Las dos fantásticas intervenciones de Jaume Doménech en los últimos minutos merecían un lugar privilegiado en esta crónica. Tan trascendentales fueron sus acciones sobre la línea de gol, cerrando el sobre que incluía el billete del equipo con destino a los octavos de final, como lo fueron, en otro tramo del partido, los despejes de Mouctar Diakhaby, los cortes de José Luis Gayá, las recuperaciones de Parejo o los movimientos de Rodrigo y Ferrán, segundo punta y extremo derecho, respectivamente, para completar una gesta que ya forma de las noches más importantes del Valencia CF. El cuadro de Albert Celades compitió con todas sus armas anoche en Ámsterdam. De principio a fin. Consciente de sus limitaciones y de su estatus en la Champions de los últimos años, asumiendo que, para derrotar al semifinalista de la pasada edición, debía bajarse al lodo con las mangas y los tobillos bien remangados.
El Valencia de Albert Celades compitió con uñas y dientes durante todo el encuentro
El Valencia salió en el Johan Cruyff Arena con un sistema 4-4-2 en línea, en el que Soler -izquierda- y Ferrán Torres -derecha- flanqueaban desde las bandas a Parejo y Coquelin. Replegado en pocos metros en su propio campo, cediendo toda iniciativa desde el inicio a través de un bloque bajo, el Valencia aceptó en todo momento que fuese el Ajax el que atacase siempre a través de la posesión. Con Rodrigo y Gameiro como hombres más adelantados, muy pendientes de una salida de balón en la que, para salir siempre con superioridad, Ten Hag decidió retrasar a Lisandro Martínez a la misma altura que los dos centrales para generar una primera ventaja numérica (ante los dos puntas del Valencia), el cuadro che optó por defender con todo el equipo muy junto, sacrificando a sus dos volantes a tener que llegar hasta muy atrás en sus coberturas laterales, para después, tras la recuperación, atacar rápidamente el espacio a partir de los envíos de Parejo, los apoyos de Rodrigo y la velocidad de Ferran.
Los dos equipos llegaban a este encuentro mermados por la ausencia de futbolistas muy importantes. Pero especialmente dolorosa, viendo la forma con la que el Ajax pretendía doblegar a su rival, fue la baja de Quincy Promes para los de Erik Ten Hag. Con un Ziyech en plan estelar, protagonista de absolutamente todos los ataques del equipo, juntando al Ajax cerca del área de Doménech, y girando y hundiendo al Valencia a partir de su pie izquierdo, tirando de calidad entre pases, conducciones, centros, dribles y remates, todo lo que hizo el futbolista marroquí en el encuentro mejoró claramente cada ataque de su equipo. Pero el Ajax echó muy en falta la profundidad, la agresividad y la verticalidad de Promes desde el sector opuesto, pues además de corto, en cuanto al espacio se refiere, la fase ofensiva del conjunto ‘ajacied’ pecó de un punto de previsibilidad poco rentable para sus intereses. Y en donde Parejo, Diakhaby, Gayá y Gabriel, por orden de aparición entre el medio campo y la defensa, sentaron las bases de una victoria construida en todo momento desde la inferioridad (bien interpretada).
El Ajax echó en falta la profundidad de Promes desde el sector izquierdo de su 4-3-3
La desesperación con la que Donny Van de Beek jugó los últimos minutos del encuentro fue el mejor reflejo de lo mal que atacó el Ajax desde un principio. El jugador neerlandés se movió tanto como de costumbre, de abajo arriba, yendo a uno y otro lado para tratar de aparecer por sorpresa en la zona de remate, pero el sistema del Ajax fue realmente incapaz de cumplir con su cometido. Lo tarde y lo mal que llevó Van de Beek a todas las acciones estuvo en verdad relacionado con la cantidad de cosas que debió hacer Tadic lejos del punto de penalti. Pero llegados a este punto es momento de hablar de todo lo que hizo bien el Valencia en Ámsterdam, que evidentemente fueron bastantes detalles. Con el bloque muy atrás, como ya habíamos detallado unas líneas más arriba, el cuadro valencianista supo sacarle el máximo partido a su posicionamiento sobre el terreno. Con un Diakhaby en modo colosal, despejando todo lo que llovía a su paso e interceptando todo lo que entraba dentro del área grande, acompañado por un Gabriel Paulista algo más impulsivo en todas sus decisiones y por un Gayá extremadamente sacrificado, física y mentalmente, el Valencia CF consiguió hacerse muy fuerte cerca de su propio portero, que, por si fuera poco, se ató la capa y se puso el traje de por las noches en el mejor momento.
Pero este texto también le debe un espacio a los Dani Parejo, Ferran Torres y Rodrigo Moreno. El capitán che, escoltado por Coquelin en el doble pivote, fue la primera gran traba que debió superar el Ajax más allá de la divisoria. Jugando con la templanza y la sabiduría de un veterano, plenamente consciente de la situación y de lo que requería en todo momento cada acción, Parejo ejerció como ‘stopper’ y lanzadera, un dos en uno, lastrando los ataques del Ajax que le quedaban a su paso -que fueron unos pocos, pues los que no iba él a buscarlos- y haciendo correr al espacio a los otros dos elementos de esta ecuación. Ferran y Rodrigo, Rodrigo y Ferran, estiraron al Valencia con menos de media oportunidad para hacerlo. Yendo de dentro hacia fuera, en el caso de Rodrigo, y de abajo arriba (y viceversa) en el caso de Ferran, el Valencia CF encontró en ellos dos, además de Parejo, el recurso que realmente permitió todo lo que ya se ha analizado. Y su gol, entre el envío y el desmarque, aprovechando lo mal que defendió el Ajax esta situación en su área, puede ser, quién sabe, el principio de algo nuevo para el equipo. A corto plazo, ese partido que tanta falta le hacía al proyecto de Celades.
AdrianBlanco_ 11 diciembre, 2019
Qué gran noche para el Valencia CF. Qué victoria tan importante. Qué manera de competir. 😀