El protagonista de este texto sigue aún en activo. Y eso agranda todavía más el mito. Este tipo de complexión fuerte y tez morena, una estatura imponente y una cuantía importante de tatuajes entre los brazos y el cuello es toda una leyenda en su país, y para el fútbol de selecciones. Su carrera, a diferencia de otros muchos paisanos con los que comparte nacionalidad y hemisferio en el planeta, se ha desarrollado al revés de como suele ser habitual: él emergió en Europa y hace ya unos cuantos años decidió coger el vuelo de vuelta para aterrizar en Sudamérica… ¿Ya sabéis quién es?
Empezó en Europa y ha acabado jugando en Sudamérica
Más cerca de los cuarenta que de los treinta en su carnet de identidad, este futbolista que siempre se ha desempeñado como delantero en todos sus equipos ha hecho carrera en dos países y cinco equipos verdaderamente importantes en todo el mundo. Se trata de un ‘9’ que ha vivido de principio a fin la evolución de su demarcación en lo particular, así como del propio fútbol en general. Y esta suma de experiencias, combinadas con un carácter indomable y un liderazgo realmente incorruptible, han alimentado y han dado forma a uno de los delanteros más infravalorados a nivel de clubes desde hace años, especialmente en este lado del charco.
Mentar su nombre es invocar la figura de un futbolista que nació y se hizo en la calle. Con los suyos. Y ese vínculo que mantiene son sus raíces le hace ser capaz de cualquier cosa si se trata de la selección. Pero si llegados a este punto aún no sabéis de quién se trata, diremos que sobre el césped tiene tantísimo fútbol como carácter. Es el carisma hecho futbolista. Y esa identidad gamberra, guerrera, adereza una mezcla estimulante cuando uno le ve moviéndose lejos del área. Es uno de esos viejos nuevos delanteros. Un martillo pilón en el remate y un estilista bastante plástico en el desmarque de apoyo. Una combinación que, por si aún hay alguien que no ha descubierto su nombre, fue una verdadera incógnita hasta el último momento en la última Copa del Mundo. Aunque esta es otra historia. Porque todas las leyendas tienen su capítulo aparte.
AArroyer 25 marzo, 2020
¿Esta no es tan sencilla, no? Igual los tatuajes dan pista pero Adri lo ha escondido muy bien.
No tengo claro que se vaya a adivinar tan rápido…