El Diego. El Pelusa. Diego Armando Maradona. Una figura más grande que nuestra propia capacidad para comprender. Una figura que no tiene fin, ni reglas ni vallas. Y a la que seguramente nunca lograremos alcanzar ni sobrepasar. Pasarán siglos en Argentina y no solo no se perderá su recuerdo, se reforzará su vigencia. Y sabiendo esto, Cesar Ferrero, autor de ‘Maradona, Obras Completas’ se ha propuesto, con un proyecto inspirador, intentar condensar a semejante futbolista, personaje y universo. Una obra con la que poder consultar cada uno de los partidos que jugó el ‘10’.
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Referencias:
«Un juego perfecto»
https://twitter.com/arroyer
https://twitter.com/maradonaOC
José Luis 19 marzo, 2020
Lo de Maradona trasciende lo mundano, lo terrenal, lo accesible por la razón. Y por muchos motivos. Desde tiempos inmemoriales, y aparece hasta en la Biblia, el hijo pródigo es el preferido por el padre. Sin mayor motivo, sin explicación lógica que lo demuestre, pero es así. Se entiende que lo más cercano a la perfección ya lleva su cuota de gracia, su virtud inherente, su valor. Por este motivo, se tiende a recordar más a Mágico Díaz que a Kiko, más al Tato Abadía que a Salenko o más a Guti que a Gallego. La persona que vive con una forma de ser que gusta poco, que no es agraciada y es objeto de mofa o risa por ello, o simplemente que no es buen profesional, cuando realiza algo extraordinario se tiende a ensalzar más, mucho más sus hitos. Un claro ejemplo es Curro Romero en el mundo del toro.
Yendo al fútbol, lo de Maradona supera cualquier otra gesta realizada por un futbolista. Más que Pele o Messi. Mucho más. Primero porque el argentino de por sí vive en estado de paroxismo constante con todo lo que tiene que ver con su país. Messi no "mamó" ni se incrustó de lo argentino. Es un niño bien (para ellos) un prodigio… Pero no es Diego. Si a eso le sumamos que Maradona en los mayores escenarios de este deporte (Mundiales) salía siempre en portada y Messi no, apaga y vámonos. Si le sumamos que Maradona hizo campeón a Napoles con el equipo que tenía y teniendo en cuenta cómo es esa afición, ya sumamos dos hinchadas que rozan la locura por su fervor en este deporte que coinciden en los calificativos a Maradona.
Diego Armando no ha sido sólo el mejor entre los mejores. Es su personaje y el amor que despierta este tipo de gente. Gente a la que queremos (u odiamos) tanto porque hacen de forma natural lo que el resto de los mortales no pueden por su condición de mundanos. Y no me refiero con esto al mayor o menor dominio del balón con los pies.
Maradona ha sido, es y será el mejor de entre los nacidos de mujer para jugar al fútbol.