
El proyecto del Atlético de Madrid ha quedado esclavizado por la figura de su delantero centro. Sin olvidar lo ofrecido por Radamel Falcao en el primer año y medio de Simeone en el Vicente Calderón, la esencia gira alrededor del nombre de Diego Costa. La muralla defensiva construida por el Cholo a partir de 2013 hizo que el ariete del Manzanares pasase a ser un hombre aislado, un soldado solitario en medio de un bombardeo que ha de ganar la guerra para los suyos. Diego Costa hizo historia en este contexto y creó una comparativa que condujo a Mario Mandzukic y Jackson Martínez al fracaso. Razón: no eran ni rápidos ni suficientemente hábiles. Como Antoine Griezmann sí lo era, se le pidió que recreara el papel que antaño tuvo Diego, pero el galo andaba inmerso ya en una evolución que haría de él un jugador más creativo y relacionado con la pelota. Con Vietto triste y Fernando Torres como medida útil (tanto que Simeone confirmó su titularidad esta noche frente al Fútbol Club Barcelona) pero desesperada, el Atlético veía languidecer un elemento innegociable de su fútbol: el contragolpe. Faltaba velocidad arriba.
A falta de más pruebas, Yannick Ferreira Carrasco ha sido quién mejor ha cumplido el papel de «9»
Yannick Ferreira Carrasco fue comprado al Mónaco en calidad de extremo. Sus virtudes eran palpables. Estábamos ante un jugador más o menos de banda con desequilibrio y conducción, dos aptitudes escasas en la plantilla rojiblanca. En el factor goleador nadie reparó demasiado. Marcaba una vez cada seis partidos, es decir, echaría una mano puntual y poco más. No eran cifras que indicaran que al belga se le podía destinar una plaza en la zona más adelantada del equipo. Por necesidad, Simeone decidió hacerlo en el choque ante el Barcelona en el Camp Nou. El resultado fue sorprendente, pues Yannick se cascó una actuación portentosa que elevó de manera inmediata el nivel de su equipo. Vamos a contar lo que pasó.
Como la defensa (y más aquel día o en una eliminatoria como la que arranca hoy) siempre será el punto de partida del Atlético, comenzaremos este análisis con lo que hizo Carrasco en Barcelona cuando su equipo no tenía la bola. Los rojiblancos, colocados en un 4-4-2 con Griezmann y Yannick arriba, sorprendieron con una presión alta desde el inicio. A Carrasco le tocó ir en busca de los centrales pero atendiendo sobre todo a la posición de Busquets. Nuestro protagonista debía retardar la recepción de Sergio (Foto de abajo a la izquierda). Cuando el Barça avanzara y el Atlético fuera perdiendo metros, Carrasco debía seguir atento al «5» culé (Foto), que venía a ser su asignación individual en los instantes en los que el Atleti defendiera lejos de su área. A partir del minuto 30, el Barça metió atrás a los colchoneros. Ahí no hubo misterio: dos líneas de cuatro empotradas atrás y los dos delanteros cerrando por dentro contra Messi y Busquets (Foto de abajo a la derecha). En realidad, todo lo expuesto se ajusta a un trabajo estándar del delantero del Atlético de Madrid en días así, pero con esto confirmamos que Carrasco sabe cumplir con estas tareas.
Sus condiciones como extremo le permiten adaptarse a la delantera. Sorprendió su alta constancia
Lo realmente grande, obvio, estuvo en la parte ofensiva. De tal magnitud fue su partido que no es exagerado decir que podría cambiar la temporada del Atlético. Con un Carrasco así, los de Simeone reúnen argumentos para eliminar al Barcelona y a cualquier otro rival. ¿Tan bestial fue? Rotundamente sí. Ya no tanto por su nivel individual como por el efecto que su fútbol generó (y volvería a generar) en la fe rojiblanca. El plan del Atlético es 100% legítimo si se repite un Yannick como el que destripamos a continuación.
Con Griezmann y Carrasco como dupla de ataque, hablar de un “9” puro no es del todo exacto. Ninguno tiene en su ser la esencia de un ariete. A pesar de esto, y pese a la abundancia de movimientos cruzados por todo el campo y ciertas fases de intercambio, fue Yannick Ferreira quien ejerció de delantero centro. La estructura táctica señalaba que Griezmann era el segundo punta y enganchaba entre líneas y Carrasco corría al hueco para llevarse consigo a los centrales (Foto de la derecha). Ahí nace el primer aspecto fundamental: Yannick es rápido e incisivo (“como Costa”, como el titular Torres), capaz de retar a una carrera a cualquier oponente (Foto de abajo a la izquierda) con opciones de triunfo. Así empiezan a potenciarse virtudes como el pase largo de Koke (Foto) y la ilusión del Atleti, que cree que el gol puede llegar aunque la recuperen a 65 metros de portería. Cuando se suceden estas citadas recuperaciones, el Atleti suele agruparse rápidamente, a menudo en busca de Griezmann, que lanzando contras es sensacional. En cuanto esto ocurre, Carrasco ya está pendiente del espacio, buscando el hueco a la carrera (Foto de abajo a la derecha), por cualquier sector del terreno de juego (Foto).
Además de desmarcarse, Carrasco aporta un manejo de la bola que, ahí sí, ningun punta atlético iguala
La afinidad natural de Carrasco a las dos bandas le sirve para ser un “9” ancho. En otras palabras, cae por todos lados y no se limita a un perfil concreto. Esto hace que en numerosas ocasiones arrastre a un central para sacarlo de su zona (Foto), rendijas por las que se cuela gente como Saúl o Koke, ya sea para llegar a gol o darle fluidez a la circulación. No obstante, la importancia de esta cualidad crece al unirse con otra fundamental y propia de su juego: el desborde.
Comentado está en el anterior párrafo. Si Carrasco se acuesta en una banda y atrae a un central, su regate gana valor. No hay que olvidar que un delantero centro que regatee resulta devastador y no es tan común en la élite más allá del Kun Agüero. Recostado en la izquierda buscó las cosquillas a Piqué, por ejemplo (Foto de abajo a la izquierda). Y luego está lo evidente. Para sacar al equipo de situaciones de agobio atrás, su desequilibrio es oro (Foto de abajo a la derecha). Y ahí muy pocos en la plantilla le igualan. Torres (volvemos a él) solo elimina rivales si goza de amplios espacios. Carrasco, extremo nato, no los demanda.
No cabe duda: el partido de Yannick Ferreira Carrasco en el Camp Nou fue un escándalo. Una inspiración absoluta de tal grado que no se redujo ni cuando el Atlético se quedó con diez hombres. Ahí Simeone lo devolvió a la banda con el único objetivo de que la pillara de cara lo máximo posible y regateara hasta donde pudiese. Se dieron acciones tan surrealistas como un Carrasco conduciendo 70 metros la pelota mientras iba dejando adversarios atrás con sombreritos y fintas (ojo a la jugada). Llegó incluso a inventar un gol hecho lanzándose contra todos (Foto). Pero esto ya obedece a la parte más heroica de su actuación. La futbolística interesa más. Y ahí nos topamos con un el que quizás sea el futbolista más adecuado para desarrollar las funciones que el Atlético de Madrid le pide a su ariete. Incluso sorprende la presencia constante que fue capaz de exhibir en un contexto tan exigente. Analizado su aporte y el nivel medio de la competencia, quizás toque decir que Yannick Carrasco es el mejor «9» de este Atlético de Madrid 2016.
hola1 5 abril, 2016
Aunque hoy no lo veremos como titular,hoy juega Torres en el Camp Nou. Carrasco seguramente entre de revulsivo en el 2do tiempo.
Por cierto, que actuacion tan potente fue esta de Carrasco.