El ocaso del mago siempre da paso a un mundo más prosaico, es ley de vida. Así pasó cuando Merlín fue aprisionado en Brocelianda, cuando Gandalf partió hacia Poniente y cuando Próspero renunció a su manto mágico. Hoy Valerón descubre las limitaciones que le impone el cuerpo, como Próspero despojado de sus poderes. El mago de Arguineguín lleva tiempo prestando sus últimos servicios a un club al que ha devuelto a Primera, una categoría en la que los años ya pesan demasiado. El canario lució en algunos pasajes de estas primeras jornadas de liga pero su magia ha menguado, el desarrollo de los minutos le supera y su presencia en el once quizá reclama más de lo que ofrece.
El juego del Dépor despega cuando el balón llega a un trío de mediapuntas que no es tal cosa, pues Valerón no puede sostener la influencia entre líneas. Su rol es el de fugaz mensajero entre el doble pivote y las alas, en las que Pizzi activa la jugada recibiendo el balón al pie y Gama le da vuelo con sus movimientos. Es la solvencia de sus acompañantes lo que habilita a Valerón como apoyo por detrás del balón. Mientras, el mediocampo reclama a Oltra mayor consistencia y una conexión de noventa minutos con la delantera. El entrenador se resiste a tomar la decisión. Sabe que el manto ya no acompaña al mago, pero un viejo hechizo persiste en Riazor.
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Casados de penalty
@migquintana 9 septiembre, 2012
Si Valerón no estaba ya hace dos/tres años, lo de ahora es estirar demasiado el chicle. Si puede aportar algo desde luego es desde el banquillo, no tiene ritmo para mucho más que para esos minutos.
El tema es que no tiene un sustituto claro. De hecho, yo diría que de ir al banquillo sería por un jugador de una posición diferente: Alex Bergantiños que es mediocentro, Camuñas que puede actúar de interior o Nelson Oliveira que es delantero. El primero y el segundo convertirían el sistema en un 4-3-3 con, quizás, una variante para mantenerlo poniendo a Camuñas de Valerón, cosa que me parecería un pequeño error y que a día de hoy descarto. El tercero lo convertiría en un 4-4-2, como ya hiciera en la segunda parte ante el Getafe, con Riki&Nelson moviéndose a dos alturas diferentes del frente de ataque en la mayoría de ocasiones. Persistió el empate, pero fue un movimiento ganador.
Desde luego, a priori a mí me gusta más la tercero opción. Sin embargo, con esa endeble pero tan adelantada defensa, un doble pivote con algunos aspectos importantes por solucionar y un equipo aún recobrando el pulso a la primera división puede llegar a ser excesivamente arriesgado. Mientras, ¿seguiremos viendo a Valerón? Pues yo diría que sí, pero haría bien Oltra en pensar algo de cara a octubre/noviembre… aunque al menos parece que Salomao ya va a volver a entrenar con el grupo.