Italia en el nuevo mundo | Ecos del Balón

Italia en el nuevo mundo


Y siempre está Italia. Bueno, no siempre, porque la azzurra, hace ahora justo dos años, se quedó fuera del Mundial de Rusia, más de 60 años después de la última vez. Hasta las selecciones con más historia e inercia se chocan con la realidad. Aquella decía que faltaba calidad y que la herencia de un Conte que exprimió la fruta como pocos podrían haberlo hecho era más un anhelo que una reserva de la que tirar. Ni siquiera su eterna competitividad, personificada en Buffon, Chiellini o Bonucci, rescató a la tetracampeona del mundo. Han pasado dos años e Italia vuelve. Y no es la misma de siempre. Le faltan algunas cosas y presume de otras adquiridas que conviene poner sobre la mesa para tenerla en cuenta de cara a la Eurocopa que arrancará el próximo verano.

Mancini ha roto la defensa de tres centrales, está utilizando extremos a pierna cambiada, un mediocentro único y dos interiores. Misión: tener más cuota de balón

Roberto Mancini, un técnico más sutil de lo que pudo parecer su etapa más industrial, en aquel Inter de Milan, tiene entre manos un grupo de jugadores cuya mayor virtud como grupo reside en la profunda plantilla, no exenta de calidad notable, de la que dispone. Es la palabra alternativa la que multiplica sus opciones dependiendo de las necesidades. Si el de Ancona muestra todas sus cartas y activa un plan fuerte, complementado por una dirección de campo acertada y eficaz, Italia va a competir. Pero de otra forma. De entrada, su grupo de clasificación, con equipos muy inferiores que se armarían muy atrás, y las dificultades de la etapa anterior, han llevado a Mancini a construir un equipo basado en el buen trato de balón y a respetar y potenciar las diferentes ideas, superpuestas, que destacan en equipos que asumen más posesión que el rival: amplitud, dos referencias por dentro con mucha capacidad de control y pase, y tramo final con agresividad y gol. Si bien no persigue dominar el juego como lo harían otras escuelas, pues sus atacantes son de otra naturaleza, y el propio ‘calcio’ mucho más, Italia llegará a la Eurocopa con una interesante transformación a la hora de crear ventajas en campo contrario.

Asentado en un 4-3-3 con extremos a pie cambiado, rompiendo la defensa de tres para ganar referencias en banda en todo momento y crear superioridades en ambos lados, con lateral, interior y extremo, con cierta imaginación en el regate -Insigne, Bernardeschi, Chiesa-, es en el centro del campo donde no tiene porque envidiar a sus principales competidores. Bajo la perspectiva de un Jorginho cada vez más cómodo como único mediocentro, Verratti asumiendo la dirección y Sensi, Barella o Tonali para coronar el triángulo, Italia no desmerece de entre quienes se aseguran de control y verticalidad en el mismo plano y a niveles parecidos. Mancini, además, se está encargando de que sus centrocampistas miren en corto pero también en largo para aprovechar situaciones de transición en las que Ciro Immobile o Nicola Zaniolo infundan temor si toca resistir atrás. A modo de interesante alternativa, aunque apartada hace tiempo, Mancini trabajó incluso la opción del falso ‘9’ en sus primeros compases, con Insigne dibujando un espacio atacado por las diagonales de los extremos, una declaración de intenciones que Immobile ha echado a un lado pero que pusieron los cimientos de una selección que ahora entiende la palabra control de manera muy diferente a lo que siempre llevaron ligados los conceptos de espera y resistencia, fijados más atrás, cerca de su portería, como muralla.

En la variedad y elección de su centro del campo -Jorginho, Marco Verratti, Stefano Sensi, Sandro Tonali, Nicolo Barella- está su zona de mayor talento y dominio

Es por último llamativo cómo las piezas elegidas por Roberto en su centro del campo redundan en conservar la pelota y en cuidarla para llegar arriba, controlando el ritmo y la posterior pérdida. Bien pueden Tonali o Barella despegarse para arrancar y aumentar presencia en la frontal cuando la pelota alcance la posición de los extremos y necesite de un apoyo más en el remate, pero la primera intención, y así fue desde el primer momento, es crear sociedades, pies finos en los dos costados y una iniciativa superior como plan principal. Entre las dificultades, Italia puede necesitar un exceso de inspiración de sus extremos si el rival cierra la superioridad italiana por dentro y libera las bandas, y es que el punto débil, o al menos donde menos calidad y experiencia tiene a nivel individual, es el peso que puedan sumar sus laterales, mejor incorporándose que gestionando ataques o recepciones más continuadas. Dicho y esto y billete en mano, la eterna Italia también ha llegado al nuevo mundo.


18 comentarios

  • Juan Plaza 21 noviembre, 2019

    Muy atractiva esta Italia. No se veía tanta calidad en la azzurra desde la escuadra 1978-82. Tonali parece un nuevo Andrea Pirlo. Ya veremos si llega a ese nivel estratosférico. Interesantes Garella, Castrovilli, Romagnoli, Zaniolo, Sensi. El electrizante Mancini está instalado ya en la elte. Insigne es un top class. Jorginho y Verratti son dos estilistas selectos. En fin, mucho material donde elegir

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  • HugoMac 21 noviembre, 2019

    Hombre Juan, decir que no se veía tanta calidad en Italia desde hace 40 años, cuando llegaron a tener -en el mismo equipo- a Buffon, Cannavaro, Pirlo, Del Piero y Totti…

    Otra cosa es que Mancini haya dado un interesante -y necesario- cambio de timón, aprovechando una generación que sí tiene una cierta calidad. Pero sinceramente, tampoco me parece un equipo "temible", al menos a día de hoy.

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  • AArroyer 21 noviembre, 2019

    @HugoMac

    Y en el 94 con Baggio, Baresi, Donadoni, Maldini, Zola, Costacurta, Albertini… y la de 2000 con Nesta, Vieri, Panucci, Buffon no está mal. Lo que no fue normal fue lo que han tenido en los últimos 4-5 años, porque era muy muy escaso, en todas las líneas más allá de la BBC.

    Pero sin duda que como dicen Juan, da para ilusionarse. No creo que haya nnguna figura indiscutible, una estrella consagradísima, más allá de un Verratti que tiene poca grandeza y jerarquía a nivel de estrellas europeas, pero el talento al fin ha brotado. Mucho perfil técnico, distinguido, mucha versatilidad, tienen regate, tienen gol, tienen pasadores buenísimos. Donnaruma en su primera gran cita. Y Mancini siendo hábil.

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  • Juan Plaza 21 noviembre, 2019

    @HugoMac
    Si te refieres al equipo campeón del mundo en 2006 es cierto que Andrea Pirlo (del que hablo) estaba en su apogeo, pero Del Piero ya era suplente y Totti estaba en su crepúsculo. Ojo, que me parecía un conjunto soberbio, tremendo, pero más basado en el ritmo (espectacular) y la elasticidad de las transiciones que en la calidad.
    @AArroyo
    El equipo subcampeón del mundo.en 1994.tenía a Roberto Baggio, ciertamente, pero no al.100 por ciento, dado que arrastraba lesiones. Beppe Signori era suplente… del peleón Massaro. Y su fuerte era la perfección defensiva Baresi + Maldini

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  • @angica10 21 noviembre, 2019

    @Juan Plaza
    "Totti estaba en su crepúsculo"

    Hombre Juan, con todos mis respetos, decir que Totti estaba en su crepúsculo creo que no se ajusta del todo a la realidad. De hecho en la Euro 2004 era la estrella de Italia, en la que fue sancionado por el escupitajo. Ya en 2007 ganaría la bota de oro como máximo goleador europeo. Está claro que ya no era ese fantasista de sus mejores años, pero su "crepúsculo" tardaría aún por llegar.

    Con respecto a Baggio, es evidente que no llegó en la mejor forma al mundial del 94, y aún así llevó a su equipo a la final. No obstante, lo peor no fue su estado físico, sino la nula sintonía que mantenía con Sacchi.

    Con todo eso, bonita generación la que saca Italia ahora, pero lejos, hasta ahora, de los mitos de antaño.

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  • Martín Seijas 21 noviembre, 2019

    Y algo muy importante que le veo yo a esta nueva Italia es que el plan actual se puede prolongar en el tiempo. De todos los jugadores que hay en la alineación de arriba, solo los centrales superan los 30 años, por lo que no solo la Azzurra llega con un buen nivel para la Eurocopa, sino que también pueden apostar por un bloque de jugadores que tenga continuidad hasta el próximo Mundial.

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  • Juan Plaza 21 noviembre, 2019

    @Angica10
    Son cuestiones discutibles. En todo caso, la Italia de 2006, que a mí, insisto, me encantó, es un conjunto.que jugaba a la carga, al toma y daca. La semifinal con Alemania es grandiosa. Una Italia espectacular por lo vibrante, no tanto por la calidad. Entendiendo por calidad.la destreza técnica. Y Totti no estaba ya en lo mejor de sí, aunque siguiera siendo Totti. La generación actual puede jugar con más calidad que aquella, estoy seguro. Ahora bien, estamos hartos de ver como equipos repletos de calidad pasan sin pena ni gloria y equipos con no tantísima calidad pero con más carácter, determinación y sentido.colectivo entran e la historia con mayúsculas

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  • Mirard 22 noviembre, 2019

    Cusiosamente aquella Italia de 2006 fue la que abrió, de alguna manera, la entrada al talento sin cortapisas. Desde México´70 con aquel debate entre Rivera y Mazzola, parecía existir una regla no escrita de que dos super talentos no podían compartir once titular en la selección italiana porque se solapaban, y dificultaban la puesta en práctica de la tradicional propuesta italiana. En 2006 se revivió aquel debate con Totti y Del Piero, que tampoco compartieron ninguna alineación hasta la semifinal frente Alemania, cuando Marcelo Lippi dio entrada a Del Piero en la prórroga y no sentó a Totti. A partir de ahí, Italia se llevó la semifinal y Del Piero marcó el segundo gol. Fue, quizás, la primera piedra en el nuevo camino que iba a empezar a recorrer Italia, y que después acabaría de cimentar Cesare Prandelli asentando un fútbol de posesión tan ajeno a los principios del Calcio, antes de estrellarse en el Mundial de Brasil.

    Para mí, desde México'70 la mejor Italia que ha habido fue la del Mundial de Estados Unidos 94, aunque Sacchi tampoco es que la desencorsetara, sino más bien que exprimió hasta las últimas consecuencias todo aquello por lo que Ia Azurra ha sido mundialmente conocida y temida. Eso sí, la Italia con más oficio, la más "perra", fue la del Mundial'82, tampoco exenta de calidad, que quede claro.

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  • Juan Plaza 22 noviembre, 2019

    @Mirard

    Me encanta tu observación. Pero fíjate que en la gran Italia del 2006 los acompañantes del excelso Pirlo en el centro del campo eran el pitbull Gattuso y el trotón Perrotta. Y los del mermado físicamente Totti arriba eran el correcaminos Camoranesi y el tanque Toni. El equipo del 94 jugó bastante bien aunque en la final defraudó. Es que creo que ni tiró.entre los 3 palos. La Italia del 82 era un monunento a la astucia individual y colectiva. El choque histórico con Brasil es una obra de arte. Con malicia, sí, pero arte

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  • Jos 22 noviembre, 2019

    @Juan Plaza
    Curioso como funciona la memoria, antes de buscar el resumen de la final del 94 apostaría a que hubo un tiro italiano que se le escapa a Taffarel, da en el palo y la agarra, besandolo luego en un gesto que me encantó. Y sin embargo fue un tiro a Pagliuca!! Italia tiro una vez (muy buena ocasión) en la primera parte y dos en la segunda, ninguna en el tiempo extra…

    Y por cierto desde que veo conscientemente los mundiales (del 94 en adelante) el Alemania-Italia de semis de 2006 es el mejor partido que recuerdo, qué maravilla

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  • Juan Plaza 22 noviembre, 2019

    @Jos

    Gracias por el recordatorio! Fue una final muy mala. Yo iba con Italia pero mereció llevársela Brasil. Tampoco estuvo para tirar cohetes pero hizo algo más. Mira, mi primer mundial con pleno 'conocimiento de causa' futbolística fue el España 82. Y te puedo garantizar que la semifinal de 2006 a la que te refieres es uno de los mejores partidos que he visto en directo en mi vida. Estaría en un grupo de 7-8 partidos inolvidables

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  • neogol 22 noviembre, 2019

    La italia de Paolo Ross en el 82' gran equipo

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  • Mirard 22 noviembre, 2019

    Respondiéndoos a ambos, es cierto que la final del 94 fue decepcionante desde el punto de vista del espectáculo, pero recuerdo a muchos expertos decir que la disfrutaron como enanos, puesto que fue una final táctica enorme, de primerísimo nivel. El hecho de que no se rompiese el 0-0 hizo que ese tacticismo se acentuara incluso más. Al gran público, en efecto, nos defraudó, aunque en retrospectiva siguió todo un guión lógico, puesto que frente a frente estaban el Brasil más europeizado de la historia (recordemos los dos percherones Dunga y Mauro Silva en la zona de contención, mostrándose intratables durante todo el torneo) y la Italia de Sacchi, con la fórmula del Milan ya italianizada.

    Por otro lado, es cierto también lo de la Italia del 82 que comentas. Existe una cierta distorsión del recuerdo de aquel Italia-Brasil entre el aficionado, como si Brasil hubiese hecho un partidazo (que lo hizo) con su jogo bonito e Italia hubiese ganado al catennaccio con tres zarpazos, cuando no fue así. Italia jugó al ataque aquel partido, entre otras cosas porque el empate no le servía, le mandaba para casa. De hecho, siempre tomaron la delantera en el marcador. Aquella Italia es verdad que desplegaba un juego práctico y veloz, y también bello, pero sólo con cuentagotas, cuando la ocasión lo requería. Lo que Italia hizo fue evidenciar las costuras de aquel Brasil que tanto nos enamoró, carencias que se hacían más evidentes a medida que pasaba el torneo. De ahí que para México'86 Telé Santana tomase nota y, sin renunciar en ningún momento a sus principios, llevase una selección, por decirlo de alguna manera, más "seria".

    A día de hoy, el Italia-Brasil del 82 es el mejor partido que he visto nunca. Ese y el Francia-Brasil del Mundial siguiente en Guadalajara, México.

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  • Juan Plaza 22 noviembre, 2019

    @Mirard

    Sin duda ese partido histórico está desenfocado por la prensa, salvo excepciones, y, por ende, por el gran público. A pesar de la igualdad, Italia mereció ganar aquella batalla. Y también el mundial.

    A esos dos partidazos que mencionas agregaría el Francia vs Portugal del 84, el Portugal vs Inglaterra del 2002 y el Italia vs Alemania del 2006. Quizás el Francia vs Alemania del 82 también. Por centrarnos en selecciones

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  • Veneziano 25 noviembre, 2019

    La seleccion italiana està dentro de un proceso de enorme cambio , uno es el contingente (rehacer todo despues del desastre) y dos es historico (cambiar una mentalidad que està profundamente arraigada) . El camino que ha elegido Mancini me parece fantastico y por suerte tambien le ha sonreido la fortuna , de no haber sido asì ese modo de jugar hubiese sido fuertemente criticado . Pero los guardianes de la identidad italiana estàn a la espera , al minimo sintoma se abalanzaran sin piedad y trataràn de pasar factura por estos tiempos donde tienen que permanecer en silencio . La mentalidad italiana no ha cambiado , solo una èlite creè en lo nuevo y quiere llevar adelante un cambio profundo ….serà un camino durisimo . Crear demasiadas expectativas puede ser muy negativo para el proceso de cambio , esta Italia actual no puede competir de igual a igual con las mejores , falta calidad por fuera y un 9 "moderno" , es decir falta bastante . A diferencia de lo que suele pasar en el resto de los paises con una profunda cultura futbolistica , donde la identidad llega desde abajo a traves de los clubes amateurs y profesionales , en Italia se està tratando de cambiar desde arriba . Podrìan ayudar si algùn gran Club intentarà hacer algo muy parecido , por el momento no hay nada , solo Sarri con la Juventus podrìa ser el indicado pero aùn no hemos visto cosas interesantes y para que incida realmente en la cultura futbolistica local deberà ganar trofeos internacionales ….que no es facil . La Italia actual yo la ubicaria en esa segunda franja de selecciones que pueden ser muy molestas para cualquiera , pero que le falta calidad para aspirar ha algo màs importante , por eso serìa necesario saber y ser bien consciente en que punto del proceso se encuentra para no crear falsas expectativas que desarmarian el proyecto .

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  • AArroyer 25 noviembre, 2019

    @Veneziano

    Es siempre muy interesante ver cómo se relaciona la historia y la cultura del pueblo italiano con aires de cambio. Y en el fútbol se refleja todo. A Italia siempre le quedará lo más difícil cuando da pasos hacia direcciones desconocidas o que se miran con recelo. Y será siempre su asignatura pendiente. Incluso legitimando la propuesta con la victoria, el sabor de boca que le deja a un italiano hacerlo como antes sigue pesando mucho. Expectante ante la Euro de Italia y sus consecuencias.

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  • Mirard 25 noviembre, 2019

    Por todo eso que comentáis fue una verdadera lástima el fracaso de Italia en el Mundial de Brasil. Tras ganar en 2006 y fracasar con lo mismo en 2010, quedaba meridianamente claro que las cosas no podían seguir igual, a lo que contribuía el viento que arrastraba la Roja. La Italia de Prandelli inició ese camino a rebufo de la estela dejada por España, y bien que le fue, con un brillante subcampeonato europeo en 2012. Pero el Ticotazo y posterior eliminación en 2014 cortó de raíz aquello que, ahora, se ven obligados a reemprender.

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  • Juan Plaza 26 noviembre, 2019

    Italia ha cambiado bastante más de lo que parece. La Italia de la defensa hermética, la astucia, el control del tempo y el contragolpe envenenado murió allá por los 90, tras el éxito abrumador del pressing footbal de Sachi.Ya la.Italia de 2006 es uno de.los equipos más verticales y directos que han ganado un mundial. Es que hoy.en día un equipo italiano.que quisiera.jugar con el espíritu de los 80 o 70, aunque.lo adaptase al momento actual, no tendría nada que hacer.

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