El Ajax de Erik ten Hag es uno de esos equipos al que necesitas haber enfrentado antes para poder llegar a ser tú mismo, al menos en un porcentaje lo suficientemente alto como para controlar ciertas situaciones. Las particularidades tácticas del equipo holandés llevaron al Valencia a vivir dos partidos en uno, siendo el primero el más emocional, con una diferencia evidente de efectividad en las áreas, y otro más futbolístico, contagiado por el fútbol poco posicional al que te arrastra el semifinalista de la Copa de Europa durante los 90 minutos. El resultado, visto en diagonal, no expresó todo lo que ocurrió, porque en un intercambio de golpes constante sólo asestó manotazos el equipo visitante, para frustración de un Celades que por el momento, y si la dinámica no castiga demasiado, está logrando dotar de vigor a un equipo fracturado.
Tuvo mucho trabajo el cámara principal y el realizador del encuentro, que como si fueran otra de las piezas del sistema neerlandés estuvieron de aquí para allá siguiendo el rumbo del balón sin momento de descanso. A diferencia de su encuentro en Stamford Bridge, el conjunto che, que sigue en pleno proceso de asimilación, nunca pudo gobernar el partido por fases, sino vivir en un continuo abrir y cerrar de puertas en el que nunca ha convivido mal, pues tiene jugadores para correr y golpear -Guedes, Rodrigo, Ferran, Wass- pero en el que la continua falta de recompensa impidió encontrar la calma. El sistema del Ajax, que no ha variado en su forma de atacar, obligó a los che a ir a remolque e intentar buscar la remontada, siempre, desde el arreón, con el desgaste físico y psicológico que conlleva tanto el reto de puntuar viniendo desde abajo como comprender la singular propuesta del rival.
El dinamismo posicional del cuarteto ofensivo quizás fue, al menos ante el Ajax, contraproducente para poder calmar la situación, peor surge como estímulo para demás partidos de cara al futuro
Van de Beek, que incluso está extremando su rol hasta fijar a los centrales desde que el balón circula entre costados, en lugar de atacar el espacio abandonado por Dusan Tadic, fue siempre un quebradero para la tibieza de Gabriel Paulista. Con su característica manera ‘ajacied’ de sobrecargar con seis hombres la zona del balón para liberar después y generar profundidad, las líneas valencianistas se comenzaron a separar. Trató de darle sentido propio un siempre lúcido Parejo en salida de balón, excelso absorbiendo marcas y orientando el juego para los hombres más vertiginosos, Guedes y Ferrán, pero un penalty fallado y un nuevo golpe en forma de gol, sin que la zaga estuviera especialmente fina, condicionó hasta la posterior condena. En la lectura, no obstante, deben primar algunas consideraciones de cara al futuro más cercano y próximo.
Severo castigo a un lado, el Valencia compitió en inferioridad por la mencionada singularidad del rival, ante quien la experiencia y la estabilidad como conceptos se antojan fundamentales. Dado el contexto experimentado recientemente, con esas cartas sobre la mesa, y en mitad de la urgencia que supuso semejante cocktail, al Valencia se le adivinaron sentimientos positivos. El intercambio posicional que está fomentando Celades entre sus cuatro hombres de ataque suena prometedor, y la responsabilidad y energía general que los futbolistas están mostrando como respuesta nunca apagaron la escena, metiendo a su gente en la misión de competir y olvidar. La Champions siempre es un barco al que apetece subirse.
torralba8 3 octubre, 2019
Opino que el resultado fue demasiado abultado, pero justo. Ya que el Ajax aprovecho las que tuvo, y el Valencia no estuvo certero donde se marcan las diferencias, que es en las áreas, y eso en la Champions es sinónimo de derrota.
Aún así creo que al Valencia le falta alguna pieza para dar ese pasito adelante, principalmente que Guedes se enganche, porque ayer sus sensaciones volvieron a ser las del último año y medio. También creo que debe reforzar el lateral derecho, porque a parte de que Wass está muy flojo en defensa en este inicio, creo que es una de las posiciones que el Valencia tenía que a ver reforzado sí o sí. Respecto a Cillesen creo que pudó hacer algo más en los dos primeros goles, de momento no me termina de aclarar si el Valencia salió ganando con el truque de porteros.
La buena noticia puede estar en que Ferran está en un gran momento de forma, y eso para el Valencia y para Maxi Gómez puede ser una noticia tremenda.
Para terminar, o el Valencia recupera su fiabilidad defensiva o que se olvide de escuchar la melodía de la Champions en febrero.