De la infinidad de frases maravillosas que el fútbol ha dejado a lo largo de su amplia historia, muy pocas tienen la fuerza y la carga de realidad de aquel verso del “Poema al fútbol” que decía: “¿cómo vas a saber lo que es el insomnio si jamás te fuiste al

Te juegas mucho. Serán 365 días, justo los que vienen, y aunque no es demasiado tiempo para algunas cosas, para esto… es una vida. El Deportivo de la Coruña, que es un grande, es hoy un desconocido para ti. Ignoras si Lendoiro vendió a

Sabes que no hay vuelta atrás. Miedos e ilusiones se citan todos a una misma ahora a lo largo y ancho de la geografía española. Es la señal definitiva. Aquel punto perdido sigue pesando en la conciencia. Ya no tiene solución. Llegó el momento.

Los tiempos cambian y nadie está a salvo. Hasta hace nada todos los equipos de la parte baja se amparaban en una simplificación de tareas idéntica: Repliegue intensivo hasta el área propia con unos 9 hombres involucrados y salidas al contragolpe.

Un intento de asalto, una bella promesa, un final inesperado, una ciudad en armas, una batalla de extremos, un posible alirón y un objetivo a mantener. El primer miércoles de mayo puede coronar un nuevo campeón.

Una virtual consagración, una lucha por alargar, una batalla por los sueños, un choque feliz y una indescifrable y peculiar confrontación. Maravillosa jornada de domingo. A escena la lucha por la Liga y el resto de puestos europeos.

Un nuevo paso definitivo, una resurrección inaplazable y el inicio de una persecución feroz. El sábado viene con mucho más que el mejor partido del mundo. Champions, Europa League y descenso en juego. Comienza la cuenta atrás,

Un tren con destino a Europa, un paso decisivo hacia el cielo, un final de temporada dedicado al disfrute, una última oportunidad de creer, una auténtica final, una apuesta por correr y un derbi de sorprendente igualdad. Siete partidos