck a los pocos minutos. Rooney dio otro paso y puso el empate. Moyes se queda a nueve puntos del Arsenal –ante su mes más complicado- y el Tottenham a diez de la cabeza y cuatro de Champions. Una historia más en el diario de las islas.
Abel Rojas 2 diciembre, 2013
Sinceramente he flipado con lo de Paulinho de "mediapunta". Me cuesta un montón visualizar la jugada. Ni siquiera como receptor de juego directo podría verlo.
En principio, si opta por un plan de este tipo, ¿no sería más apropiado subir a Dembele?