“Esta noche nace el Anticristo, pero no sé dónde. Por eso necesito invocar al demonio.”
Podría ser perfectamente Balotelli ese demonio que nos arruine la Eurocopa, pero no estamos faltos en España de problemas más parecidos al infierno como para pensar (solo) en el temible Mario. El fútbol llega justo en el momento adecuado para tratar de hacer olvidar nuestro particular anticristo, pero devolver esa sonrisa a la gente no será un camino fácil, el pasado más reciente de la selección española está repleto de tropiezos en el debut. De Nigeria a Suiza, vivimos con tanta expectación como con cierto miedo a que el balón eche a rodar. Todas las esperanzas e ilusiones puestas en la pelota se pueden venir abajo con un pequeño fallo, y lo que antes fue una fiesta, puede dejar de serlo. Pero ahora hay una diferencia, todo el mundo espera una victoria, de perder el golpe sería doble. El día de la bestia ha llegado.
Por una condenada casualidad, la selección española tiene que debutar en esta Eurocopa contra el rival con el que empezó a cambiar su historia. Ganar sería refrendar que los tiempos han cambiado, que, por lo menos en el fútbol, la gloria está de nuestro lado. Cualquier resultado supondría para la España de Del Bosque invocar a los fantasmas del pasado. No es solo un partido de fútbol, regresan los cuartos que ya habíamos superado, y no queda más remedio que sacar la tabla de guija para acabar con ellos de nuevo.
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Referencias:
Revista Magnolia
Antonio M. Arenas
@DavidLeonRon 10 junio, 2012
Cómo me flipaba El Día de la Bestia de crío ^^ La de veces que me la vi.