La temporada del Real Madrid está siendo demasiado interrumpida, principalmente en lo referente a dos parámetros: sensaciones individuales y desarrollo del sistema colectivo. Además, dichas cuestiones se alimentan y van de la mano en su potencial progresión. Se necesitan, vaya. En la visita de un apacible y templado Granada en su defensa posicional, los de Zidane se movieron en índices de posesión superiores al 60% en todo el encuentro, un buen baremo para medir, dado el estatus que representa, cómo se está moviendo el equipo y qué patrones de ataque se están generando alrededor de los que ya estaban y de los que han llegado para reconfigurar el reparto de la película.
Para comprobar de qué manera un sistema está siendo coherente en campo contrario, una buena manera de detectar su salud es dividir las jugadas como espectador en tres hombres –cuatro si el rival añade ayudas-: el que recibe al pie y otros dos cercanos que de alguna forma, si como el Real Madrid se posiciona en 4-3-3, forman una sociedad en la que uno ataca el espacio y otro apoya en dirección opuesta, ocupando diferentes alturas: la profundidad, la amplitud y el apoyo. De esta forma si los centrocampistas son de jugar al pie, los atacantes y/o los laterales tendrán que atacar espacios y darse relevo con compañeros de línea para que la jugada no se estanque y la circulación mueva y engañe el rival hasta encontrar, con frecuencia y naturalidad, al hombre libre.
El Granada decidió defender mucho tiempo abajo pero sin demasiada solidez, eso permitió al Real Madrid afrontar el reto de dominar desde más del 60& de posesión
Grosso modo y simplificando, pues los alejados también cumplen una función de sujeción/amplitud en el sector opuesto, prestos a recibir el balón limpio y atacar aclarados o cargar el área, un sistema con posesión de balón continuada en campo contrario se define por crear, de manera automática o semiautomática, constantes superioridades en torno al balón en las que, con el llamado timing, todos se encarguen de darle al poseedor soluciones, bien para fomentar situaciones de uno para uno o líneas de pase horizontales, diagonales o verticales que hagan progresar al equipo hacia dos conceptos: la creación de ocasiones de gol y el posicionamiento colectivo que lleve al mediocentro y los centrales a posiciones dominantes a favor de la recuperación rápida tras pérdida.
Visto el encuentro de ayer ante el Granada, quizás el modelo al que puede referirse Zidane de entre todos los jugados esta temporada como medida de su potencial sistema, se comprobó que incluso sin Marcelo, el sector izquierdo madridista sigue llevando la cabra a su monte. Ramos, Kroos, Hazard y Benzema volvieron a sobrecargar el juego de tal manera que los espacios se hallaron de manera automática a 40 metros, donde Odriozola y Bale pudieran jugar con más metros que sus compañeros del costado opuesto. Así, el equipo blanco está volviendo a mostrar porcentajes de volumen ofensivo por sector muy similares a sus proyectos más exitosos:
Sector izquierdo: 41%
Carril central: 25%
Sector derecho: 34%
Como el día del Levante, el Madrid encontró muchísima facilidad para hacer progresar el juego, sobre todo por la excelsa calidad de los pies de su futbolista. Por eso, en clave sistema, no tanto en clave acierto y potencial técnico, de entre las novedades para esta temporada, está saber cómo se va a configurar el rol y la relevancia del mismo correspondiente a su tercer centrocampista –Kroos y Casemiro son roles establecidos, de una ascendencia total- y el de Eden Hazard, cuyo momento vital como jugador necesita mucha más libertad que la de un extremo a pie cambiado, recepción abierta y diagonal con balón. De su volumen de recepciones interiores, el gusto que él encuentre por asociarse con Benzema o con más jugadores y el acomodo que encuentre Bale sin ser tan protagonista y con espacio para atacar definirán y atornillarán el marco táctico del Real Madrid 2019-2020.
Alezkar 6 octubre, 2019
Ultimamente me viene a la memoria el segundo Madrid de Ancelotti y como se fue al traste en diciembre, cuando se lesionó Modric.