La primera salida del Real Madrid a un gran campo en esta temporada 2015-2016 se saldó con una victoria marcada por la adaptación de su entrenador a diversos momentos de partido, principalmente al contexto general de un rival y un estadio, el Athletic en San Mamés, que se caracterizan por provocar pérdidas en salida o balones largos que desordenan el proceder habitual de los equipos más dominantes. Si bien el Atlético de Madrid generalmente ha optado por un repliegue bajo y prolongado cuando enfrenta a su rival capitalino, existen indicios para pensar que podría alternar su plan general con bastantes fases de presión adelantada.
El Atlético de Madrid podría buscar presión alta
El primero de ellos es que Simeone suele tomarse los derbis ligueros en el Manzanares de manera diferente a los que implican un cruce eliminatorio o a los que compite en el Santiago Bernabéu. Así fue en 2013-2014 (2-2) y 2014-2015 (4-0). En su partido a partido, L. Modric como posible escapetres puntos significan poco si se compara con caer de una competición, por lo que añade adrenalina buscando noches más intensas y abiertas cuando es local y juega en domingo. Si a esta circunstancia le sumamos que hay serias posibilidades de que opte por un 4-3-3, dibujo que ha implicado más altura defensiva y mayor protagonismo ofensivo en todas las probaturas rojiblancas hasta la fecha y que su delantero sea Torres, tanto o más definible por su capacidad para presionar con calidad que por amenazar a la contra, no sería nada descabellado que el Real Madrid afronte una salida de balón exigida en numerosos momentos del encuentro.
La respuesta parece más o menos clara en servirse de un apoyo más para formar medular de tres en los primeros pases que se sumen a lo que ya dispone. Los recursos para ello son inmejorables: Marcelo por izquierda, Ramos en conducción para dividir y liberar, Kroos como el compás que abre a las bandas y Modric, Kovacic e Isco, especialmente los dos primeros, como individualidades repletas de recursos propios para girar, conducir, proteger el balón y eliminar a sus pares en situaciones de agobio. Sea Isco, viniendo a recibir para mezclar entre el 4-3-3 y el 4-2-3-1, o Kovacic, más interior puro, las posibilidades de anotar la opción de un hombre más en campo propio pueden crecer… si el Real decide aglutinar el mando del encuentro sin duda alguna. En cualquier caso, quizás convendría a los blancos buscar por raso lo que por alto y en largo suelen agradecer los uruguayos saltando y Gabi y Tiago recogiendo.
Benítez ya se ajustó a las peculiaridades de San Mamés
En ese momento del juego, la grieta podría ser aprovechada por el jefe blanco, Luka Modric. El croata viene inclinando su influencia unos cuantos metros más a la derecha, casi como un Marcelo diestro. No es que se quede fijo, pues tiene libertad para merodear por el centro y sacarla desde el saque de puerta, pero sí desde donde observar que hay una directriz táctica en su comportamiento. Por esa zona es probable que jueguen Ángel Correa o Yannick Carrasco como extremo y Óliver Torres como interior zurdo. El compromiso del argentino es encomiable pero su esfuerzo inquieto y algo anárquico da pie a que la factura técnica del balcánico esterilice su impacto. Mientras, el menudo Óliver viene sufriendo para cerrar su zona y ayudar a Filipe. Simeone tuvo que rectificar el esquema ante Las Palmas y el Getafe por sus carencias atrás. Ahí puede residir la tranquilidad de Benítez para meter al Atlético en su campo y dejarle sin contragolpe.
El cautivo 4 octubre, 2015
Meter a Torres en el lado de Modric entiendo que sería hacerse el harakiri por parte de Simeone. Veo a Saúl allí, q el año pasado hizo en esa posición el partido de su vida