Fede Valverde es la gran revelación de la temporada 2019/2020 del Real Madrid. El centrocampista uruguayo, que cumplió 21 años el pasado verano, se encuentra cada vez más asentado en los planes de Zinedine Zidane, pues viene ocupando un rol dentro del dibujo que, tras la marcha definitiva de Mateo Kovacic, el equipo no tenía en su plantilla. Ocupando indistintamente los dos interiores del medio campo, adaptándose para ello a las funciones y necesidades que demanda cada sector en el 4-3-3 del Real Madrid, Fede Valverde le está dando una serie de argumentos a la pizarra de Zidane que ningún otro centrocampista de los que tiene actualmente el equipo en su primera plantilla, por una cuestión intrínseca, relativa a la naturaleza del propio futbolista, podría ejecutar con la misma solvencia y determinación con la que viene actuando el uruguayo como interior (derecho o izquierdo) en el sistema.
Fede Valverde viene promediando 15 duelos y 4 recuperaciones por encuentro esta temporada
Sin haber llegado aún al ecuador de la presente temporada, Fede Valverde ya ha jugado más partidos como titular este curso que en toda la campaña anterior. Un dato, por sí solo, que refleja la importancia que está teniendo el futbolista uruguayo en la presente edición, pero que señala, sobre todo, la cantidad de cosas que el equipo ha cambiado en su pizarra entre una temporada y otra. Actuando generalmente en el sector derecho, como interior en un centro del campo en el que Casemiro -pivote- y Toni Kroos -interior izquierdo- ocupan las otras dos posiciones, el rol de Fede Valverde a nivel de sistema se basa en dos conceptos principalmente: profundidad y destrucción. Alejado del primer pase cuando el equipo inicia su jugada desde atrás, especialmente cuando el uruguayo ocupa dicha demarcación en el perfil derecho, sus movimientos están muy enfocados a dotar al equipo de una agresividad necesaria. Atacando el espacio que los dos extremos no vienen ocupando esta temporada, ya sea con Hazard o Vinícius en la izquierda, y Bale o Rodrygo en la derecha, Valverde está siendo el encargado de recoger todos los apoyos en corto de Karim Benzema dentro del carril central. Llegando siempre hasta muy arriba, para además de completar los movimientos del futbolista francés en las inmediaciones del área y finalizar muchas de las ocasiones del equipo con su mejor pierna, la derecha, la altura que Valverde adopta en su posición también marca la presión del equipo cada vez que pierde la pelota. Hay tres características que definen al actual Fede Valverde: inteligencia posicional, tanto para atacar como para defender; velocidad en la ejecución, tanto para rematar y dar el pase, aun no estando del todo bien perfilado en la acción, como para meter la pierna en la recuperación; y físico, tanto por estatura, para ir al salto, como por resistencia, para ir de un lado a otro.
Lo cierto es que Fede Valverde viene haciendo absolutamente de todo en los planes de Zidane. Compensando a través de su verticalidad con y sin balón -desmarcándose y superando en conducción- la falta de juego interior del extremo que ataca en su sector, ya que Bale y Rodrygo, que son los dos futbolistas que más veces han ocupado la banda esta temporada, apenas están pisando por dentro, Valverde se está moviendo en todas direcciones, de abajo arriba y de dentro hacia fuera, cumpliendo con un perfil por el que el Real Madrid se interesó el pasado verano en el mercado de fichajes. Sin embargo, a pesar de que el interior derecho, haciéndole jugar a pie natural, sea la posición que más le está favoreciendo en su crecimiento, Valverde también ha jugado esta temporada en el perfil opuesto, en la demarcación que generalmente ocupa Kroos en el Real Madrid. Desde este sector, en el lado más fuerte del sistema, ya que en banda izquierda el equipo inicia todas sus jugadas, progresa con la pelota y ataca, la función de Valverde cambia, pues debe adaptarse a los automatismos que el Madrid ya ha asentado en su esquema. Más cerca de su mediocentro -Casemiro- en las dos fases del juego, cuando el equipo ataca pero también cuando defiende, pero sin llegar a reproducir los movimientos que Kroos normalmente ejecuta desde esta misma demarcación en la salida de balón, esta versatilidad táctica de Fede Valverde habla muy bien del crecimiento que está teniendo. La velocidad con la que ejecuta siempre todas sus acciones física y mentalmente, tanto para dar un pase como para rematar a portería, así como para desmarcarse, presionar o perseguir a su rival, es, en estos momentos, su mejor aval para competir en un centro del campo en el que Kroos y Modric, los dos interiores habituales del Real Madrid estos últimos años, y dominadores absolutos del ciclo hegemónico, evidentemente están uno o dos escalones por encima en la cuestión de la calidad técnica.
Valverde, a nivel técnico, destaca por la velocidad con la que arma siempre la pierna (pases/disparo)
Pero esta versión de Fede Valverde no es, ni por fondo ni por forma, la misma que vimos en su día en Peñarol, club con el que debutó profesionalmente en al año 2015, ni en el Deportivo de la Coruña, donde estuvo cedido el curso 2017/18, ni la que ha mostrado más recientemente con la selección absoluta de Uruguay. Si bien es cierto que Valverde irrumpe en la élite como un centrocampista llegador, box-to-box, de mucho ida y vuelta, en el Deportivo y en la selección uruguaya, antes de esta temporada con el Real Madrid, cumplió con otros roles dentro del campo. En Coruña, entrenado por Pepe Mel, el actual técnico de la UD Las Palmas, adonde fue cedido por el Real Madrid una única temporada, Fede Valverde actuó desde la banda en un sistema 4-2-3-1 en el que, movimiento arriba y movimiento abajo, ya empezó a quedar claro el tipo de centrocampista que se estaba gestando. Esto decía por aquel entonces Pepe Mel sobre el futbolista uruguayo: “Fede [Valverde] no juega en la banda, Kroos, cuando juega ahí, tampoco lo hace. Fede tiene la libertad, cuando tenemos la pelota, con una serie de movimientos que trabajamos con él, de hacer superioridad numérica por dentro, y solo va a banda, por llamarlo así, porque él es interior, a la hora de defender. Es un jugador que ahí nos puede aportar cosas y lo está haciendo”. Cosas que también aporta en su selección, con Uruguay, pero en un doble pivote en este caso, en el 4-4-2 tan arquetípico de Óscar Washington Tabárez. Porque ya sea más cerca de una banda, como aquella temporada en el Deportivo de la Coruña, en paralelo a otro mediocentro, como con Uruguay, o desde el interior, como ahora, respetando las reglas de cada perfil en el ‘esquema blanco’, su naturaleza ha sido siempre la misma, aunque se haya adaptado a cada plan.
Estas últimas semanas, en la que el Real Madrid no ha podido contar con Eden Hazard a causa de su lesión, una de las pruebas que ha hecho Zinedine Zidane para buscarle un sustituto al belga ha sido jugar con Isco Alarcón como teórico extremo izquierdo en el 4-3-3. Sumando un cuarto centrocampista al equipo, dotando al sistema de una mayor seguridad en su circulación de balón, porque Isco absorbe mucho protagonismo a todo tipo de alturas, el rol de Fede Valverde sería aún más relevante si finalmente esta es la opción por la que opta Zidane ante el FC Barcelona. Ya sea Isco o Vinícius el que sustituya a Hazard, Valverde tendrá un peso crucial en el Clásico. Presionando la salida de balón del Barça, que es donde más ha venido sufriendo el equipo culé en los últimos tiempos, y teniendo en cuenta que enfrente tendrá a Arthur o De Jong, dos futbolistas que acuden hasta muy atrás para iniciar el juego del FC Barcelona; amenazando el área, llegando desde atrás en segunda línea; y recuperando, colaborando con Casemiro, Fede Valverde es más causa que consecuencia de lo mucho que ha crecido el Real Madrid en este mes y de medio, y de lo bien que llega a este encuentro. Así de trascendental está siendo el futbolista uruguayo en ‘los planes de Zidane’.
AdrianBlanco_ 18 diciembre, 2019
Hablemos del Clásico. Hablemos de fútbol. 😀