El Madrid no termina de conseguir las victorias del prestigio; y van dos años y medio brutos, o uno y medio neto. Quizás se exagere la sensación, porque siempre compite y acostumbra a hacer más que sus rivales; pero la muestra es amplia, y clara y dura

Dos victorias en diez partidos. Ambas sin gloria. Ninguna de ellas en esta edición. El paso por la Champions del Manchester City de Roberto Mancini está cerca del desastre absoluto.

En días como hoy es difícil empatizar con Marcelo Bielsa. El «Loco» es loco por serlo, no por estarlo, y cuesta entender que no abandone de manera puntual su constante futbolística cuando las circunstancias invitan, de manera evidente

El Borussia Dortmund ha reconfirmado en 180 minutos que el Real Madrid no es el equipo del año pasado. Su mejorable día a día no se debe sólo a una mera desconexión, pues, a su vista, nada había más motivador que el doble duelo contra el campeón

El Madrid tiene un pequeño papelón. De no ganar hoy pasará a jugarse la 2ª plaza del grupo contra el Manchester City en el City of Manchester, en teoría. Es lo que tiene competir contra grandes rivales y ausentarse en una jornada decisiva, como hizo en

Cesc estuvo bien, pero no le hizo bien a su equipo en el partido de anoche. Técnicamente anduvo acertado, transmitió peligro y su posición no fue nunca inútil; pero propició un ritmo demasiado alto, casi de ida y vuelta, que a un conjunto que cierra con

Ángel Di María es un superdotado futbolístico. Centrocampista con alma de delantero o puede que un delantero con alma de centrocampista, al gusto de cada cual. Zurdo, puede jugar en la izquierda, en el centro, en la derecha o en los tres carriles a la vez.

Tras 180 minutos disputados se puede afirmar que los únicos en los que su reinventada línea de 4 no sufrió fueron los 45 en los que el Real jugó con Alonso, Modric, Özil y Kaká juntos. No es ése el mejor Madrid, el ratio pase/disparo favoreció tanto al primer

Ocho puntos es la ventaja que distancia al Fútbol Club Barcelona del Real Madrid antes del primer Clásico liguero de la temporada 2012/2013. Entre Messi y Cristiano o Mourinho y Vilanova, las parejas de centrales de ambos equipos

Michael Essien fue una revolución mediada la pasada década. El centrocampista de raza negra había irrumpido ya en 1993 con Desailly y su rocoso Olympique de Marsella campeón de Europa, pero Marcel no dejó de ser excepción en el fútbol hasta un

Fue una derrota anunciada, consabida, asumida, que no intentó evitarse. Paco Jémez está tratando de convencer a su plantel de su capacidad para mandar contra cualquiera, para atacar más que ninguno, y de que conocer ese don, que tenerlo claro