El Manchester City se presenta al encuentro de vuelta de los cuartos de final de la Liga de Campeones ante el Liverpool entre la espada y la pared. Una cuesta de tres goles frente a un equipo del que cuesta pensar que quede a cero en el Etihad parece demasiado amplia, si bien es cierto que el equipo entrenado por Pep Guardiola ha demostrado estar sobradamente preparado para generar ocasiones suficientes como para creer en una goleada histórica.
Raheem Sterling se presenta al encuentro como un elemento capital para que el Manchester City vaya abriendo brecha en el marcador, y esto puede ser interpretado como un arma de doble filo para las esperanzas del cuadro skyblue. No hay duda de que su efectividad goleadora ha crecido mucho en el presente curso: Sterling ha marcado 21 goles en 40 encuentros, un registro claramente superior a los 10 en 47 del curso pasado, o los 11 en 47 de su primera temporada en el equipo skyblue, pero también es cierto que su talento en los últimos metros deja dudas en muchas jugadas.
Los números de Sterling han mejorado ostensiblemente
En este caso, parece evidente que la mano de Pep Guardiola ha resultado decisiva, ya que el sistema le ha brindado siempre situaciones francas de remate. Pep ideó un plan en el que el lateral derecho -Kyle Walker- ha hecho las veces de extremo derecho, con Sterling abandonando el carril diestro para acabar mucho más cerca del delantero centro que de la banda. Eso ha permitido tener espacio a un Kevin De Bruyne que ha gestionado muchos metros en el carril interior diestro del ataque, ganando altura para meter ese centro desde derecha tenso y tan peligroso que él maneja, a lo que hay que sumar la figura de Leroy Sané.
El alemán ha terminado de dar situaciones clarísimas de remate a Raheem Sterling. En los ataques posicionales, Sané queda abierto a izquierda, regatea, y mete la pelota al área, muchas veces al segundo palo, donde el ex del Liverpool ataca libre de marca, a la espalda de un central obligado a estar orientado hacia la banda izquierda del ataque citizen. Además, el alemán ha repetido esa jugada también en situaciones de transición, donde Sterling, con su velocidad, gana la posición en la carrera hacia detrás a la defensa y consigue atacar el lado débil en clara ventaja.
En posicional o en contragolpe, Sterling remata mucho
Además, el hecho de considerar a Sterling un segundo punta, ha permitido que el equipo haya tenido una referencia extra en el contragolpe, ya que, en el carril central, podía recibir directamente el pase al espacio de Silva o De Bruyne. El ex del Liverpool también ha quedado en muchas ocasiones mano a mano atacando espacios más abiertos, arrancando en su carrera con una diagonal desde derecha o incluso desde zonas más centradas, como vimos en varias ocasiones en el derbi de Manchester del pasado fin de semana.
Guardiola ha provocado más remates, y el futbolista ha respondido hasta cierto punto. Es obvio que el de Sampedor buscaba un finalizador sorpresa, y todo ha salido bien, excepto el ratio de acierto del canterano del Liverpool, que a pesar de sus buenos números, aún tiene margen de mejora. Sin duda es lo que más dudas deja, ya que sus decisiones y contactos en boca de gol aún deben mejorar. Sin duda, el choque contra el Liverpool será fantástico para medir qué pesa más, si la táctica o el talento.
Carlos 10 abril, 2018
No soy de creer mucho en remontandas, mucho menos un 3-0.
Pero lo cierto es que en 2016 Pep y su Bayern cuajaron 45 minutos de un caudal ofensivo ante el Atleti que si no fue 3-0 es porque sus delanteros no estuvieron a la altura del juego desplegado. Y este Liverpool no es ese Atleti 2016, que era el mejor sistema defensivo de Europa, y ciertamente me parece que el City tiene jugadores mas resolutivos en area rival que ese Bayern.