Emery contra Helenio Herrera

El Sevilla está creciendo. Poquito a poquito, con más sufrimiento del que le gustaría a su parroquia, pero también con hechos objetivos. Por ejemplo, los andaluces llevan siete partidos sin perder, lo que equivale a más de un mes de competición sin irte a casa cabreado. Ayer se llevaron los tres puntos en un choque de dos mitades. La primera nos regaló un duelo táctico entre dos conjuntos en buena racha. 45 minutos de calidad notable. La segunda parte, más caótica, dejó tres goles y un puñado de ocasiones, que tampoco está mal. Buen espectáculo en el Pizjuán.

Javi Gracia y Unai Emery están haciendo mejorar a sus equipos

Osasuna volvió a plantarse sobre el campo con su 4-4-2 de presión modesta pero esta vez con una gran novedad: el Gato Silva actuaría en la derecha, con Lolo y Puñal en el doble pivote. El objetivo era obvio: trabajar casi individualmente sobre Alberto Moreno, que a sus 21 años ya condiciona planteamientos. El caso es que el chileno, como casi siempre, cumplió e hizo que Alberto, más allá de un par de centros, no fuera un factor desequilibrante. Con un gris Vitolo en el extremo zurdo, el Sevilla veía como dicha banda no tenía peso. Al no tener mediapunta, ahí se esperaba a un delantero para que apoyase en esa zona pero Bacca no apareció. La agitación estaba en la derecha.

Si en el otro costado no ocurría gran cosa, en el lado diestro tres hombres estaban montando la fiesta: Gameiro, Jairo y Figueiras. El francés se marcó 20 minutos de máxima aportación futbolística. En corto, al espacio, con diagonales… dio vida a ese sector con una lección de movimientos, los que debenEl lado diestro local, un filón hacerse cuando sales con dos puntas. Bacca recogió su trabajo con varios remates en el punto de penalti. Luego estuvo Jairo, que cada día juega un poquito mejor. Ayer su fútbol consistió en dejarse caer por el centro para que Figueiras –fantástico– subiese por sorpresa. Lateral y extremo ofrecieron acciones preciosas. El portugués rompía hasta casi encarar al portero; lo de Jairo fue aún más bello. Miren la recepción y pase que inventa en la roja a Damiá. Mucho fútbol. Osasuna no le perdía la cara al partido pero era superado. Podía pensarse que la presencia de Silva en una banda restaría profundidad a su equipo pero el Gato, con mucho mérito, logró llegar a línea de fondo un par de veces. Más dejó a deber la labor de De las Cuevas, muy flojo como acompañante de Riera.

Gameiro, Jairo y Figueiras la liaron un rato en la banda derecha

La expulsión mermó la calidad del encuentro. Suele pasar, y más con el Sevilla de por medio. El cuadro de Emery tiene problemas para cargar con la exclusiva responsabilidad de un partido. Quieren tocar y ser ofensivos pero sabiendo que el contragolpe es una opción de fondo. Osasuna, muy listo, puso mayor atención a los desmarques de Figueiras, que ya no podía ganarle la espalda a la zaga pamplonica. A base de incomodar atrás, robar y salir, los rojillos fueron llegando hasta Beto como ya no se esperaba. A la mente se nos vino la histórica boutade de Helenio Herrera “con diez se juega mejor que con once”. Debe mejorar el Sevilla su ataque posicional. Por cierto, Mbia evidenció de nuevo que lo suyo es tapar. Si se la das al pie es lento.

Fue entonces cuando Rakitic agarró el toro por los cuernos. El croata tomó el balón, empezó a llevarlo de un lado a otro y, cuando nadie le miraba, se coló en el área para decidir. Ivan juega bien pero su auténtica cualidad es la determinación. Es realmente decisivo. Osasuna tuvo que irse arriba y ahí aparecieron los espacios. Emery había liberado a Jairo para que recibiera donde quisiese y este se lo pagó con el 2-0. Pudieron caer más pero hubiera sido injusto con la actuación navarra. El gol de Riera fue la pequeña recompensa a un equipo que vuelve a competir. El Sevilla, por su parte, va a más de forma real por primera vez en la temporada. A ver en el Bernabéu.