Una más pero no una cualquiera. Si la victoria en San Mamés vistió al Atlético de auténtico candidato a La Liga, el triunfo de ayer en Mestalla le coloca como favorito objetivo. A los de Simeone les faltan solo seis puntos para cantar el alirón, como en el 96, y ahora todo va de sumar y sumar. El Atleti vive en el intento continuo de tapar unas carencias visibles e innegables pero que son menores al lado de la paciencia competitiva que exhiben cada jornada.
El Atlético de Madrid, a solo seis puntos de ganar La Liga
El arranque valencianista fue de muy buen nivel. El Atleti esperaba atrás como casi siempre con su 4-4-2 retrasado, con Villa y Costa como delanteros. El poco trabajo de estos dos a la hora de defender estaba dejando demasiado libre al dominador de los primeros 25 minutos: Dani Parejo. El centrocampista recibía totalmente solo, y aunque esto ante el Atlético a veces es irrelevante, en este caso sí estaba pesando. Dani jugaba con mucha sabiduría, soltando la pelota solo cuando había atraído hacía él a un contrario. De esta manera la bola corría veloz hacia la banda, principalmente la derecha.
En el lado diestro se dio lo mejor del primer tiempo valencianista. Allí Barragán (¿es mejor como extremo?) y un enrachado Pereira supieron hacer daño, obligando a Filipe Luis –tremendo– a dar lo mejor de sí. Además a ese costado se sumaba un Paco Alcácer en claro crecimiento futbolístico. El delantero sacó de su zona varias veces a Godín. El Valencia, sin asustar a Courtois, era profundo y jugaba bien. En defensa Mathieu anticipaba fácil a Costa y, en general, el Atleti estaba lejísimos del gol. Simeone mandó apretar.
El Atlético mejoró cuando comenzó a prestar atención a Parejo
Tras encontrar a Costa en un par de ocasiones (los colchoneros lo buscaron incluso con desesperación), el Atleti halló el momento para adelantar ligeramente sus líneas. Entre Villa, el propio Costa y Gabi marcaron de manera más enérgica a Parejo y el Valencia se fue cayendo. El Atleti, sin crear juego, ya sí tenía su clásico dominio defensivo y además lograba usar la movilidad del Guaje para llegar arriba. Cuatro detalles del asturiano regalaron sensaciones positivas a los madrileños pero el auténtico detalle lo puso otra vez Raúl García. Es cierto que Guaita falla en la salida del 0-1 pero la diagonal desde la derecha hacia el gol de Raúl ya es pizarra oficial de este equipo.
La segunda mitad, ahí sí, fue mala. Fue mala porque el Atleti con ventaja en el marcador ya no quiere saber nada de nadie. Le da igual si el Valencia pierde a Parejo y coloca a Jonas como gestor de juego o si su rival regala espacios de forma gratuita. Ganando, el Atlético va a acogerse a Miranda, Courtois y a una muralla que está cerca de convertirse en leyenda. Los de Pizzi atacaron con escaso orden y solo el tremendo paso atrás del Atleti les permitió soñar con el empate, sobre todo a través del inquieto Feghouli. Su tiro no entró y el Atlético se fue de Mestalla con una victoria que ya es más que aquella de San Mamés. Hoy empieza una Liga nueva para el Atleti. La última.
Psikófilo 28 abril, 2014
"El Atleti vive en el intento continuo de tapar unas carencias visibles e innegables"
Hombre, yo diría más bien que vive en el LOGRO continuo de tapar unas carencias visibles e innegables. 😉 Y en verdad ésa es la esencia de un campeón: realzar las virtudes y, con esfuerzo y trabajo, superar las carencias. Chapeau Atleti, aupa atleti.