Gio Dos Santos fue el primer gran canterano que produjo el FC Barcelona tras la consolidación de Leo Messi. El mexicano, de raíces brasileñas, había dominado las categorías inferiores tanto a nivel de clubes como a nivel de selecciones, hasta el punto de ganarse la consideración de semi-estrella incluso antes de su debut con el primer equipo. Luego, sus apariciones en el mismo, con la mayoría de edad recién cumplida, denotaron que se trataba de un futbolista de enorme talento. Para colmo, físicamente se daba un aire a Ronaldinho, el gran ídolo del momento. Pero en esas, emergió Bojan.
La Premier paró su crecimientoPuede que el surgimiento de Bojan Krkic fuese el primer hecho externo a Dos Santos que condicionase su carrera para mal. Gio, educado desde los 11 años para erigirse como uno de los grandes, de repente había llegado a la élite y ni siquiera era el canterano predilecto de la afición. Entre esto y que el acceso al once titular parecía terminantemente imposible, optó por emigrar al por entonces apetitoso Tottenham Hotspur, donde los jóvenes Luka Modric y Gareth Bale intentaban crear un nuevo gigante en la Premier League. Visto con perspectiva, fue un grave error. Gio apenas jugó y, lo peor, desperdició algún año clave para su formación sin aprender nada. Con 21, era el mismo que con 18.
Dos Santos rindió como una estrella en Santander y Mallorca.
Entonces llegaría el turno para las cesiones al Ipswich Town FC y al Galatasary SK de su querido Rijkaard, plazas donde demostraría que se trataba de un atacante potencialmente decisivo. Así se ganó la opción no de jugar, sino de liderar a dos equipos de Primera División española en cursos posteriores, primero al Rácing de Santander y luego al Mallorca de Caparrós. Pese al descenso de los baleares, el mexicano se consagró como un as de la parte baja de la tabla, quizás incluso como el mejor jugador de dicho segmento. Cuando cogía la pelota, su capacidad para regatear, asistir y golear estaba muy por encima de lo acorde al presupuesto del Rácing o el Mallorca de turno. Era evidentísimo que Dos Santos, siendo aún un niño de tan solo 23 años, ya era un recurso muy por encima de la media en el profesionalismo europeo. Con certeza, no era la manera de triunfar con la que él había soñado desde pequeño, pero, ¿qué porcentaje de nacidos en América consiguen alcanzar tal estatus tan pronto en el Viejo Continente? Aunque fuera en pequeño, Dos Santos gozaba de éxito.
El Villarreal FC expuso sus dos defectos más relevantes.
Con esa etiqueta tan bien ganada de delantero diferencial aterrizó en el Villarreal, un club cuyo objetivo anual radica en clasificarse para la Copa de Europa. Era un salto. Su primer curso pareció brillante, sus 11 goles y 7 asistencias justificaban la apuesta de Marcelino en él, sin embargo, algo fallaba, y terminaría explotando en esta última campaña: tácticamente, resultaba algo incoherente con el sistema. El Madrigal está habituado y necesita a atacantes con facilidad e inteligencia para desmarcarse, hombres cuyos movimientos sin balón creen grandes ventajas, y Gio no consiste en eso. Todo lo contrario. El mexicano es un hacedor de acciones individuales puras y duras, requiere recibir la pelota al pie e inventar por sí mismo. Encima, sus pases deben ser los últimos, los del gol, pues en el juego medio no se funde bien. No puede decirse que Dos Santos fracasase en el Villarreal, pero tampoco que triunfara, y el motivo fueron sus limitaciones; limitaciones que en clubes de menor rango no constaban pero contra las que chocó en cuanto quiso dar un paso al frente, autodemostrándose que del escalón donde se sitúa el Submarino no podía pasar. Y de esta guisa, con apenas 26 años, Dos Santos se ha aburrido de Europa y se ha ido a la MLS. No fue un fiasco más; marcó diferencias. Pero no las que él esperaba.
theblues 22 julio, 2015
"Gio Dos Santos fue el primer gran canterano que produjo el FC Barcelona tras la consolidación de Leo Messi." Y, como decís después, Bojan fue el segundo.
Después apuntáis que el "surgir" de Bojan pudo ser el primer hecho externo que condicionó negativamente la carrera de Gio. Mi opinión es que Messi influyó más, de forma negativa, tanto en uno como en otro. Puso el listón demasiado alto, y cualquier cosa de Gio o Bojan parecía poco. Quizá incluso les creó ansiedad, porque ya no es sólo hasta dónde llegó Messi sino también cuánto tardó en llegar allí.