Durante la Copa del Mundo de Brasil 2014, una de las grandes noticias fue el gran seguimiento de la cita que se produjo en Estados Unidos. Con su selección hubo verdadero fervor, llenando estadios y céntricas plazas para ver los partidos en directo. Esta evolución, que comienza a dar sus frutos, viene de lejos. La MLS cumple 20 años de su puesta en marcha y, ciertamente, su estado invita al optimismo. Desde que llegara Beckham, la competición dio un paso definitivo para captar la expectación de espectadores, medios de comunicación y, por supuesto, del resto del planeta. Sobre qué y cómo es el soccer en USA charlamos con Ariel Judas, un gran especialista en estas cuestiones.
– Desde Europa, la sensación que venimos teniendo en los últimos años es que el fútbol en Estados Unidos no para de crecer. Sea por la mayor repercusión de la MLS, la cantidad de futbolistas que cruzan el charco o el buen papel de Estados Unidos en los mundiales, lo cierto es que sólo llegan noticias que apuntan en esta dirección. ¿Es así, Ariel? ¿El soccer está dando pasos hacia delante?
Es una pregunta con varias respuestas posibles. Definitivamente, el soccer está creciendo en Estados Unidos. Pero hay que diferenciar también soccer como fútbol a nivel general y lo que es la MLS, que es un negocio con vida propia más allá de lo que es el fútbol y el interés de los aficionados a nivel local. Son cosas que se juntan a veces, que van en paralelo, pero en otras ocasiones divergen completamente. La MLS va bien. Es innegable. Ha tenido, sobre todo en las últimas dos temporadas, un crecimiento notable. También en lo que a medios de comunicación se refiere, algo en lo que la influencia del Mundial ha sido notable por los niveles de audiencia y de expectativas creadas por la selección. Fue una explosión popular. Y llamó mucho la atención, despertando el interés de grandes marcas y de grandes empresas que quieren explotar este negocio que, realmente, está bastante virgen en Norteamérica.
– ¿Con qué se relaciona el soccer en Estados Unidos? ¿Cómo intenta crecer? Aquí, igual que en Argentina, tenemos asumido el fútbol como algo natural. Es obvio. Por decirlo de una manera: cuando llegamos ya estaba aquí. Sin embargo, detrás del impulso del soccer está una visión empresarial que parte de que, para que haya demanda, tiene que haber necesidad. O si no la hay, hay que crearla.
Creo que esto ha ido cambiando con el paso de los años. Yo vivo aquí desde hace seis o siete años y, en este periodo de tiempo relativamente corto, he notado algún tipo de cambio en cuanto a la demografía del soccer y de quién puede ser hincha de algún equipo de la MLS. La liga acaba de cumplir 20 años, es un torneo joven todavía, pero cuando comenzó yo creo que se tenía muy en cuenta el factor latino. Por eso en su momento apareció Chivas USA, que en cierta medida era una filial casi directa del Chivas mexicano. Se pensaba que de esta manera se podía alimentar y poblar la liga. Sin embargo, aunque es cierto que el público latino está muy ávido de fútbol y que sigue a determinados equipos, la posibilidad de poder ver a cualquier equipo del planeta por televisión o internet restaba impacto a este hecho. Aquí, en Estados Unidos, la disponibilidad de fútbol es altísima, probablemente tanto o más que en cualquier país europeo. Se puede ver fútbol de cualquier parte del mundo sin demasiadas complicaciones.
A esta presencia latina, que como digo es importante pero no tanto, se la venido uniendo también otro tipo de colectivos o personas. Muchas de ellas, de hecho, se han agregado últimamente. La MLS, que no el soccer en sí, se ha vendido al público local, al público más habitual del deporte estadounidense, como algo diferente a lo que te puede ofrecer la NFL, la NBA, la MLB y la NHL. Y creo que ha tenido cierto éxito. Esa diferencia consiste en que se vende, por ejemplo, como una liga limpia, como un deporte sano y como un espectáculo familiar. Esto es muy importante. La MLS se considera un torneo al que puedes asistir con niños pequeños al estadio. En definitiva, estos aspectos son detalles que no pueden ofrecer la NFL o la MLB por cierta mala fama que han venido generando sus deportistas por temas extradeportivos. Y la MLS ha aprovechado muy bien ese nicho que está disponible para acomodarse ahí. Es un deporte, como digo, plenamente familiar, algo que notas muchísimo cuando vas al estadio.
– En el noroeste de los Estados Unidos -y Canadá- la afición por el fútbol es superior, ¿no? Además, entrando en el ejemplo de la MLS, las franquicias que están asentadas en ciudades más europeas, por decirlo así, como Seattle o Portland, funcionan muy bien.
Absolutamente. Hoy en día, el noroeste de Estados Unidos y de Canadá, la región conocida como Cascadia, es la zona que motoriza al aficionado norteamericano. Ahí tienes a los Vancouver Whitecaps, un equipo que entró en la MLS hace relativamente poco, pero que ya venía teniendo impacto en categorías menores. También están los Portland Timbers y los Seattle Sounders, un ejemplo muy parecido al de los Whitecaps. Todos ellos son equipos con un arraigo popular enorme y con una envidiable disponibilidad de su público. Muchos dicen que el clima tiene que ver con todo esto, ya que ir al estadio de soccer durante los duros inviernos que sufren en estas ciudades es la única forma de sociabilizar que tiene la gente que vive allí. Es probable que algo de ello haya, es cierto, pero es que ves el fenómeno de los Sounders y entiendes que tiene que haber algo más. Hay que rendirse a la evidencia. Es un equipo que reúne un promedio de 40.000-45.000 espectadores cada vez que juega como local, lo cual lo hace en un estadio de fútbol americano para 67.000 espectadores. Ha renovado hasta 2018 su permanencia y es que, perfectamente, puede llenarlo. De hecho, durante la temporada más de una vez se consigue. El de los Sounders es un fenómeno comparable a cualquier grande de Europa o Sudamérica.
– Hablabas del tiempo, de la condición de deporte familiar, de la imagen de deporte limpio… ¿Pero hay algún prejuicio que exista con el soccer que, en cierta manera, suponga una barrera para ese hincha americano tan acostumbrado a las cuatro grandes ligas de Estados Unidos?
Existen, existen. Eso es cierto. Lo notas mucho, por ejemplo, en los «late night», donde se hacen muchas bromas con el soccer. Es decir, registran que el fútbol es un fenómeno vigente y creciente en Estados Unidos, pero se siguen haciendo muchas bromas al respecto de que un partido pueda acabar sin goles, que un equipo pueda descender… Hay cosas que no entienden, porque choca por completo con su idea de competición deportiva. Por eso, probablemente, en la MLS nunca instaure el sistema de ascensos y descensos. Es una barrera infranqueable en América del Norte.
Así que sí, existe el desconocimiento, a veces desprecio, de los grandes medios con respecto al fútbol. Pero es algo que, por cierto, está cambiando a raíz del contrato televisivo que firmaron el año pasado. Ahora grandes cadenas como FOX, ESPN o Univisión tienen un nuevo producto entre manos que deben cuidar para dar mayor visibilidad a la MLS. Es un espacio que el soccer nunca había tenido. Hoy por hoy, la MLS goza de una buena visibilidad en los medios específicos deportivos que yo nunca había visto.
– Es uno de los aspectos que hablan de la buena salud de la MLS, ¿no Ariel? Sobre todo tras este verano en el que la competición ha celebrado sus veinte años con nuevos equipos, nuevos proyectos de equipos, fichajes de renombre, rumores interesantes… Las perspectivas son buenas.
Exacto. La MLS es una liga muy ambiciosa. A veces incluso ingenua en sus ambiciones. Sus dirigentes suelen hablar de conseguir que la MLS sea una liga top 10 o top 5 para 2024, pero yo esto lo veo realmente lejano todavía. No digo que no se esté en camino a hacer una liga muy importante, pero por ejemplo tiene muy cerca, frontera con frontera, a la liga mexicana y, en mi opinión, en importancia a nivel internacional la MLS todavía está por detrás. Probablemente en cinco años la situación sea diferente, pero hoy por hoy la MLS está aún buscando acomodarse. Es todo un proceso. Eso sí, que en una década va a ser tan importante como la liga brasileña, la liga mexicana o la liga argentina… casi que lo podría confirmar, asegurar, si se sigue progresando de esta manera. Competir con Europa va a costar un poco más a nivel deportivo, porque ciertas barreras aún resultan insalvables, pero a nivel económico más pronto que tarde también va a existir cierta paridad. Las perspectivas son muy buenas.
– Para entender un poco la evolución en este tiempo y así también comprender el espíritu de la MLS, creo que la regla del Designated Player (el Jugador Franquicia) es bastante paradigmática. Como la MLS es una competición con una clara mentalidad estadounidense, en la liga existe un techo salarial que limita los salarios de todos los equipos. Un techo, además, bastante bajo porque debe ser asumible, igualitario y coherente con una competición a la que le costaba -y cuesta- ingresar grandes cantidades. Esto limitaba la llegada de grandes estrellas y, por eso, con la regla del Jugador Franquicia se estipuló que sólo una pequeña parte de su salario contaría para el techo salarial. Así pudo llegar David Beckham (2007) y, tras su ampliación, pudo hacer lo propio Thierry Henry (2010).
Correcto. Básicamente, lo que ocurre en la MLS es lo que ocurre en la NFL o en la NBA. Cada equipo tiene un presupuesto con el que tiene que contratar a todos sus futbolistas, pero en este caso tiene la posibilidad de ocupar tres de esas plazas con los Jugadores Franquicia. Estos escapan al límite salarial, tributando sólo una parte pequeña y fija de su salario. Es decir, tienen 20 futbolistas normales, por decirlo de alguna manera, y pueden tener hasta tres jugadores galácticos que a nivel económico cuentan como los otros. Así llegó David Beckham, que fue quién inauguró este sistema y quién abrió las puertas para que, por ejemplo, un tipo como Giovinco hoy esté jugando en Toronto.
– El caso de David Beckham ha sido fundamental y, además, explica cómo la MLS es un negocio que se rige por mecanismos y planteamientos algo diferentes a los que pueda tener La Liga, la Premier o la Bundesliga. Lo digo porque cuando David llegó en 2007, la MLS permitió a Los Ángeles Galaxy pasarse de su tope (aún con la regla del Jugador Franquicia) y porque, sobre todo, obligó a todos los equipos a pagar parte del fichaje porque era bueno para el futuro común. Algo con sentido, con mucho sentido visto lo visto, pero que resulta implanteable en otros escenarios.
Totalmente. El modelo empresarial de la MLS es algo muy, muy complejo. Por ejemplo, todos los contratos de todos los futbolistas, desde Giovinco al último portero de Sporting Kansas City, son de la liga. Los pagan los equipos, pero son de la liga. Y todos los equipos son propiedad de la liga, aunque tengan empresarios que operan los negocios de cada uno de los equipos de forma individual. Es decir, que si lo miras desde un punto de vista global, todas las personas que trabajan en la MLS trabajan para una misma empresa y están bajo contrato con una misma empresa. De ahí que el interés común se anteponga, incluso, a la propia competición en según que momentos. Aquí a esto se le llama un fenómeno de entidad única, y se hizo de esta manera para evitar lo que pasó décadas atrás con la antigua NASL. Entonces, el Cosmos pudo gastar indiscriminadamente y, al final, no sólo terminó ahogando al propio Cosmos sino también al resto de la liga que intentó equipararse con ese equipo absolutamente galáctico. No había presupuesto ni recaudación que pudiera bancar de alguna manera todo ese desmadre. Ahora se busca tener ese soporte económico, pero poco a poco.
– Ese poco a poco es fundamental. Es un crecimiento muy lineal. Y está resultando bien, porque además del nombre de Giovinco yo sacaría el de Ignacio Piatti, del cual hace unos meses destacamos su importancia en el San Lorenzo campeón de la Copa Libertadores. En definitiva, son dos ejemplos, en dos diferentes niveles y continentes, que escenifican cómo la MLS está ganando atractivo.
Sí, sí, el sistema al cual se ha aferrado la MLS para instalarse, para crecer, es para mí incuestionable. Aunque sí que tiene unas pequeñas consideraciones que se pueden hacer. Hay momentos en los que la MLS, la dirigencia me refiero, parece influir demasiado en el hecho de a qué equipo va algún jugador más o menos importante. El caso de Jermaine Jones fue notable. Hubo una disputa muy grande entre Nueva Inglaterra y Chicado. Definitivamente se lo quedó New England Revolution, pero nunca quedó del todo claro porqué terminó allí y no en Chicago cuando parecía que estaba todo hecho con el equipo del norte. Hay algunos detalles que requieren de más explicación por la liga, pero como decía antes es una competición absolutamente limpia, transparente y con objetivos claros que nunca se contaminan con el paso del tiempo. O sea, siguen vigentes y estables. Se consiguen metas, se fijan nuevos planteamientos y, de esta manera, se sigue creciendo.
– Para poder seguir creciendo, también se está trabajando mucho el fútbol base en Estados Unidos, ¿no? O, al menos, se están emprendiendo iniciativas para que esto suceda. Mismamente, la MLS ofrece facilidades y beneficios económicos para los equipos que tengan futbolistas jóvenes o canteranos entre sus plantillas.
La MLS, sobre todo en los últimos cinco años, ha invertido bastante en formación. Casi todos los equipos tienen sistema de academias o de granjas, como lo llaman aquí, bastante asentadas y que trabajan bastante bien. De hecho, vienen aportando muchos jugadores tanto a la MLS como a otras ligas menores. Hay un fenómeno muy interesante que es que la MLS ha firmado un convenio con la USL, la que vendría a ser la tercera categoría del soccer norteamericano, para que las franquicias que quieran tengan filiales en dicha competición. Así, los jugadores que se forman, podrán jugar en una liga preparatoria y, de paso, generar otros mercados más allá del draft.
Hasta ahora, el mercado para el joven que decide dedicarse al soccer era muy limitado: es casi obligatorio tener que pasar por una universidad. A mí me esto me sigue resultando increíble. Cursar una carrera universitaria está fantástico, por supuesto, pero es muy salvaje el hecho de que la criba pase por un sistema así. Ahora parece que, poco a poco, esto la MLS quiere cambiarlo.
– Es que es un choque cultural muy grande. El fútbol es un deporte universal que, más o menos, tiene las mismas bases en todos los rincones del planeta. Sin embargo, en Estados Unidos intenta entrar dentro de una cultura deportiva muy definida que está muy asentada en todos los sentidos. Quizás, si el soccer en general o la MLS en particular quieren competir con el resto, deben adaptarse en cierta medida. No te hablo de los descensos, por ejemplo, pero sí en esta cuestión del fútbol formativo. De hecho, ciertas reglas con las que comenzó la MLS ya se fueron adaptando a la normativa global.
Estoy muy de acuerdo. Aquí creo que el trabajo de Jürgen Klinsmann, que no sólo es seleccionador de Estados Unidos sino que, además, desde el año pasado es el principal asesor de la federación en trabajo de formación y de diseño de competiciones, es realmente importante. Está siendo muy agresivo con la MLS. Tiene algunos puntos en los que, bajo mi opinión, está acertado, pero otros que son… digamos que caprichosos. Las grandes personalidades como él tienen ese impulso por querer poner su sello en todo lo que está ocurriendo, algo que la MLS no le va a dejar que ocurra. En parte porque la liga tiene un poder muy importante dentro de la federación, tanto a nivel accionario como de toma de decisiones. De todas formas, creo que el presidente de la federación está haciendo un trabajo formidable para mantener el equilibrio entre las demandas de Klinsmann y las intenciones de la MLS en este momento.
Además, hay que destacar también un aspecto que considero fundamental: aquí en Estados Unidos, en el colegio primario, tanto para niñas como para niños, el soccer es un deporte muy importante. Generalmente, durante el sábado por la mañana es la actividad escolar en un porcentaje muy alto de los colegios. No se juega otros deportes; se juega al soccer. Al fútbol. En el caso de las niñas eso se mantuvo en la educación secundaria, pero en el de los chicos no. Lo que la federación está tratando de hacer es cambiar ese sistema para que en la secundaria, si alguien quiere jugar al soccer, pueda seguir haciéndolo. El beisbol tiene su lugar, el fútbol americano tiene su lugar, el baloncesto tiene su lugar… Y lo que intenta la federación es que el soccer tenga también su lugar en el sistema educativo estadounidense, de manera que también sirva de cantera para su fútbol juvenil.
Esto es muy complicado porque son instituciones, aspectos y tradiciones que están muy enraizadas en la sociedad americana. El hecho de que el soccer sea para niñas, sobre todo a estas edades, todavía pesa mucho. Es una barrera que hay que romper. Y lo están intentando.
– Los siguientes pasos que va a dar la liga, además de planificados, consisten fundamentalmente en expandir lo ya conseguido. Por ejemplo, parece que ya hay cuatro franquicias planificadas en Atlanta, Los Ángeles, Minnesota y Miami que se unirán a las 20 que hay actualmente. Es decir, la MLS busca nuevos mercados para seguir creciendo. Y no lo hace a cualquier precio, sino basándose en proyectos con demanda de aficionados, sólidas estructuras y con un buen músculo económico.
Es la gran diferencia con la antigua NASL y con la actual NASL, que viene a ser la segunda división a día de hoy en América del Norte. Hoy para que una empresa, para que un grupo de empresarios o de gente vinculada al fútbol, pueda poner un equipo en la MLS tienen que ocurrir muchas cosas. Primero, como bien decías, estar en un mercado apetitoso a nivel publicitario y a nivel de respuesta de público. La MLS no quiere estar en ciudades donde los estadios vayan a estas prácticamente vacíos. Segundo, si te aprueban esa idea, tienes que desembolsar entre 100 y 150 millones de dólares sólo por el hecho de entrar a la liga, sin contar compra de jugadores, contratación de personal o construcción del campo. Y tercero, el estadio prácticamente lo determina cómo va a ser la propia liga.
La MLS tiene un manual, una serie de pautas y normas, que establecen de qué manera quieren que sea el estadio en esa ciudad. Fundamentalmente buscan ubicaciones céntricas, bien comunicadas y con transporte público, que son las que han funcionado muy bien con el público del soccer. No quieren que el viaje represente una hora u hora y media de trayecto, como sí sucede, por ejemplo, con el fútbol americano, que son construcciones enormes en las afueras de la ciudad, al lado de una autopista y de un centro comercial. La MLS huye de ese modelo y prácticamente impone a sus equipos, sobre todo a los nuevos, la construcción de estadios para 20.000, 25.000 o 30.000 personas. Ese es el universo en el cual se mueve la MLS en este momento, aunque hay excepciones como la ya citada de Seattle. A los Sounders no hay manera de que se le pueda obligar a tener un estadio de 20.000 asientos cuando semana tras semana convoca 40.000 personas en el CenturyLink Field.
– ¿No techa esto demasiado el avance de los aficionados que ven soccer en vivo? La asistencia en los estadios -casi- siempre ha ido mejorando desde 1996, el año pasado mismamente subió un 3% hasta los 21.000 de media, pero este es un promedio que no puede mejorar demasiado por lo que estabas comentando. Y fíjate que, en este sentido, la MLS si era una liga top 10, pues en 2014 se situó como la octava con más espectadores y en su primera jornada de 2015 superó a la Serie A y a la Ligue 1.
La MLS ha hecho estudios que le ponen sobre el papel que, al menos durante la próxima década, ese será el rango de público en equipos como Sporting Kansas City, Columbus Crew, Chicago Fire…
– Y no quieren descuidar la imagen, algo que sucedería si los estadios estuviesen semi vacíos y no totalmente llenos como sucede en la actualidad.
Exacto, exacto. Ellos prefieren tener estadios de 25.000 personas al completo que uno de 40.000 donde, en determinados partidos, se vean grandes calvas en las gradas. Eso lo cuidan muy bien. La MLS tiene muy bien estudiado todo esto, en parte porque la mayoría de directivos de la MLS vienen del fútbol americano. Y la NFL, a nivel de marketing y de cuidar el feedback con el aficionado, es la mejor del planeta. Tienen estudios alucinantes en este tipo de materia. La MLS ha copiado mucho de la NFL en este sentido, y lo está aplicando a rajatabla.
– Donde sí puede y debe crecer es en su presencia en los medios. Sobre todo, evidentemente, en la televisión, como adelantabas antes. Además de por la visibilidad, que es fundamental, por la inyección económica que supone su venta de derechos, que ha ido de valer cero dólares en 1996 a venderse por 90 millones recientemente. Algo que resulta fundamental para una competición que, no lo olvidemos, es una empresa que busca obtener beneficios.
Claro. Esto tiene que ser negocio sí o sí. Obviamente, imagino que un equipo como Toronto, con el gasto que ha hecho de contrataciones estas dos últimas temporadas, proyecta beneficios. Quizás no para este año, pero sí para 2016, 2017 o cuando sea. El nuevo contrato de televisión es muy importante. Son 90 millones de dólares al año, cantidad que triplica lo que se recibía hasta 2014, pero más importante que el dinero, que la MLS agradecerá, lo que le da este nuevo contrato es una visibilidad que la liga no tenía.
El contrato, básicamente, está estipulado así: los viernes por la noche hay un sólo partido que da Univisión (lo ha llamado «fútbol de viernes por la noche», que viene a ser el «Monday Night» de la NFL), el sábado es básicamente un PPV con abono a las cadenas locales que cubren a cada equipo y los domingos hay un partido en la ESPN y otro -o dos- en la Fox. Esto es inamovible durante toda la temporada. Así, ahora el hincha de Estados Unidos sabe que, pase lo que pase, estos días y a estas horas tiene soccer. Ahora bien, quiero ver qué va a ocurrir cuando comience la MLB y vuelva la NFL. Ver de qué manera se van a resentir -o no- unos datos de audiencia que, hasta ahora, son buenísimos.
– Justamente algo así te quería plantear para acabar, Ariel. Tú has visto de primera mano la evolución del soccer en los últimos años, estás viendo como la MLS va ganando poder y, realmente, no sé cómo proyectas su futuro. Suena a redundante, porque es una pregunta muchas veces hecha, pero toca hacerla: ¿será algún día Estados Unidos una potencia futbolística? ¿Lograra asentarse junto a las otras cuatro grandes ligas mirándolas, en cierta medida, de igual a igual?
En materia de aceptación mediática, el soccer ya es el quinto deporte en Estados Unidos. Incluso, por momentos, algo más que el quinto. A nivel de gente que va a los estadios, creo que solamente lo supera el fútbol americano y el beisbol, porque obviamente los estadios de NBA y NHL son más pequeños. El soccer, ahora mismo, está compitiendo con el automovilismo.
Más allá de estos datos, considero que el fútbol es minoritario y que va a seguir siendo minoritario durante muchas décadas en Estados Unidos. Lo que sucede es que éste es un país con tanta gente que, aunque sólo lo siga el 10%, puede suponer que 30 o 40 millones de habitantes se consideren aficionados al soccer. Personas que, además, están ávidos de fútbol porque no tenían la posibilidad de verlo en directo. Entonces, ese es el nicho que la MLS está explotando bien y, de hecho, está recibiendo dinero de las otras grandes ligas. La NFL, por ejemplo, como muchos dicen ya no tiene más espacio para crecer. Va a seguir siendo el deporte número uno aquí durante mucho tiempo, pero como genera dinero que no puede invertir lo está poniendo en equipos de la MLS. Lo mismo pasa con franquicias de la NBA o de la NHL. Incluso con equipos de beisbol. El nuevo equipo de Minnesota, que se ha anunciado esta semana, va a estar apadrinado y va a recibir una gran inversión de los Twins de Minneapolis. Hay una conexión muy grande entre ligas, en parte porque se antojan compatibles y parte de un mismo negocio.
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Referencias:
twitter.com/arieljudas
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@Arashi_EG 26 marzo, 2015
Muy interesante la entrevista. Creo que la MLS a medio plazo se puede convertir en un buen destino para jugadores de ligas latinoamericanas, pudiendo competir económicamente con clubes europeos. Creo que los cracks seguirán emigrando a Europa pero jugadores de nivel medio es muy probable que acaben en la MLS a poco que la liga se establezca un poco.
Competir a nivel de visiblidad con Europa lo veo muy muy lejano incluso imposible, no veo a un jugador TOP menor de 30 años yendo a la MLS aunque le ofrezcan un contrato astronómico, algo que con el límite salarial es dificil de ver.
En conclusión, creo que la liga irá ganando terreno progresivamente en EEUU para los espectadores locales pero no tanto como para que desvíe nuestra atención de las ligas domésticas y la Champions, que creo que es una competición dificilmente igualable en cuanto a prestigio e importancia.