El derbi vasco del día de Reyes fue un partido intenso, errático y de pocas ocasiones en el que ninguno de los dos equipos dio su mejor nivel. En el primer tiempo Anoeta vibró al ritmo del Athletic y la Real no supo evitarlo, pero terminó 1-0

La Real Sociedad ha recobrado su confianza y la alegría. Tras una Champions League difícil en la que la inexperiencia y el azar fueron obstáculos insalvables, ha enlazado un mes de juego y resultados que le ha colocado, junto al Athletic y el Villarreal,

Cuando Cruyff fue a pescar al País Vasco no buscaba a los futbolistas más refinados del mundo. Johan, siempre vidente, sabía perfectamente que todo gran equipo se compone de un vestuario fuerte. De ahí que viajara

La Real Sociedad necesita un milagro para pasar de ronda, pero sigue viva. Es lo menos que merecía su juego, que en ninguno de los cuatro partidos disputados ha sido tan malo. Los vascos han mostrado el nivel que tienen.

Y al tercer día –de Champions–, el Manchester jugó. Duró veinte minutos y no pasará a la historia del club aunque quizás sí a la de Moyes, por aquello de ser la primera vez que su equipo gusta con él de entrenador. Old Trafford

Valencia y Real Sociedad compartieron la pasada temporada objetivos y en lo que va de liga comparten circunstancias. Ambos cambiaron de entrenador en verano, ambos han tratado de darle -más allá de los cambios obligados

Con Zurutuza baja de última hora, para Jagoba era momento de tomar decisiones. Sin opción continuista posible, la elección pasaba por optar por el camino conservador y darle el peso en el equipo

La «Ley Bosman» originó un cambio en el fútbol que, gustase más o gustase menos, era plenamente coherente con el ritmo al que se movía el mundo en 1996. La economía crecía, los activos se movían

Ignacio Camacho frenó el miércoles pasado una inercia virtuosa, y hasta que el Barcelona no solucione esa pequeña perturbación no estará en paz consigo mismo. El fútbol es así. Cualquier detalle, afortunado o trabajado, influye sobre lo que está por venir, y los culés

No es sólido; le falta constancia, aún debe aprenderse un par de trucos. Sin embargo, Rubén Pardo ya se ha convertido en una de las grandes atracciones de la Liga y en un puntal para el juego de la Real Sociedad. Asistir a su crecimiento es una gozada